El canciller alemán Olaf Scholz mantuvo, el último viernes, una reunión con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. En dicho encuentro discutieron sobre los costos que trajo la guerra entre Rusia y Ucrania para Alemania. Sin embargo, los mandatarios no se pusieron de acuerdo sobre la situación que vive el país europeo.
Según el presidente estadounidense, las transformaciones emprendidas por el canciller alemán durante 2022 han sido complejas. “Usted ha impulsado cambios históricos en su país, como el aumento de los gastos de defensa y el desvío de las fuentes de energía rusas. Sé que no ha sido fácil. Ha sido muy difícil para usted”, expresó Biden a Scholz.
Sin embargo, el canciller alemán aseguró, días después en una entrevista para un canal internacional, que los problemas internos han sido más fáciles de superar de lo que cree el presidente de Estados Unidos.
“Nos independizamos del suministro de gas, carbón y petróleo de Rusia. Nadie esperaba hace un año que nuestra economía pudiera sobrevivir fácilmente a una situación en la que Rusia ya no suministra gas a Alemania y a muchas partes de Europa”, indicó Scholz; y remarcó: “Pero lo hicimos”.
Las tareas de Scholz
Entre las políticas que Scholz defendió, nombró como las principales el aumento de importaciones de gas licuado desde los puertos europeos y la construcción de nuevas terminales portuarias. Además, remarcó que la generación eléctrica se incrementó a partir de las operaciones extendidas de las plantas de carbón y las centrales nucleares.
En ese marco, habló sobre el gasto total de 300 mil millones de euros que utilizó el gobierno alemán para estabilizar la economía ante la inflación y el aumento de los precios de la energía. “No hay crisis económica en Alemania ni escasez de gas o algo así”, aseguró el canciller.
Desarrollos en el área militar y un retroceso en lo energético
Sobre el suministro de armas, equipos y municiones al Ejército, Scholz expresó que es necesario “que la industria lance la producción”. En esta línea, el gobierno alemán acordó un fondo de 200 mil millones de euros en el Parlamento destinado a que “se puedan tomar decisiones necesarias para el suministro a largo plazo”.
“Mi idea es que debemos cambiar la forma de manejar la industria de defensa”, indicó el canciller. Y agregó: “Es nuestra necesidad y la aprendimos de la guerra en Ucrania”.
Además desarrolló: “Necesitamos un suministro permanente, así que las armas que usamos deben ser fabricadas todo el tiempo”. Esto “también se refiere a todo el mantenimiento necesario y a las municiones”, aclaró.
Previamente al estallido del conflicto, más precisamente en mayo de 2021, se aprobó un plan para reducir los niveles de contaminación y alcanzar la neutralidad climática para 2050. De este modo, Alemania pretendía apostar cada vez más por las energías renovables.
Sin embargo, a causa de la crisis energética como consecuencia del conflicto bélico, el país europeo dio luz verde al reinicio de operaciones en termoeléctricas alimentadas por carbón que se encontraban en desuso.
Un guiño de Biden al Gobierno alemán
Respecto al apoyo militar que Alemania le dio a Kiev, Biden le reconoció a Scholz la valía de haber dado “un paso al frente para proporcionar un apoyo militar crítico”. Además, aseguró que “el apoyo moral que ha brindado a los ucranianos ha sido profundo. Profundo”.
En ese marco, el mandatario estadounidense celebró la capacidad de ambos países para que la Alianza sea “más fuerte y capaz”. En la misma línea, Scholz aseguró que es sumamente importante actuar “juntos” debido a la “amenaza peligrosa para la paz” que representa Rusia.
El canciller alemán afirmó que era “muy importante” enviar un “mensaje” a Ucrania de que “seguiremos apoyándola todo el tiempo que haga falta”.