En el día Internacional de la Mujer Trabajadora las feminidades no quieren ni flores ni bombones, sino derechos e igualdad. Este 8M se vive el séptimo paro feminista y se realizarán marchas en todo el país.
Las mujeres y disidencias no quieren felicitaciones ni regalos. Si no que reclaman por tener trabajos igual pagos que los hombres, por no encargarse solas de las tareas de cuidado, por no ser las más empobrecidas, por llegar a salvo a sus casas y por que sus parejas no las violenten.
Al reclamo contra los femicidios y travesticidios se añade el pedido de aparición con vida de Tehuel de la Torre, a días de un nuevo aniversario de su desaparición. Además, la real implementación de las leyes de ESI, de aborto y Micaela también forman parte de los ejes de lucha.
Ni una menos
Las cifras de femicidios y travesticidios registradas por el Observatorio “Mujeres, Disidencias, Derechos”, de Mumalá, registraron 1808 femicidios desde el primer ni una menos hasta el 2022. Y en relación a lo que va del año han relevado 39 asesinatos por odio de género y 93 intentos.
De esos crímenes el 65 por ciento fue cometido por parejas o ex parejas. En cuanto a las víctimas, la edad promedio fue de 41 años; el 13 por ciento de ellas había denunciado a su agresor. Y todas las que denunciaron tenían medidas de restricción que no fueron suficientes.
A causa de esta violencia machista 26 niñes se quedaron sin madres. Por otro lado, desde los feminismos hacen hincapié en que para las mujeres los hogares no son seguros, esto se debe a que el 66 por ciento de los femicidios fueron cometidos en la vivienda de la víctima.
Por su parte, desde la organización Mumalá presentaron, por tercera vez, el proyecto de ley para declarar la Emergencia en Violencia de Género. Además, aseguraron que “esta evidente crisis de violencia de género que vivimos en nuestro país se profundiza por la dependencia económica con nuestros agresores”.
Justicia machista
Otro eje de lucha es el pedido de una reforma judicial con perspectiva transfeminista. Esto busca evitar los fallos misóginos por parte del Poder Judicial. Es decir las sentencias cargadas de estereotipos, las que cuestionan a las víctimas y las que no contemplan las desigualdades.
“Con esta justicia no hay derechos ni democracia”, sostienen desde el colectivo Ni una Menos, y agregan: “ Paramos para transformar la justicia patriarcal, clasista, racista, corporativa y antidemocrática”. “¿Cómo frenamos y transformamos la justicia patriarcal?”, se preguntaron desde dicha agrupación.
Por su parte, desde la comisión organizadora del 36º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias pidieron la libertad de las presas mapuches. “Las mujeres mapuche presas nos han pedido acompañar una campaña en las redes para reclamar su libertad”, manifestaron.
Desigualdad y tareas de cuidado
Por otro lado, la crisis económica que atraviesa Argentina no es ajena a las desigualdades sino que las acrecienta. “Somos la población más pobre, la más precarizada y desocupada”; aseguraron desde Mumalá y agregaron que “nuestras tareas de cuidado domésticas y comunitarias siguen sin ser reconocidas”.
Según un informe del Ministerio de Economía de la Nación, las mujeres tienen ingresos 24,5 por ciento inferiores a los varones. El “techo” y la “pared de cristal”, son factores que les impiden crecer en el ámbito laboral u ocupar cargos históricamente masculinizados.
El informe, titulado “Más mujeres para el desarrollo argentino”, también explica que las desigualdades se agravan en el caso de las trabajadoras informales. Ellas perciben un 34,5 por ciento menos que sus pares varones, por lo que sus ingresos son los más bajos de toda la economía.
Otra cuestión que empobrece a las mujeres es la doble jornada laboral, en relación al trabajo doméstico invisibilizado. Al respecto, un informe de Ecofeminita del tercer trimestre de 2022, asegura que “señala que: del total de personas que realizan tareas domésticas, un 70 por ciento son mujeres y un 30 por ciento son varones”.