En 2018 en el sitio web ComicWalker, de la editorial Kadokawa, comenzaba a serializarse el manga Mieruko-Chan. Escrita y dibujada por el autor Tomoki Izumi, esta historia escolar narra la vida de una chica que tiene la habilidad de ver espíritus y otros entes sobrenaturales. Sin embargo, lejos de ser del género horror, presenta muchos rasgos de comedia.
Las plataformas web de las editoriales japonesas, son un gran sitio de pruebas para obras que no saben si tendrán éxito al imprimirlas en papel. Una comedia de terror reúne un género de nicho con otro masivo, y es a esto a lo que apunta Mieruko-Chan. Su éxito la llevó a ser impresa en tomos recopilatorios de los que ya lleva 8, e incluso fue adaptada al anime.
Parecer normal a toda costa
Mieruko Yotsuya (Miko, para sus seres queridos) es una chica de secundaria que, de repente, comienza a ver cosas horribles. Fantasmas, espíritus, maldiciones, apariciones terroríficas se presentan frente a ella en todos lados. Miko decide que, si quiere llevar una vida normal, pese al terror que le inspiran estas apariciones, debe ignorarlas.
De esta forma, comienzan los intentos titánicos de esta chica por limitar la incidencia de estas perturbaciones en su día a día y frente a los demás. El problema es que su mejor amiga Hana, parece atraer espíritus como si de un imán se tratase. Las aventuras de Miko la llevarán a cruzarse con Yulia, una chica de un curso aledaño de aspecto aniñado que también puede ver espíritus, pero que acepta esa capacidad sin problemas.
¿Podrá Miko llevar una vida normal, o tendrá que aceptar su habilidad para poder seguir adelante? Cada episodio se llenará de situaciones que pondrán a prueba la tenacidad de esta chica. Con el correr de los capítulos, Miko irá descubriendo que las apariciones no están ahí solo para torturarla.
El sexto sentido
La historia de Tomoki Izumi recuerda de forma intensa a la clásica película de M. Night Shyamalan. En esta ocasión, la lleva hacia el lado de la comedia. Uno de los momentos más interesantes en el primer volumen es cuando, luego de tres episodios de ver estas apariciones monstruosas se da una revelación, el padre de Miko está muerto. Este dato aporta una nueva dirección a la parte sobrenatural.
Los espíritus están desesperados por atención, y no se retiran de la vista de Miko, porque ella los ignora. Diferente es el caso de Hana que, por alguna razón, resulta un imán para espíritus que buscan interactuar con ella, aunque no sean percibidos (el motivo al principio parecen ser las curvas de la chica).
La comedia y el fan service
Si bien tiene aspectos de horror, ya que los espíritus son ilustrados de forma muy siniestra en su mayoría, la serie se decanta para el lado del humor. La base de la historia es que Miko intenta, con todas sus fuerzas, ignorar las apariciones, y la gracia radica en sus reacciones frente a estas entidades. El problema es que esto sucede tan seguido que las y los lectores se acostumbran.
El efecto de la sorpresa se va perdiendo rápido, aunque el autor ofrece otro incentivo: el fanservice. Desde el primer episodio se ve en las ilustraciones de la protagonista en pijama. En el mismo capítulo, tenemos algunas viñetas con poses sugerentes, y todo explota con la aparición de Hana, quien posee un tipo de cuerpo un tanto exuberante.
Yulia añade al mix un diseño de personaje más inocente y se podría decir que la enfermera de la escuela (que aparece solo una vez en los primeros dos tomos) sería la waifu que completa todo fanservice posible. Entonces, valiéndose de una balanza entre mostrar a los personajes de forma sugestiva, y las horribles apariciones, Izumi busca mantener la atención.
Llegando a la tv
En octubre de 2021, Mieruko-Chan llegó a las pantallas de Tokyo MX y otras cadenas con un anime desarrollado por el estudio Passione. La animación constó de 12 episodios que terminaron de emitirse en diciembre del mismo año. Fuera de Japón (excepto en Asia) la plataforma Crunchyroll se encargó de la distribución, llegando a Argentina inclusive.