El pasado jueves, el gobierno de Joe Biden anunció que rechazará ante la Corte Suprema de Justicia las restricciones realizadas por el Tribunal Federal de Texas sobre la píldora abortiva mifepristona, cuyo acceso es limitado por una perspectiva antiaborto.
La confrontación entre funcionaries no es nueva en Estados Unidos. Hace un año la Corte Suprema de Justicia anuló la sentencia del caso Roe contra Wade, un hecho histórico que determinó el derecho al aborto en todo el país desde 1973.
A partir de dicho fallo, grupos antiborto intentaron que vuelva a ser ilegal. Algo que en la actualidad está siendo posible gracias a una Corte Suprema integrada por una mayoría republicana y conservadora.
En ese sentido, a través de su cuenta de Twitter, el presidente del país norteamericano aseguró que si se deja seguir el curso antiaborto, el próximo paso será su prohibición en todo el territorio. Cabe mencionar que les funcionaries republicanes prometieron convertir en ley dicha medida.
La apelación del Gobierno contra la Corte
Según el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, el Gobierno irá a la Corte con el propósito de defender el juicio científico de la Administración de Medicamentos de Estados Unidos. Asimismo, tiene que ver con la protección del acceso de les estadounidenses a una “atención reproductiva segura y eficaz».
Hasta el momento, el Gobierno solicitó que se mantenga el acceso completo a la píldora mientras continúa el caso en los tribunales.
Para el tratamiento del mismo se remitió al magistrado Samuel Alito, quien se encarga de llevar adelante asuntos de emergencia en la Corte estadounidense. Asimismo, está previsto que el juez informe sobre el tema al conjunto de les magistrados.
La decisión de aplicar el derecho al aborto está ahora a cargo de los estados. De este modo, algunos ya comenzaron a implementar restricciones y se estima que unos 26 podrían ilegalizarlo.
Una postura antiaborto
La apelación surgió luego de que el juez Matthew Kacsmaryk retirara la autorización a nivel nacional para comercializar la mifepristona. Sin embargo, debido a la acción del gobierno, por ahora el fallo quedó en suspenso. Esta medida fue impulsada por una coalición de médiques y organizaciones antiaborto.
En su dictamen, Kacsmaryk adoptó el lenguaje utilizado por les opositores al aborto, y se refirió a los proveedores de servicios de interrupción del embarazo como “abortistas”. Además, sostuvo que el fármaco es utilizado para “matar al ser humano por nacer”.
A su vez, también hubo un fallo del tribunal de Louisiana que si bien no prohibió el uso de la píldora, endureció algunas normas. Eso implicó la necesidad de que las mujeres tengan que pasar por una cita médica para recibir el medicamento. Asimismo, se impuso el limite de 7 semanas de gestación para realizar el aborto, mientras que antes estaba permitido hacerlo hasta la décima semana.
Opiniones distintas
Un juez federal de Washington sostuvo que la Administración de Alimentos y Medicamentos debe mantener disponible la píldora abortiva en al menos 12 estados liberales.
Ante lo sucedido, Joe Biden declaró que luchará contra el fallo que suspende el uso de la mifepristona, calificándolo como “un paso sin precedentes para quitarles las libertades básicas a las mujeres y poner en riesgo su salud”.
Por su parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos, les investigadores y el fabricante de medicamentos aseguraron que décadas de experiencia demostraron que el medicamento es seguro y efectivo cuando se usa de acuerdo a lo indicado.
En tanto, el ex mandatario, Donald Trump, y parte de les republicanos no omitieron opiniones al respecto, ya que estiman que las mismas podrían significar un costo político en las urnas.
Quien sí emitió su parecer fue Mike Pence, vicepresidente en la gestión de Trump. “Soy Pro-Vida y no me disculpo por ello. No podría estar más orgulloso de ser parte de una administración que nombró a tres de los jueces que anularon Roe v. Wade”, expresó en una entrevista en el medio Fox News.