Luego de repasar cómo está conformada la nueva generación del tenis femenino argentino, Nota al Pie amplía el panorama al ámbito internacional a raíz de la inolvidable semana que tuvo Mirra Andreeva en el WTA 1000 de Madrid.
La rusa, que cumplió 16 años durante el certamen, fue la gran sensación de la competencia al alcanzar los octavos de final. Descubrí más sobre su carrera y conocé también a otras jugadoras junior que ya muestran jerarquía entre las profesionales.
Una joven madura y con un potencial sin límites
Mirra, nacida en 2007 en Krasnoyarsk, desde su infancia ya se dedicó a este deporte. Siguió los pasos de su hermana Erika, también tenista y quien se encuentra cerca del top 100 con 18 años.
Ambas, en sus etapas formativas, mostraron grandes resultados en diversos torneos regionales y nacionales. Y lo hicieron con estilos de juego contrapuestos. La hermana mayor es contragolpeadora, basa su propuesta en la defensa y en la calidad de sus efectos. En tanto que la menor posee gran fuerza en sus tiros y un servicio competitivo. No obstante, también se destaca por su velocidad de piernas y su buen control de los puntos largos.
Mirra tuvo su estreno profesional en febrero de 2022. En apenas su segundo torneo en el tour de la Federación Internacional de Tenis (ITF), alcanzó la final. Ese sería, hasta el momento, el único partido definitorio que perdió, ya que luego ganó las seis finales que disputó en este nivel. Estos hechos la llevaron a insertarse en el top 200 del ranking WTA.
En el mencionado contexto, sumado al subcampeonato objetivo en el Australian Open Junior, la rusa fue invitada a Madrid. Llegó allí tras una seguidilla de 15 victorias durante el mes de abril. Sin perder el ritmo, ni dejarse llevar por los nervios, protagonizó de entrada un batacazo.
Venció en la rueda inicial a la canadiense Leylah Fernández, finalista del US Open 2021. En segunda instancia dejó en el camino a la brasileña número 14 del mundo Beatriz Haddad Maia.
Luego, sin ceder sets, accedió a la cuarta fase, al superar a la polaca Magda Linette, vigente semifinalista en Melbourne. En los octavos de final no pudo ante la consistencia y rapidez de golpeo de la bielorrusa Aryna Sabalenka. Sin embargo, con esta inolvidable actuación, ya aseguró su ingreso al top 150.
Una generación que promete alto nivel
La menor de las Andreeva no es la única junior con gran proyección entre las profesionales. Dentro de los nombres principales, vale destacar el de la checa Brenda Fruhvirtova. Ella también creció desde lo tenístico de la mano de su hermana mayor, Linda, quien a los 18 años ya es 58 del listado mundial.
De juego ofensivo, y aún con edad juvenil, a Brenda no le costó el pasaje al profesionalismo. Tal es así que suma nueve trofeos ITF y este año hizo su estreno en un Grand Slam tras pasar la clasificación en Australia. Si bien tiene sólo 16 primaveras, ya decidió alejarse del circuito junior y dedicarse 100% al tour WTA.
Como curiosidad, vale decir que en 2022 cayó en Roland Garros juvenil frente a la argentina Solana Sierra. Fue otra muestra del gigante potencial de la marplatense. Al mismo tiempo, la carrera de Fruhvirtova tiene un vínculo con nuestro país ya que logró en Tucumán dos de sus títulos profesionales.
Tras esa consagración, y en diálogo con Nota al Pie, la entrenadora de la selección albiceleste Mercedes Paz manifestó: “Es el nacimiento de una estrella, ya que demostró que será una gran tenista. Llegó a Tucumán rankeada 1005 y se fue en el top 450 del mundo”.
Otra de las jugadoras que ya hace historia para su nación es Victoria Jiménez Kasintseva. La nacida en Andorra, cuenta con una gran potencia y visión de juego. Se destaca su soltura al momento de estar en la cancha.
Es la primera representante de este territorio que ingresa al ranking WTA. Entrenada por su padre, obtuvo el Australian Open Junior en 2020. Tiene pendiente ingresar a un main draw de torneo grande de mayores. Pero ganó tres campeonatos ITF y ya disputó torneos de nivel 1000 como Miami y Madrid. También conoce Argentina, ya que la temporada pasada participó del WTA 125K de Buenos Aires. Allí llegó hasta los cuartos de final.
Brillar en el circuito junior y rendir en el profesional, un desafío posible para ellas
Sara Bejlek creció en ambos circuitos al mismo tiempo. En 2021, año en que sumó su segundo título junior, la checa impactó al mundo del tenis al quedarse con un torneo W60 pro. Fue como local ante la albiceleste Paula Ormaechea por doble 6-0.
Luego cosechó tres trofeos más y se afianzó en el top 180 WTA. El año pasado hizo su debut absoluto en el cuadro principal del US Open, y en la presente temporada realizó lo propio en Australia.
Quien también se mantiene aún en ambas direcciones es la suiza Celine Naef. La jugadora de 17 años genera gran expectativa en su país debido a su positivo presente y su prometedor futuro. Mientras se acerca a las 200 mejores del mundo en el ámbito rentado, se mantiene dentro del top ten entre las juniors.
Tanto la checa como la helvética tendrán doble objetivo en el Abierto de Francia: quedarse con el título en el certamen juvenil, y superar la qualy de mayores.