La reciente quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) se ha convertido en la más importante desde la crisis financiera de Lehman Brothers de 2008. La entidad fue cerrada el pasado viernes por el Gobierno de los Estados Unidos con el fin de proteger los depósitos de sus clientes y será reabierta el próximo lunes bajo control federal, según confirmó Télam.
Como consecuencia de la quiebra del SVB miles de startups tecnológicas, o empresas emergentes tecnológicas, no podrán pagar los salarios a sus trabajadores. Esto debido a la imposibilidad de retirar los fondos que tenían depositados en la entidad.
El quiebre afecta a pequeñas empresas
Una de las primeras en verse afectada fue la proveedora de pagos de sueldos Rippling. La misma notificó a sus clientes que el procesamiento de los mismos debió verse paralizado debido a que el SVB oficiaba de intermediario.
Sin embargo, Rippling no es la única que se vería afectada, ya que el desplome del SVB afectaría a una gran cantidad de empresas tecnológicas que trabajaban y eran clientes de Silicon Valley.
Según explicó Grego Martin, fundador de la firma de inversiones Liquid Stock, a la agencia Bloomberg: “Más de la mitad de las empresas tecnológicas tenían el grueso de su dinero en SVB y todas tendrán que pagar salarios desde principios de la semana próxima”.
En ese contexto, algunos CEO de estas pequeñas y medianas empresas han decidido recurrir a ahorros personales para pagar a sus empleades, mientras que otras evalúan medidas más drásticas que incluyen realizar despidos.
Asimismo, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC), autoridad federal depositaria de los fondos del banco, reabrirá las operaciones de la entidad el próximo lunes.
La caída del Silicon Valley Bank
La entidad bancaria fue fundada hace 40 años. Durante su trayectoria se había focalizado en clientes de startups de Silicon Valley, pequeñas empresas a las que los grandes bancos suelen negarse a prestarles dinero. En tanto, su quiebre comenzaría a gestarse el pasado jueves.
Un día antes, el miércoles, su CEO, Greg Becker, envió una carta a les accionistas del banco. En ella, Becker les indicaba que la entidad había sufrido una serie de pérdidas de al menos US $1.800 millones en el primer trimestre y que, ante ello, planeaba realizar una colocación acelerada de acciones de otros US $1.750 millones para enmendar su posición de capital.
Otras de los hechos que contribuyó al quiebre del SVB fue que la entidad se vio afectada por el cambio repentino en las condiciones monetarias estadounidenses. En 2021, en un contexto de tasas ultra-bajas por el Sistema de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) las empresas apoyadas por firmas de capital de riesgo lograron financiarse por un récord de US $330.000 millones.
En ese marco, el banco tomó miles de millones de dólares en depósitos aumentando de US $61.000 millones a finales de 2019 a US$189.000 millones a fines de 2021. En efecto, el SVB, confiando que las tasas ultra-bajas no cambiarían, decidió colocar más de la mitad de sus activos en bonos a largo plazo del Tesoro con un rendimiento de cerca del 1,63% anual.
A dicho cóctel se sumó una inflación del 9,1% en los Estados Unidos, el máximo en 40 años. Situación por la cual la FED realizó uno de los ajustes monetarios más importantes de la historia, llevando a dicha tasa a una categoría del 4,75% y el 5%, razón por la cual los bonos perdieron buena parte de su valor original.
En efecto, la suba de tasas generó una grave caída de los depósitos de SVB y el banco tuvo que vender a pérdida sus devaluados bonos.
Además, luego de conocerse la carta de Becker, se generó una grave corrida bancaria en la que tanto inversores como ahorristas intentaron extraer cerca de US$ 42.000 millones en menos de 24 horas.
Dicho retiro fue impulsado por las mismas firmas de capital de riesgo, quienes, tras conocer la noticia el día miércoles, aconsejaron a las startups retirar los fondos del banco ante el posible riesgo de quiebra.
A su vez, según confirmaron las autoridades federales, al momento de su cierre el banco registraba un balance negativo de US $958 millones.
También el Banco de Inglaterra anunció que declarará como insolvente a la filial de SVB en dicho país y que devolverá los ahorros asegurados por una suma total de hasta US $102.000 por depósito.
El impacto en el mercado de criptomonedas
La caída del SVB también impactó en el mercado de criptomonedas, aunque a menor escala. Circle, emisora de la stablecoin USD Coin, había revelado que tenía depositados US $3,3 mil millones de sus US $40.000 millones de reservas en el Silicon Valley Bank.
En ese aspecto, aunque dicha empresa confirmó a sus clientes que continuará operando con normalidad, el temor se extendió a otras como Binance y Tether, quienes tuvieron que publicar una serie de comunicados afirmando de que no estaban en riesgo tras el quiebre de SVB.