La Justicia de Irán dispuso el pasado miércoles la ejecución de siete prisioneros. Se aplicó la pena de muerte a tres personas condenadas por causas de narcotráfico y a cuatro por violaciones. Ante esta situación, el Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Volker Türk, anunció un promedio de más de diez ejecuciones por semana.
Mizan Online, agencia de información de la autoridad judicial, informó nuevos ajusticiamientos. “Esta mañana (ayer) se ejecutó la condena a muerte de tres miembros de la banda Panjak, el principal cártel de distribución de cocaína”, confirmó esta fuente.
Al respecto, la Justicia explicó que seis miembros de esta banda fueron detenidos en 2014. El pasado miércoles, los tres condenados murieron ahorcados en la cárcel de Ghezal Hesar, en Karaj, cerca de Teherán. Ante este escenario, los principales organismos del mundo marcaron una fuerte crítica.
El referente de la ONU denunció el número “terriblemente” elevado de ejecuciones en el país. Además, La ONG Irán Human Rights (IHR) detalló que otros cuatro hombres fueron ejecutados por violación en la prisión de Rajai Shahr. Por esta razón, señalaron las 221 condenas de muerte este año.
La nación también atraviesa desde hace meses un preocupante crecimiento de asesinatos de mujeres. Según IHR, en 2023 ejecutaron cinco mujeres y un total de 192 desde 2010.
La firme postura de los organismos
Desde la ONU y la IHR alertaron del aumento en la aplicación de penas de muerte en la capital iraní. El director de IHR, Mahmood Amiry Moghaddam, señaló que “la maquinaria de muerte del gobierno se está acelerando”. A su vez, Naciones Unidas remarcó que se registraron 64 ejecuciones en los últimos 12 días.
De acuerdo con un informe presentado por la ONU, este año fueron asesinadas 209 personas. En su mayoría, los ejecutados estaban condenados por delitos vinculados al narcotráfico. Frente a este hecho, Türk argumentó que “imponer la pena de muerte para los delitos relacionados con la droga es incompatible con las normas internacionales en materia de derechos humanos”.
En este sentido, Naciones Unidas advirtió que las cifras podrían ser superiores a las registradas en la ola de asesinatos actual, a la cual el Alto Comisionado del organismo internacional calificó como “abominable”. Las cifras están en aumento, según el reporte de las organizaciones, tras un crecimiento del 75% respecto a 2021.
Irán se transformó en el país con mayor número de ejecuciones detrás de China y Estados Unidos. Por su parte, la ONG IHR reportó un total de 7206 personas víctimas de ajusticiamientos.
Una fuerte escalada de ejecuciones
El año pasado se registraron 582 asesinatos tras aplicación de pena de muerte y superó algunas estadísticas históricas en Irán. Este fue uno de los números más alto desde 2015 y se distanció fuertemente de las 333 ejecuciones de 2021.
La práctica resulta habitual en el país. De hecho, el último lunes la Justicia iraní dispuso la ejecución de dos hombres por “profanar el Corán” e “insultar al Islam y el profeta Mahoma”. Ambos fueron sometidos a la horca en el marco de un fuerte crecimiento de ajusticiamientos por casos de blasfemia.
La agencia Mizan Online explicó que Sadrollah Fazeli Zare y Youssef Mehrdad quemaron el Corán. En consecuencia, procedieron a ejecutarlos por “desacreditar a los islamitas”. No obstante, no es el único caso antecedente a estas nuevas siete penas de muertes de esta semana.
En Teherán, capital de Irán, se produjo una ejecución que conmocionó al mundo. Algunos meses atrás, un ciudadano sueco-iraní, Habib Chaab, fue condenado por “terrorismo”. Por último, Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado, remarcó que “esta tendencia representaría uno de los niveles más elevados de la aplicación de la pena de muerte en Irán desde 2015”.