En 2006, el manga Fairy Tail comenzó su publicación en la revista Shönen Magazine de la editorial Kodansha. Esta obra consagró a Hiro Mashima como escritor de historias que apuntan a un público joven. Los elementos típicos se mezclan para crear una aventura que, arco a arco, propone una especie de renovación que resulta en un ritmo que se disfruta.
La serie concluyó en 2017, once años después, con un total de 545 capítulos que fueron recopilados en 63 volúmenes. Más tarde, la obra de Mashima explotó fuera de las tierras niponas y se volvió furor en varios países, inclusive Argentina.
Unirse al gremio
Lucy Heartfilia es una maga de espíritus celestiales que busca unirse a un gremio. El objetivo es Fairy Tail, una agrupación de magos que ostenta fama de ser bastante problemática. Durante su viaje hacia el reino de Fiore, se cruza con Natsu Dragneel, un mago de fuego que se encuentra en su propia búsqueda. Junto a Happy, un pequeño gato compañero del mago, Lucy llegará a destino.
Para Lucy, Fairy Tail es un gremio ideal, sobre todo por las ideas que toma de una revista que lee, la cual funciona como publicidad. Claro que, al conocer a todos sus ídolos del conjunto, esa imagen se chocará con la cruda realidad: son en verdad un desastre. Ahora, como parte de Fairy Tail, Lucy se unirá a Natsu y a Happy para cumplir diferentes encargos y ganarse la vida.
Las claves del éxito
En los Shönen de fantasía, la aventura suele estar acompañada, en muchos casos, de aspectos fantásticos. Sin embargo, hay varias claves para lograr el éxito. Hiro Mashima entendió cómo funcionaba esto y decidió crear una historia que en su génesis fuera pequeña, incluso que pudiera durar pocos episodios. De esta manera nace Fairy Tail.
El trío protagonista se conforma por un muchacho con una fuerza ridícula y una habilidad graciosa: un mago de fuego que puede comerse las llamas. A él lo acompaña su pequeño gato mágico parlante Happy, quien además funciona como origen de productos de peluches.
Para completar el tridente protagonista se encuentra Lucy, quien tiene una visión más “realista” de cómo deberían ser las cosas. Esto se da porque es a través de sus ojos que las y los lectores conocerán este mundo. La chica no es ninguna inocente y, más de una vez, utiliza sus atributos para conseguir lo que se propone.
Luego de la introducción, Mashima nos presenta Fairy Tail, un gremio desastroso, manejado por un hombre que desprecia las reglas de sus superiores. Esta dinámica es la responsable del comportamiento de los miembros. También descubrimos cómo se ganan la vida: toman encargos publicados como fuente de trabajo. Y es aquí donde el autor da el golpe maestro.
Segmentación de la historia
Los arcos argumentales de Fairy Tail se dividirán por los encargos que los protagonistas tomen, marcando, de esta forma, un ritmo específico. Esto no sólo proporciona a las y los lectores una expectativa, si no que también da al autor, la posibilidad de limitar la narrativa, en caso de que las ventas no funcionen. Algo que puede funcionar como solución ante cualquier mandato editorial.
A partir de aquí, los arcos se dividirán por misiones, y permitirá que de a poco, la historia vaya evolucionando. En un comienzo serán sencillas misiones, y con el tiempo, también chocarán con otros gremios a medida que el mundo se va expandiendo. Esta segmentación también puede impactar de forma negativa, si los arcos no se desarrollan bien, y hacen correr al autor peligro de repetirse.
La llegada a la TV
El éxito de la obra hizo que Fairy Tail tenga varias adaptaciones al anime. La primera se produjo de 2009 a 2016 a cargo del estudio A-1 Pictures (Sword Art Online). De forma posterior, entre 2018 y 2019, una segunda serie fue producida por CloverWorks (Darling in the Franxx). Entre ambas iteraciones, sumaron un total de 328 episodios.
En Argentina la serie puede ser vista mediante la plataforma HBO max. En la actualidad, el manga de Fairy Tail está siendo publicado por Editorial Ivrea quienes llevan editados 42 de los 63 tomos que conforman la colección. Cada número en Argentina tiene el formato de los originales japoneses.