En el marco del Día Mundial del Agua, celebrado el 22 de marzo, la Campaña por el Agua Limpia en las Escuelas (CALE) trajo consigo varias jornadas de visibilización y denuncia de la situación que viven los colegios de toda la República Argentina con respecto al agua. Dentro de esta problemática se destaca la mala calidad del recurso y la falta de respuesta del Estado como principal responsable.
Muchas instituciones educativas se ven permanentemente expuestas a distintos tipos de contaminantes que inciden en la calidad del agua que se utiliza para beber, higienizar y limpiar, según el comunicado oficial que emitió la campaña.
Docentes de paro
En paralelo a la campaña por el agua limpia en las escuelas, se encuentran los reclamos por las condiciones edilicias de las instituciones educativas. En este marco, la Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior (ADEMYS) convocó a un paro y marcha educativa para este jueves 30 de marzo.
El motor de la medida de fuerza es la crisis de infraestructura escolar que padecen las escuelas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), sumado al pedido de recomposición salarial.
Entre otras cosas, reclaman que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta no destina dinero para el arreglo de las escuelas, pero sí para colocar cámaras en las aulas, lo que aumenta la sospecha de persecución a les docentes. Es por ello que el gremio se concentrará en La Rioja y Caseros a partir de las 17.
Los reclamos en provincia
La CALE fue conformada hace dos años por personas particulares, asociaciones ambientales y organizaciones educativas. Sus integrantes exigen análisis integrales y físico-químicos del agua utilizada en las escuelas.
En este sentido, toman en consideración el hecho de que el Estado lleva a cabo exámenes bacteriológicos y limpiezas anuales en los tanques, pero deja afuera de su búsqueda metales pesados, agrotóxicos y metaloides como el arsénico. “Esto es funcional, al menos, con el modo de producción capitalista ecocida y genocida que contamina, enferma y mata”, señalan desde la campaña.
En este marco, Nota al Pie dialogó con Araceli Sívori, docente retirada y ex directora de escuelas rurales del distrito de Brandsen, que forma parte de la CALE. Al respecto, la entrevistada afirmó que, aunque aún no tuvieron respuesta por parte las autoridades, sí se logró un avance en la concientización.
Visibilización y denuncia
Las jornadas de visibilización cuentan con, además del comunicado de prensa para la comunidad, volantes e intervenciones variadas en las escuelas.
La entrevistada explicó que también se implementó un recursero para docentes, para que cuenten con una herramienta en el caso de que se presente una fumigación o se quiera abordar el tema con les estudiantes.
“Es muy complicado, muy difícil, porque en las comunidades donde más se dan estas situaciones, las familias de los chicos trabajan en esos campos y es complicado abordarlo”, agregó.
La Ley de Educación, la Ley General del Ambiente, la Ley de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, entre otras normativas, hablan del agua como un derecho humano. Ante esto, Sívori afirmó “ese acceso al agua del que hablan las leyes debe ser con agua de buena calidad, libre de cualquier elemento que la contamine”.
Además, remarcó: “Nosotros no tenemos la seguridad de que en nuestra provincia el agua sea potable”, en referencia a las consecuencias de las fumigaciones, los basurales y las distintas actividades industriales que contaminan ríos, lagos y distintas fuentes hídricas que sustentan al territorio.
El negocio, el agua y la salud
La entrevistada explicó que sus dudas surgieron por pensar en las actividades económicas que se llevan a cabo en las distintas regiones. En relación a ello, expresó: “Nos basamos en los estudios del agua que se llevaron a cabo en Pergamino, Marcos Paz, Mar del Plata y Exaltación de la Cruz”.
La utilización de agua contaminada es un factor principal en las afecciones de salud que sufren les habitantes. “Las personas van a las consultas médicas por un problema que es claramente producto del consumo de agua contaminada o por el efecto de fumigaciones, pero no se comprende rápidamente una relación entre las dos cosas”, afirmó Sívori.
Ante esta problemática, la campaña, que cuenta con el apoyo de médiques que buscan concientizar a las comunidades, también exige que se lleve a cabo una historia clínica socio-ambiental en estas regiones.
“La contaminación está en el agua, el aire y el suelo. El acceso al agua es un derecho elemental, básico y fundamental, y debemos obligar a las autoridades a que sean parte de esta lucha, hay que trabajar en conjunto con la comunidad en general”, enfatizó la docente.
Por otro lado, remarcó la importancia de que los estudios sean realizados en laboratorios fiables y ajenos a intereses económicos. “Sabemos que muchas veces hay determinaciones políticas para que esto no se haga visible, pero todos sabemos que se contamina”, denunció.
La campaña también acusa que no se detiene la producción y tampoco se busca otro modelo de desarrollo. “Esto es porque no se tiene al ambiente como parte fundamental de nuestra vida, pero el daño al ambiente es el daño a las personas”, concluyó Araceli Sívori.
Para los próximos meses, la campaña continuará con las jornadas mediante charlas y talleres en otros lugares de la provincia de Buenos Aires. También contará con la presencia de especialistas que trabajan con las comunidades, y conocen en primera persona lo que sucede con el agua en las regiones donde se utilizan agrotóxicos en la producción agropecuaria.