La Feria del Libro Feminista (Filfem) tuvo su cuarta edición en el Centro Cultural Kirchner el pasado 2, 3, 4 y 5 de marzo. El espacio de encuentro entre editoriales, artistas y escritoras dedicadas a feminismos se reunieron bajo la consigna “Nosotras movemos el mundo”.
Las jornadas calurosas del fin de semana no impidieron que la gente se acercara a Sarmiento 151 en la Ciudad de Buenos Aires (CABA). Un año más, el colectivo Filfem ofreció diferentes propuestas “con el objetivo de reconocer y celebrar a las mujeres y diversidades de todo el país”.
A días del 8M, los feminismos tuvieron un lugar de encuentro para compartir lecturas, ilustraciones, fanzines, entre otros materiales. De esta forma, cada jornada reunió a diferentes personalidades para presentar sus obras ante el público.
El viernes 3 de marzo las charlas estuvieron orientadas a las maternidades. En este marco, desde la editorial Chirimbote presentaron el libro Mala Madre de la ilustradora Ro Ferrer.
La charla que acompañó la presentación fue “Mala Madre. Maternidades incorrectas y Feminismos”, que contó con la participación de su autora, además de Nadia Fink y Vero Lorca. Nota al Pie estuvo presente para realizar un resumen de la jornada.
En una presentación que trata de desentramar las construcciones que giran en torno a la maternidad, Ro Ferrer relató, desde su propia experiencia, cómo es desandar el camino de la deconstrucción de maternar.
La charla comenzó con la descripción de un escenario en el que una mujer (madre) se encuentra en la cocina haciendo múltiples tareas; desde poner el lavarropas, lavar platos, levantar cosas del piso y atender a la cena en el fuego. ¿Cuándo se hizo regla de conductas esperables de las madres? Sin embargo, Ferrer vino a poner en discusión este rol.
“El exigir tener que demostrar todo el tiempo todo lo que valemos, tener que cumplir al 100% con todas las expectativas ajenas. La verdad es que para mí el rol de la maternidad -que está altamente romantizado- es un rol que se da desde la deshumanización; porque terminas siendo un electrodoméstico con patas, no una persona”, explicó.
Enseguida aclaró que no se trata de descuidar a les hijes ni del amor hacia elles, sino más bien “hablar desde la crítica del rol de la maternidad”, y agregó: “A reirnos un poco de nosotras y a sincerarnos de estas cosas”.
La madrastra
Vero Lorca, con el humor que la caracteriza, habló también desde una experiencia personal. Ser la “madrastra”, “la novia del padre”, le permitió dar cuenta de muchísimas construcciones con las que cargan las mujeres solo por el hecho de serlo. “Estos estereotipos donde pareciera que como mujeres hay que encargarse un montón de cosas”, detalló.
Es decir, que ser madre va más allá de lo biológico, del “instinto”, sino que tiene que ver con todas las construcciones que conforman la estructura social. En ella, devienen un montón de desigualdades como las tareas de cuidado, responsabilidades y hasta descuidarse de una misma para entregarse por completo a un otre.
Mala Madre: cómo sanar desde el humor
Para Ro Ferrer, escribir e ilustrar el libro fue una manera de sanar y construir otro tipo de maternidad. Alejarse del modelo de madre dedicada exclusivamente al cuidado de les hijes y la casa para construir otra forma. Para ella es “empezar a desarmar esas cosas. Es empezar a reconocernos como personas”.
En un contexto de cuestionar todo de la mano de los movimientos sociales, feministas y populares surgen preguntas de cómo avanzar, estas tres mujeres se preguntan: “¿Cómo podemos criar a las niñez actuales?” A lo que Ferrer responde: “Entonces estamos en esa transición donde los mandatos nos tironean, pero también la libertad que estamos consiguiendo nos hace pensar de otra manera”.
La culpa, nunca dar lo suficiente y luchar contra el cuerpo hegemónico que se pierde cuando una persona pone el cuerpo para la maternidad, también están presentes en el libro.
“El humor nos permite sacarnos esas mochilas, porque cuando podemos reírnos de algo que nos causó mucho dolor es un modo de ir sanando; y cuando además es de manera colectiva permite hacer un cambio”, sostuvo la autora.