El 4 de octubre, cuatro mujeres mapuches fueron detenidas en Villa Mascardi, Río Negro. Hoy, cinco meses después y pese a los pedidos de excarcelación rechazados, siguen exigiendo su liberación. Cabe mencionar que junto a las presas están sus 11 niñes cumpliendo prisión domiciliaria en Bariloche.
Nota al Pie dialogó con una de las detenidas, Celeste Huenumil. La misma remarcó la importancia de sostener el reclamo por su libertad. “Estamos siendo criminalizadas por defender nuestro territorio, por recuperarlos y por defender nuestra espiritualidad”, sostuvo.
En su relato, Celeste enfatizó en que la realidad del pueblo mapuche es igual que hace siglos atrás. Son desplazades de sus territorios, marginades y relatades bajo términos que construyen en el imaginario social una mirada estereotipada sobre estas comunidades. En este sentido, expresó: “Ellos dicen que nosotros somos usurpadores de la tierra”.
“Los medios hegemónicos también ayudaron mucho porque ahora en vez de bárbaros somos violentos, que es cómo volver a la antigua, tira piedras terroristas”, sostuvo.
Su último día en libertad
Celeste recordó cómo fue ese 4 de octubre cuando el Comando Unificado creado por el gobierno Nacional las detuvo. La detención ocurrió durante un desalojo a las familias mapuches que resistían por la recuperación de sus tierras.
“Yo soy una de las primeras que agarraron, empezaron a decir “tirense al suelo o las matamos” y mientras decían eso estaban disparando”, recordó. Y continuó: “Me tiré al suelo porque estaba con mi bebé de un mes, mis otros hijos de cinco y de 9 años. Cuando yo me fui a tirar al suelo la más grande de nueve años, ella salió corriendo”.
Su hija fue una de les niñes que permanecieron escondidos en el monte por más de 16 horas. Las mujeres detenidas fueron, en general, las que no pudieron correr porque tenían en brazos a sus bebés de meses. Este fue el caso de la autoridad espiritual de la comunidad Lafken Winkul Mapu, la Machi.
“La Machi (Betiana Colhuan) estaba a medio metro de la casa donde entraron y tiraron una bomba lacrimógena que hizo una explosión dentro de la salamandra. Y bueno, estaba su bebé de 4 meses en ese momento y su hijo Nemu de cuatro años”, detalló.
Desde ese momento inició el pedido por su libertad. El caso de Romina, una de las detenidas, despertó la indignación de organismos de Derechos Humanos. Al respecto, Celeste aseguró que “A Romina, que estaba de 40 semanas de embarazo, la arrastraron por toda la ruta y la llevaron a un hospital”. La violencia institucional, obstétrica y la crítica social sufrida por esta mujer, impidieron que tenga parto respetado y dentro de su espacio de pertenencia.
La situación de la Machi
La Justicia rechazó todos los pedidos presentados por la defensa de las mujeres mapuches. En este sentido, afirman que Colhuan se expone a una pena que podría resultar de ejecución condicional. Es decir, por debajo de los tres años de prisión.
“En la actualidad seguimos siendo nosotras las mujeres, y nuestros hijos, criminalizadas. Seguimos siendo hostigadas por este Estado racista porque todo un comando estaba armado por el odio racial desde este país”, sostuvo.
Cómo sigue la lucha
Celeste aseguró que la lucha del pueblo mapuche seguirá en pie e hizo un llamado a la sociedad para que tome conciencia. “Que valore la vida y lo que hay, lo que tenemos en nuestra tierra, nuestra agua. Y que ojalá que valore también nuestra lucha, que es una lucha de todos somos igual que todos”
A su vez, expresó: “Ojalá que la machi pueda volver”. Para finalizar, pidió: “Que se termine el Comando Unificado, que se termine la represión y la dolencia hacia las comunidades de toda la Argentina. Por territorios libres y dignos para todos los que nos merecemos un buen vivir”.