Un informe del Foro Económico Mundial (FEM) pronosticó que el 23% de los puestos de trabajo cambiarán de alguna forma en los próximos cinco años, debido a la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA). El dato surge de una encuesta realizada a 803 empresas que emplean a 11,3 millones de trabajadores en 27 sectores industriales de 45 países del mundo.
Este estudio prevé que, en 45 economías que contienen 673 millones de trabajadores, se crearán 69 millones de nuevos puestos de trabajo y desaparecerán 83 millones. Esto último significa una disminución del 2% del empleo actual (alrededor de 14 millones de empleos).
A su vez, se prevé un crecimiento a gran escala en los sectores de la educación, la agricultura y el comercio digital. Al contrario, en donde más se esperan pérdidas de puestos de trabajo es en las funciones administrativas y en las tradicionales tales como seguridad, fábrica y comercio.
Por su parte, las empresas encuestadas creen que habrá 26 millones menos de puestos en funciones de mantenimiento de registros y administrativas.
¿Qué tareas laborales están más expuestas a la IA?
En ese mismo sentido, investigadores de OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, junto con investigadores de OpenResearch y de la Universidad de Pennsylvania, realizaron un informe mediante su último modelo lingüístico de aprendizaje automático (LLM), GPT-4, donde estudiaron las posibles implicaciones de estos modelos lingüísticos en las ocupaciones del mercado laboral de Estados Unidos.
Para eso, centraron su análisis en la “exposición” de las tareas laborales ante la Inteligencia Artificial. Les investigadores describen “exposición” como una medida de si el acceso a un sistema impulsado por GPT podría reducir por lo menos en un 50% el tiempo que un humano tarda en realizar una tarea laboral específica.
Aunque destacan que sus resultados no son predicciones, durante el estudio descubrieron que alrededor del 80% de la población activa estadounidense podría ver afectada al menos el 10% de sus tareas laborales por los GPT.
El modelo lingüístico encontró varias ocupaciones que estarían 100% expuestos, lo que no significa que se puedan automatizar, sino que podrían ahorrarle una gran cantidad de tiempo en la realización de tareas. Estos puestos de trabajo son matemáticos, contables, auditores, analistas de noticias, reporteros, periodistas, secretarios jurídicos, asistentes administrativos, gestores de datos clínicos y analistas de políticas de cambio climático.
Regulaciones
En el mundo aún no existen regulaciones específicas para la Inteligencia Artificial ni siquiera relacionado al empleo, pese a que todes les especialistas consideran que es necesario. Sin embargo, el Parlamento Europeo intentará votar un proyecto de regulación sobre IA esta semana. El mismo consiste en una lista de reglas que se impondrán sólo a aquellas aplicaciones que sean consideradas de “alto riesgo” por las empresas.
En Argentina, de a poco comienza la discusión para controlar estas nuevas tecnologías. El 26 de abril, en un panel que organizó la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP) en el Centro Cultural Kirchner (CCK) sobre “Usos de la inteligencia artificial, impacto en la región y desafíos para su regulación”, Fernando Schapachnik, director ejecutivo de la Fundación Sadosky, se refirió al tema y lo relacionó con el empleo.
Allí, Schapachnik se preguntó: “¿Qué tareas es ético reemplazar por una máquina, incluso si ella logra una performance comparable o superior a la de un ser humano?”. Luego, añadió: “Si logramos gracias al avance de la tecnología, quitarle el yugo a personas que realizan una tarea muy desagradable, ¿cómo hacemos para quitarles el yugo pero no el sustento?”.