Esta última semana fue detectado un caso positivo de influenza aviar en una granja de pollos parrilleros en la provincia de Río Negro. Por tratarse de un ave de corral destinada al comercio, el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) decidió suspender temporalmente las exportaciones del sector avícola.
El cierre del comercio al exterior generó una alerta debido a la potencial pérdida de divisas extranjeras, en un mercado cuyo valor de exportación estimado para el 2023 es de 450 millones de dólares. No obstante, el 95% de la producción del sector es destinada al mercado interno, en el cual no se registran cambios sustanciales.
Hasta el momento se registraron un total de 26 casos confirmados en las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Río Negro, Santa Fe, Jujuy, Neuquén, San Luis y Salta. Frente a esta situación, los gobiernos nacional y provinciales activaron el protocolo epidemiológico correspondiente a las normas internacionales.
La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti junto al secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo y la presidenta del SENASA, Diana Guillén, mantuvieron reuniones con autoridades de las distintas provincias para coordinar el trabajo en la prevención y detección de casos positivos.
La incidencia en los mercados
Tras la detección de casos de influenza aviar, desde el SENASA decidieron autosuspender las exportaciones de aves por tiempo indeterminado, obedeciendo las normas de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) para enfermedades infecciosas.
Esta parálisis de la actividad comercial genera un mal trago para les productores de un sector cuyas exportaciones vienen en crecimiento desde hace varios años. En 2022, las exportaciones estuvieron valuadas en 383 millones de dólares, un 22,3% más que en 2021.
La suspensión de la exportación supone la necesidad de negociar bilateralmente con el total de 55 países que compran pollo a la Argentina. Actualmente China, Sudáfrica, Arabia Saudita y Chile concentran el 80% de las exportaciones. En relación a la mercadería actualmente en tránsito, desde el gobierno señalaron que se intenta evitar que los países rechacen los productos.
No obstante, el 95% de la producción es destinada al abastecimiento local. En este sentido, especialistas afirmaron que no debería haber un aumento en los precios, ya que la oferta se amplía debido a que les productores que exportan dirigirán temporalmente su mercadería al mercado interno.
En cuanto a la amenaza de la situación epidemiológica a la salud de les consumidores locales, el secretario aseguró que “Nuestros productos avícolas siguen siendo seguros para las y los argentinos” ya que “la influenza aviar no se transmite por consumo de carne o huevos de ave”.
El trabajo de prevención y vigilancia
La influenza o gripe aviar es una enfermedad infecciosa viral, que se propaga rápidamente y puede provocar altas tasas de mortalidad entre las aves. Por esta razón, una de las medidas principales que tomaron desde el gobierno fue establecer controles en pasos fronterizos con Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Además, instalaron sistemas de vigilancia y rastrillaje cerca de las zonas donde se confirmaron casos. Por otro lado, se están realizando inspecciones en los predios productivos para controlar la existencia de aves con síntomas de la enfermedad o de muertes en los últimos 14 días.
Al respecto, Bahillo señaló que el “diálogo con el sector privado es constante, así como nuestra presencia de técnicos en territorio para seguir reforzando las medidas de bioseguridad necesarias para afrontar la situación y restablecer lo antes posible el estatus sanitario de nuestro país”.