En el Salón Central del predio de La Rural, celebraba su acto de apertura la tarde del pasado jueves la 47ma. Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Según informó Télam, el evento contó con discursos signados por una voluntad conciliatoria en pleno año electoral, sin dejar de lado las demandas más acuciantes del sector editorial, como la necesidad de políticas que permitan el acceso al papel para garantizar la bibliodiversidad.
“Bienvenidos a esta gran fiesta del libro, de la cultura de la democracia”, expresó Alejandro Vaccaro, presidente de la Fundación el Libro, al comienzo de la ceremonia inaugural de la Feria que se desarrollará hasta el 15 de mayo con Santiago de Chile como ciudad invitada, más de dos mil actividades y gran cantidad de autores internacionales.
Al agradecer la “colaboración permanente” del Ministerio de Cultura de la Nación y del de la Ciudad, declaró: “Aquí no hay grieta”. Sin embargo, no dudó en reclamar la recuperación del estado parlamentario del proyecto de ley de creación del Instituto del Libro y la Lectura.
Vaccaro destacó que “este 2023 el Ministerio de Educación volvió a redoblar su apuesta por el Libro” con “una compra récord de casi 16 millones de ejemplares de libros de texto” para alumnes de “primaria y secundaria” de escuelas públicas y privadas de todo el país. Estos se sumaron a los tres millones y medio adquiridos a fines de 2022 para primera infancia.
En el marco del evento librero más importante de Latinoamérica, el biógrafo de Borges resaltó que estos libros no son para las instituciones sino para les alumnes que así podrían comenzar sus bibliotecas. Al mismo tiempo, demandó como “imprescindible”, que esas “prácticas” se “transformen” en “políticas de gobierno”, “no solo de un gobierno”, sino de “rango institucional”.
Del mismo modo, reclamó que “el parlamento modifique el artículo 50 de la Ley de IVA, que por una deficiente redacción impide a las librerías la recuperación del tributo en la fase final de la comercialización”. También pidió por el “proyecto de recaudación de Derechos Colectivos que impulsa la Sociedad Argentina de Escritores (SADE)”.
En referencia al conflicto surgido días atrás ante agrupaciones negacionistas que pretendían participar del evento, entre los aplausos de les presentes, afirmó: “El pluralismo, la confrontación de ideas, políticas, religiosas, estéticas están garantizadas, pero no permitiremos bajo ningún punto de vista que quienes alentaron y hoy quieren justificar las sangrientas dictaduras que asolaron nuestro país, quieran usar este extraordinario escenario para intentar suscribirse a la apología del delito”.
Les presentes en la 47ma. Feria del Libro
En el acto estuvieron presentes escritores como Luisa Valenzuela, Dolores Reyes, María Inés Krimer, Martín Kohan, Enzo Maquieira, Claudia Piñeiro, Alberto Manguel y Sergio Olguín. Además, miembros del sector editorial como Kuki Miller, Victor Malumian, Paola Lucantis e Ignacio Iraola. De entre les funcionaries, destacan Jorge Telerman, director del Teatro Colón, Guillermo David de la Biblioteca Nacional, el filósofo y docente universitario Ricardo Forster y el gobernador regional de Santiago de Chile, Claudio Orrego.
Tristán Bauer, el ministro de Cultura de la Nación, coincidió con Vaccaro en destacar la “importantísima” labor de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) en la divulgación de la lectura y la bibliodiversidad y del Programa Libro %.
En tanto que, en referencia al atentado, meses atrás, contra la vicepresidenta Cristina Fernández, a cuatro décadas de la recuperación democrática, advirtió sobre los “espirales violentos” que “nadie sabe como concluyen”. De este modo, exhortó a “profundizar la defensa de la democracia” y de sus “instituciones” así como la “soberanía de la región”.
“Seguiremos luchando por nuevas leyes que garanticen ampliar derechos culturales para todas y todos los argentinos”, añadió Bauer. En respuesta a la ley macrista que afectó a entidades como la Conabip, destacó que “el Estado nacional lleva destinados dos mil millones de pesos” al ecosistema del libro y su apuesta al proyecto de ley que extiende por 50 años las asignaciones específicas para industrias e instituciones culturales y bibliotecas populares”.
Por su parte, el ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, mencionó a la feria como “caja de resonancia de los momentos que nos toca transcurrir”. En este sentido, se refirió a la “crisis” y subrayó la paradoja de que si bien “afecta al sector cultural” es “la cultura la que nos saca” de ahí.
Algunas ideas del discurso de Martín Kohan
Durante la noche, también puso su palabra el escritor Martín Kohan, con un discurso que alternó la cadencia poética con las referencias literarias y remates irónicos. En él, disparó contra la figura del “lector encubierto”, al que definió como “aquel que se pronuncia categóricamente sobre algo que en verdad no leyó” y además caracterizó al fenómeno de la dispersión masiva: hoy “casi nada puede hacerse largamente y de corrido, ni conversar, ni mirar una película, ni ver un partido de fútbol, ni escuchar algún concierto”, alertó.
En su intervención, de 22 carillas, el escritor de Ciencias Morales evitó los golpes de efecto y las frases de impacto pero derivó en depuradas reflexiones sobre la vida de los libros a la que describió como una práctica hecha “de olvidos y rescates, de vueltas atrás y de relecturas, de murmullos laterales, de búsquedas a destiempo y hallazgos de lo que no se buscaba” y los alcances de la Feria como evento decisivo para construir lectores y rituales de lectura.
“El gran mérito de la Feria del Libro no radica en la sustitución o en la excepción -al contrario, de ser así, fracasaría-, sino en su eventual poder de realce y amplificación. La apuesta es que el realce habilite a ver lo realzado cuando ya no está realzado, a escuchar lo amplificado cuando ya no está amplificado. Si el acontecimiento del año durase todo el año, ya no sería un acontecimiento -y no habría forma de soportarlo: ¿doce meses de acontecimiento? No hay cuerpo que aguante-”, reflexionó.