En la última semana, Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, el Parlamento Europeo e, incluso, la Comisión Europea tomaron la decisión de prohibir el uso de TikTok en los dispositivos electrónicos de su personal administrativo. La censura a la popular aplicación, según argumentaron desde Occidente, se debe al temor de que China pueda no solo acceder sino también almacenar los datos de les usuaries de todo el mundo.
Más allá de las características propias de este veto, que tuvo como objetivo a la red social más descargada a nivel mundial en los últimos años, no es la primera vez que se toma una decisión de este tipo por parte de Occidente. En el último año, a partir de la disputa por la narrativa sobre el conflicto en Ucrania, diversos medios de origen ruso como RT o Sputnik han sido objeto de censura por parte de Europa.
Veto injustificado
El pasado lunes, luego de que la Unión Europea adoptara una medida similar la semana pasada, la Casa Blanca dispuso un plazo de 30 días para que las agencias federales garanticen que su personal administrativo no posea TikTok en los dispositivos gubernamentales. Un día más tarde, tanto el Parlamento de Dinamarca como el Gobierno de Canadá hicieron lo propio, alegando que dicha medida estaba basada en motivos de seguridad.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, se refirió a la medida adoptada por Washington en la conferencia de prensa de este martes. “¿Cuán insegura puede estar la principal superpotencia del mundo para temer a la aplicación favorita entre los jóvenes?”, preguntó la funcionaria china.
Según sostuvo la portavoz de la cancillería del gigante asiático, “Estados Unidos ha estado exagerando el concepto de seguridad nacional, abusando del poder estatal para reprimir a las empresas extranjeras”. En ese sentido, Ning dejó clara la posición de China respecto a la prohibición: “Nos oponemos firmemente a esas malas acciones”.
Un día más tarde, en relación a la prohibición del Parlamento Europeo, la funcionaria china cargó contra la Unión Europea. “La UE dice que es el mercado más abierto del mundo, pero recientemente impuso una serie de restricciones, suprimiendo a empresas extranjeras en nombre de la seguridad nacional”, afirmó Ning. Asimismo, la portavoz sentenció que “esta práctica socava la confianza mundial en el entorno empresarial de la UE”.
Una práctica recurrente
No es la primera vez que los gobiernos occidentales, durante el último año, atacan la libertad de expresión bajo la excusa de protección o la lucha contra la desinformación. Desde el comienzo del estallido bélico en Ucrania, que es de carácter global por los actores involucrados, la guerra por la información se ha constituido como una dimensión fundamental del conflicto.
En ese sentido, en marzo de 2022, la UE bloqueó los contenidos de la agencia Sputnik como así también la difusión, en diversos idiomas, de la cadena de noticias RT. En todo el territorio europeo, en radio, televisión e Internet, los medios rusos aún sufren la censura occidental.
Hace casi un mes, el pasado 7 de febrero, el alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Josep Borrell, justificó el veto impuestos a los medios rusos. “Haciendo esto no atacamos la libertad de expresión, sino que la protegemos”, afirmó el funcionario europeo en una conferencia de prensa.