Desde fines de marzo, se presenta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) un ambicioso proyecto teatral llamado “Un hombre peligroso”. Tanto su coordinación general como el guión corren de la mano de Ariel Nuñez Di Croce, quien también se pone en la piel del personaje principal.
Junto a más de una docena de actores, Di Croce lleva a escena una historia real: parte de la vida de Severino Di Giovanni y su movimiento anarquista.
La cita también tiene su magia ya que es un espacio teatral que funciona como un centro de resistencia cultural desde hace seis años, llamado “Sigue la Polilla” y ubicado en el barrio de Boedo. Las funciones son los jueves a las 21 y los sábados a las 20. Las entradas se pueden reservar en la página de Alternativa Teatral.
Ambientada en la Argentina de fines de los años 20, la cinematográfica puesta en escena envuelve al público y lo convierte en uno más de este movimiento revolucionario. Pero la aventura no comienza en el lugar.
Para llegar a la cita, les espectadores primero deberán descubrir una consigna vía email con cierta información codificada, la cual se brinda al reservar la entrada. El resultado es una ubicación secreta (cercana a la sala de teatro) y hora exacta donde deberá presentarse. Allí, alguien pasará por la persona para adentrarse en este sorprendente viaje teatral.
Sin embargo, la sorpresa no termina ahí. Una vez en el lugar, se le brindará parte del vestuario para camuflarse entre el elenco y protagonizar junto a les actores los hechos más importantes vividos por Severino Di Giovanni.
En los inicios de la formación de su movimiento anarquista, hubo altercados en el Teatro Colón, en donde hubo disparos, explosiones y hasta encarcelamientos. El texto de la obra está basado en hechos reales, extraídos de la investigación del libro El idealista de la violencia de Osvaldo Bayer.
De ritmo vertiginoso, a la par de un buen elenco
De principio a fin, y a lo largo de las dos horas y 15 minutos que dura la función, el trabajo de cada integrante del equipo es magnífico. La obra está encabezada por un soberbio Nuñez Di Croce, quien capta la bravura y la esencia del personaje principal.
Por su parte, en un juego actoral muy arriesgado, Oliver Carl se pone en la piel de Aldo Aguzzi, antifascista de origen lombardo que colaboró con órganos de la prensa anarquista argentina.
En tanto, Joaquin Ochoa se luce con histrionismo como Paulino Orlando Scarfó, un anarquista de acción que arriesgó a casi toda su familia en la lucha. Pablo Faletti y Juan Manuel Oviedo Diego logran, con aplomo y seguridad, sus personajes como Abad de Santillan y Emilio Lopez Arango, dos anarquistas del diario “La protesta” e integrantes de la FORA.
Les acompañan, completando el buen elenco con cambios veloces y transformaciones inesperadas: Bernardo Artica, Luca Baldana, Dolores Basualdo, Cristian DI Fulvio, Gael Gonzalez Costa, Ariel Nuñez, Nicolas Ruciello, Mauro Puppo, Horacio Romero y Tuco Richat.
Dentro de la técnica destaca el acertado vestuario, creación de Juan Ernesto Marín y Sol Rosli. La iluminación está en manos de un gran equipo, integrado por Rocío Busca y Paula Fraga.
Y, cómo no, la música y el espacio sonoro que transportan a les espectadores a esas épocas, a cargo de Micaela Mastromatteo. Aquí, vale la pena hacer una salvedad: por momentos resulta algo desbordante y no permite muy bien escuchar ciertos diálogos. Dentro de la puesta en escena, el diseño espectacular de escenografía es obra del multifacético Nuñez Di Croce junto a Mauro Puppo.
Conclusión de“Un hombre peligroso”
En resumen, es una obra increíble, con una puesta muy cinematográfica. Tiene un poco de todo: misterio, intriga, suspenso, con algunos toques de amor y humor.
Es destacable la puesta en escena, todo está cuidadisimo, hasta el más mínimo detalle. Más la acertada dirección a pura dinámica del elenco, quien da todo para crear personajes reales. Un ambiente tan mágico que nada es lo que parece y la línea entre la ficción y la realidad es casi invisible.
La conjunción de todos estos elementos logra crear, en el seno de este centro cultural, una atmósfera inquietante y atrapante que convierte esta obra en algo imperdible.