Diversas entidades encargadas de agrupar a profesionales de la salud hicieron un llamado a comunicadores y periodistas para que realicen su labor con mayor responsabilidad.
La convocatoria fue efectuada en el marco de las declaraciones emitidas por la periodista Laura Di Marco, respecto de posibles problemas de salud de Florencia Kirchner.
La comunicadora fue entrevistada por Viviana Canosa en el canal La Nación+. En ese contexto, analizó varias imágenes de la hija de la actual vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
Un “diagnóstico” imprudente
La conductora del programa +Viviana y su invitada dialogaron acerca de la salud de Florencia. La entrevistada realizó comentarios en los cuales, a partir de visualizaciones de fotos, realizó un “diagnóstico” sobre su bienestar.
Mientras en la pantalla gigante del estudio de La Nación+ se sucedían las imágenes de la protagonista de la “noticia”, ambas comunicadoras asumieron un rol propio de especialistas de la salud.
Se trataban de imágenes que Florencia Kirchner había posteado en su cuenta de Instagram, actividad que es habitual en la hija de la ex mandataria y la cual no habilita a terceres a pronunciarse acerca de su aspecto físico.
Comentarios propios de médicos especialistas
Según la Asociación Colegio de Psicoanalistas de Santa Fe, la periodista Laura Di Marco, emitió al menos siete afirmaciones diagnósticas y etiológicas. Estas son: adicción, abuso, anorexia nerviosa, psicopatía, narcisismo patológico, bipolaridad e intento de suicidio.
La totalidad de las afirmaciones efectuadas por la entrevistada eran respaldadas únicamente por imágenes de redes sociales. Desde la entidad expresaron que “cada una de estas clasificaciones, ya sea de índole diagnóstica o por hechos acontecidos, en manos de un/a profesional de salud mental, sería el resultado de un trabajo minucioso”.
En ese sentido, destacaron que para arribar a esas conclusiones sería necesario la utilización “de una batería de elementos diagnósticos, formulada después de un lapso variable de tiempo de estudio y análisis”.
Aún así, bajo esas condiciones advirtieron que los resultados obtenidos “serían siempre provisorios y en continua revisión”. En este marco, les profesionales criticaron duramente tanto a la anfitriona del programa como a su invitada, por la liviandad con la que efectuaron sus afirmaciones.
Efectos negativos de una irresponsable difusión mediática
Desde la Asociación Colegio de Psicoanalistas de Santa Fe sustentaron sus críticas en base a dos factores. En primer lugar, explicaron que el desempeño de periodistas que actúan como si estuvieran capacidades para hacerlo “banaliza el ejercicio de las profesiones vinculadas con la salud mental”.
En segundo lugar, objetaron que los comentarios imprudentes “estigmatizan al sufrimiento mental sentenciando a quienes lo padecen”. Por último, hicieron una observación de las opiniones reduccionistas de Di Marco. En relación a sus palabras, consideraron que “estas afirmaciones establecieron y ofrecieron una explicación causal acerca de fenómenos de una enorme complejidad”.
Sobre el tema, también se pronunció la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM). Al respecto, la institución remarcó que “los temas de salud deben ser tratados por profesionales de la salud y no por comentadores o periodistas”.
Acciones administrativas
Diversos organismos gubernamentales hicieron eco sobre el tema, como la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual. Desde allí, advirtieron que sus “equipos técnicos están trabajando” en el caso.
Por su parte, la ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Ayelén Mazzina, presentó una denuncia ante el Ente Nacional de las Comunicaciones (ENACOM). Esta se basa en las expresiones “violentas, discriminatorias y agraviantes” emitidas durante el programa televisivo.A su vez, el vicepresidente de ENACOM, GustavoLópez, señaló que el canal LN+, donde se vertieron las expresiones, podría recibir una multa de importe significativo.