El viernes pasado se llevó a cabo uno de los recitales más esperados por les fanátiques del metal progresivo, quienes tuvieron una extraordinaria participación durante el evento. La banda Katatonia brindó su show en El Teatrito, ubicado en el barrio de Congreso, CABA.
La banda sueca visitó Argentina en el marco de su gira latinoamericana, que los llevó a distintos países como Chile, Brasil y México, donde incluyó a tres ciudades diferentes.
La presentación se da después de siete años de su último recital en el país con el disco Fall of the Heart, donde la apertura estuvo a cargo de la banda platense Dosel. El show de Katatonia inició después de las 21 hs con un recinto repleto de gente entusiasta.
El último disco de los suecos, bautizado Sky Void of Stars, se lanzó en enero de este año y está integrado por once tracks con excelentes críticas.
Un setlist corto pero potente
El primer tema del setlist fue “Austerity”, seguido de “Colossal Shade”, ambos forman parte del último disco.
De forma inmediata, la percepción ante el inicio de la ejecución del primer track denotaba que se trataría de una jornada espléndida por la potencia y claridad del sonido. algo que se mantuvo durante todo el show.
Si bien fue un evento disfrutable, el público no reparó en criticar el escueto setlist. Éste estuvo compuesto por quince temas, entre los cuales faltaron los clásicos que les fans esperaban escuchar. Sin embargo, esto pudo deberse a que el objetivo fue mostrar en vivo su trabajo más reciente.
Aparte de los dos temas nombrados, la banda interpretó “Opaline”, “Atrium”,y “Birds”, también parte de Sky Void of Stars. Asimismo, estuvieron presentes tres canciones del disco The Great Cold Distance, publicado en el 2006. Los elegidos fueron “Deliberation”, “July” y “ My Twin”. Está trilogía fue una de las más aclamadas.
El agite fue bastante constante en los dos últimos temas. El público no dejó de acompañar con aplausos y puños en altos. Fue durante “My Twin” que se pudo percibir el canto unánime por parte de los presentes.
Por otro lado, se incluyeron temas de City Burials, como “Behind the Blood” y “Untrodden”. Sobre el final se escuchó “Forsaker”, “Old Hearts Fall” y “Evidence”, con el cual Katatonia cerró su show.
En ésta oportunidad el recital fue corto. La duración se extendió apenas más allá de una hora, por lo cual pasó muy rápido.
En cuanto a su performance, la banda manejó el escenario de forma tranquila y segura gracias a los años de trayectoria que tiene la misma. A su vez, todos los integrantes ejecutaron de forma correcta sus instrumentos. En este marco, es muy destacable la calidad que emana la banda, a tal punto de sonar igual que en estudio.
La comunicación con el público se dió en pocas ocasiones. Jonas Renkse, voz de Katatonia, es el que más entabló diálogo con el público, durante esos momentos expresó el cariño por les fans. Asimismo, felicitó por la victoria del mundial y bromeó con respectos que Suecia no es bueno en ese deporte.
También hubo cierta interacción por parte del bajista, Niklas Sandin, quien propuso una manera distinta de arengar, no típica por estos lares, pero sí más conocida en el público europeo.
Les fans y el show
En distintos momentos del show se dió lugar a pequeños pogos entre el público, como en “Lethean”. Dicha práctica, en lo particular, no la esperaba tratándose de un subgénero más calmado. Ello hace evidente la forma del disfrute de parte de les presentes, que no paraban de revolear melenas y saltar en todo tema que sea más pesado. También estuvieron quienes disfrutaban de la música desde otro ángulo más relajado y con máxima atención a Katatonia.
Lo contraproducente con respecto a la parte delantera del público fue el afán de registrar a la banda, sobre todo en el inicio del show. Este hecho generó quejas por parte de las personas que se encontraban más alejadas del escenario, quienes no podían ver de manera correcta por la gran cantidad de celulares.
Dicho inconveniente es más notable por el recinto escogido para realizar el show. El Teatrito no es de los más idóneos en cuanto a su estructura. Esto se debe a que no existe algún tipo de variación en el piso que permita que el público alejado del escenario pueda observar el espectáculo cómodamente. Por último, también se destacó la poca ventilación del lugar.