El pasado lunes tuvo lugar la ceremonia inaugural del III Foro Mundial de Derechos Humanos (FMDH23), la cual fue encabezada por el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, e importantes figuras. Entre ellas, estuvieron presentes Fernanda Gil Lozano, directora del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH)-UNESCO, y Horacio Pietragalla Corti, Secretario de Derechos Humanos de la Nación.
El FMDH23 finalizará el 24 de marzo, en el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Las actividades se distribuirán en cuatro sedes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA): el Espacio de Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA); el Centro Cultural Kirchner; la Facultad de Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires; y la sede de la Comisión Nacional de Energía Atómica.
Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo y Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz y presidente honorario del Foro, también participaron en el evento de apertura en el CCK. El activista y profesor argentino habló sobre la importancia de la “democracia participativa” y de la necesidad de “hechos concretos para avanzar en las políticas públicas”.
En su discurso, Pérez Esquivel volvió a denunciar el golpe de estado en Perú, y advirtió que los derechos humanos están en peligro. Además, destacó la importancia de tener objetivos comunes.
La ceremonia inaugural del FMDH23 inició con un emocionante concierto de bienvenida, que contó con la participación de reconocidos músicos como Jairo, Benito Cerati, Mocchi, Emmanuel Horvilleur, Lula Bertoldi y León Gieco, entre otres. En la primera jornada, una gran cantidad de público asistió a las cuatro sedes.
En su intervención, el Presidente de la Nación señaló que la celebración del III Foro Mundial de los Derechos Humanos en Argentina tiene un significado especial para el país, ya que el pueblo argentino hizo de los derechos humanos una verdadera política de Estado.
En la ceremonia también estuvo presente la Asociación de Mujeres Afectadas por las Esterilizaciones Forzadas en Perú (AMPAEF). Nota al Pie dialogó con Rute Zúñiga, una de sus presidentas. “Vamos a estar proyectando un video sobre el caso y a solicitar firmas de apoyo a las víctimas y exigencia hacia el Estado peruano por las reparaciones integrales” señaló.
La lucha por la verdad y la reparación
Zúñiga fue una de las 300.000 mujeres que fueron esterilizadas a la fuerza en Perú durante la dictadura de Alberto Fujimori. En su búsqueda de justicia, presentó una demanda ante el Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW).
El 10 de febrero de 1999, un grupo de trabajadores de la salud visitó la casa de Rute en el poblado de Limatambo, cerca de Cusco. La obligaron a acompañarlos en ambulancia al centro médico de Anca, a una hora de distancia, con la excusa de vacunar a su cuarta hija recién nacida, Ruth.
A pesar de haber rechazado previamente la esterilización, fue llevada a una sala donde la desnudaron, la vistieron con una bata y la inmovilizaron a la fuerza, atándole una pierna a la camilla. Luego de varios forcejeos, el médico la anestesió para superar su resistencia.
Tras la intervención, la colocaron en el suelo de una sala contigua, junto con el resto de las mujeres esterilizadas. Ella no había firmado ni consentido el procedimiento. Zúñiga tuvo que quitarse los puntos sola en su casa y desde entonces sufre graves dolores abdominales que le impiden realizar esfuerzo físico.
“Necesitamos exponer la situación de las Víctimas de Esterilizaciones Forzadas en el Perú, necesitamos visibilizar nuestros derechos”, sostuvo Rute, quien junto a la AMPAEF formó parte de un panel que se brindó en el Espacio de Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA) este martes por la mañana. En el mismo se visibilizaron testimonios de víctimas de esterilización forzada y sus procesos de vida después del hecho.
Además, se describieron los métodos utilizados por la dictadura de Fujimori y se resaltó el sufrimiento que experimentaron durante 25 años de lucha y resistencia por la verdad, justicia y reparación. La actividad, llevada a cabo por la AMPAEF, fue un espacio de denuncia y visibilización de las víctimas de esterilización forzada en Perú, que aún continúan buscando justicia y reparación por los hechos sucedidos durante la dictadura.