El Fondo Monetario Internacional (FMI) difundió el pasado martes el informe de Expectativas Económicas Mundiales para este 2023, denominado “A Rocky Recovery”, en el que sus previsiones para Argentina no son para nada esperanzadoras.
El mismo consiste en un análisis del comportamiento económico de los países miembros, los desafíos de la economía internacional y la proyección de crecimiento a nivel nacional y global.
En cuanto a nuestro país, el organismo de crédito anunció la reducción de las expectativas de crecimiento para el corriente año. Debido a los efectos de la sequía en la economía nacional, la proyección del crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) pasó de 2% en el informe de enero a 0,2% en el actualizado.
Cabe recordar que la Argentina mantiene el Acuerdo de Facilidades Extendidas con el FMI, surgido de una negociación para refinanciar la deuda contraída en 2018. En base a este acuerdo, la política económica del gobierno de Alberto Fernández está subordinada a las exigencias del Fondo.
Por esta razón, la organización Autoconvocatoria Deuda llamó a una jornada federal de lucha contra el organismo de crédito este miércoles. En el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), se concentraron a las 14 en el Obelisco, desde donde marcharon hacia Plaza de Mayo. “A 40 años del fin de la dictadura, queda claro que no hay democracia ni derechos con el país sometido a la deuda y el FMI”, expresa el reclamo.
Las proyecciones y exigencias para Argentina
Las duras condiciones climáticas que golpearon los campos argentinos durante los últimos meses causaron un fuerte impacto en el rendimiento económico del país. La caída en las exportaciones agrarias y agroindustriales significó una pérdida de divisas de alrededor de 20 mil millones de dólares, según la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
Debido, en principio, a esta situación, el FMI corrigió la expectativa para Argentina y estableció un retroceso transitorio del crecimiento en 2023 (0,2%), en comparación a la suba del 5,2% en 2022. Esto coincide con la estimación realizada por el Banco Mundial, que pronosticó un crecimiento neutro para el país. No obstante, la economía volvería a recuperarse y crecería un 2% en 2024.
Por otra parte, el análisis económico del Fondo llevó a la actualización de la cifra de inflación de este año, que rondará el 88%. Antes del informe, estimaba una cifra inflacionaria del 60%, en línea con lo proyectado en el Presupuesto para 2023 aprobado por el Congreso.
En este sentido, Petya Koeva Brooks, del departamento de investigaciones del FMI, reflexionó sobre las medidas para combatir la inflación y sostuvo “la importancia de las políticas macroeconómicas, de que se tengan políticas monetarias contractivas y estrictas que vayan de acuerdo con lo que hay en el programa con el FMI, y que serían de especial importancia para revertir la situación”.
Durante la Cuarta Revisión del programa con el FMI se acordó, debido al daño económico causado por la sequía, modificar a la baja las metas de reservas internacionales en el Banco Central. La meta del primer trimestre disminuyó en 3600 millones de dólares, aunque las medidas económicas son vigiladas de cerca por el organismo, que exige un ajuste para disminuir el déficit fiscal.
Las expectativas económicas mundiales
El FMI anunció la desaceleración pronunciada del crecimiento en el mundo, sobre todo en algunas economías avanzadas. La estimación de crecimiento global se redujo a 2,8% para 2023 y 3,0% para 2024, luego del aumento del 3,4% el año pasado.
Las proyecciones para este año son las menores desde la recesión mundial de 2001, a excepción de la crisis por la pandemia de 2020 y la crisis financiera mundial de 2009.
Según explica el texto, esta tendencia se debe a las consecuencias del conflicto ruso-ucraniano en el mercado internacional, la volatilidad de los mercados financieros (demostrada tras la quiebra del Silicon Valley Bank y la caída de la banca Credit Suisse) y la implementación de políticas monetarias restrictivas para combatir la inflación.
Con respecto al informe de enero, el Fondo también modificó los pronósticos de crecimiento de otros países además de Argentina. Por ejemplo, en el caso de Estados Unidos, aumentó de 1,4% a 1,6%. En tanto, la estimación correspondiente a Japón se redujo a 1,3% y la de Alemania se situó en -0,1%, lo que implica una leve recesión en el país europeo.