La línea de Contacto Violeta en Lengua de Señas Argentina (LSA) llegó a Rosario. En esa localidad santafesina, el Municipio implementó un servicio de atención y prevención en violencias de género para personas con discapacidad auditiva.
Para acceder a la línea, que depende de la Secretaría de Género y Derechos Humanos municipal, se puede enviar un mensaje de texto, realizar una videollamada espontánea o mandar un video en LSA.
El número telefónico es 341-5781509 y funciona las 24 horas todos los días del año. Una vez que se realiza el contacto, los equipos interdisciplinarios junto con intérpretes de LSA-E, abordarán las situaciones de vulnerabilidad que vivencian personas con discapacidad auditiva, como sordera o hipoacusia.
La implementación de la lengua de señas surgió como una necesidad. Así lo confirmó la directora de Atención y Prevención en Violencias de Género, Mariana Alonso. “Durante la pandemia tuvimos intervención en situaciones de mujeres sordas y pensamos cómo configurar servicios accesibles”, sostuvo.
Entonces, junto a la Dirección de Discapacidad capacitaron al personal para garantizar la asistencia a personas hipoacúsicas y sordas. Luego, pensaron en cómo adaptar el Teléfono Verde a mujeres y personas LGBTIQ+ con discapacidad auditiva que atraviesan situaciones de violencia de género.
Violencia de género en personas con discapacidad
En los casos que ingresaron a la Línea Nacional 144 entre enero y abril de 2020 se registraron 9692 “personas en situación de violencia”. De ellas, 238 personas agredidas o familiares presentes en el hecho de violencia relatado presentaban algún tipo de discapacidad.
Por otra parte, la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral (OAVL) explicó que según sus relevamientos el 15% de las encuestadas afirmaron que en el trabajo les solicitan favores sexuales a cambio de un beneficio laboral. Este número se duplica entre las encuestadas con discapacidad (33%).
En relación al acceso a la atención, un informe sobre Violencia de género y Discapacidad de la Línea 144 destacaba que, cuando los llamados eran de personas con ceguera o hipoacusia, sus grupos de pares o familiares realizaban el primer contacto. También, eran elles quienes cooperaban en la planificación de estrategias de acompañamiento o modificación de la situación de violencia de género.
Tras estos datos, se hace visible la necesidad de la incorporación de diferentes formas de inclusión comunicativa a la hora de prevenir y tratar la violencia machista.
Asistencia a mujeres sorda víctimas de violencia
Ante esta realidad, hay una organización que se encarga de asistir, acompañar y asegurar el acceso a la información en LSA a mujeres con discapacidad auditiva en situación de violencia de género. Se trata de Sordas Sin Violencia, activa desde 2015.
Al programa lo conforman mujeres oyentes y con hipoacusia, expertas en la utilización de la LSA. En diálogo con el medio de comunicación Red/Acción, relataron que en la comunidad de sordes de Argentina, hasta hace algunos años ni siquiera tenían señas para referirse a conceptos como “violencia de género” o “ni una menos”.
En este sentido, desde la organización acompañan a mujeres sordas en el tránsito de la denuncia por violencia de género. Pero además realizan campañas para visibilizar la importancia de que la perspectiva de género comunicativa también se piense para incluir la discapacidad auditiva.
Por ejemplo, en esa línea mantuvieron reuniones en 2022 con el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad bonaerense. El diálogo avanzó sobre la necesidad de incorporar estrategias para eliminar las barreras de accesibilidad en el acceso a la información, el acompañamiento y la atención del Estado para las mujeres y personas LGBTIQ+ sordas.
Rosario dio el primer paso de lo que será una de las próximas luchas en la equidad de derechos para las mujeres y personas de la diversidad sexual.