En noviembre de 2019, Disney Plus vio la luz por primera vez. El desembarco de la plataforma de transmisión, que llegó a América Latina el 20 de diciembre de 2020, se apoyó en exclusiva en el estreno de la primera serie live action de Star Wars: The Mandalorian.
El programa se convirtió en la insignia de la galaxia muy muy lejana, ya que recuperó la impronta de George Lucas, que no se veía en pantalla desde el final de la trilogía cinematográfica original. Al mismo tiempo que extendió el lore del universo presentando versiones live action de Ahsoka Tano, Bo-Katan Kryze e incluso el regreso Luke Skywalker.
Después de una pausa de poco más de dos años, el mandaloriano favoritos de la audiencia retorna a la pantalla el 1 de marzo para su tercera temporada. La serie está ambientada cinco años después de los eventos de Return of the Jedi (Richard Marquand, 1983), y décadas antes de que el arco principal se reanudara con The Force Awakens (JJ Abrams, 2015).
Este período de tiempo ha sido en gran parte inexplorado en la historia más amplia de Star Wars, pero los eventos narrados de The Mandalorian ayudan a explicar algunos de los saltos narrativos realizados por la última trilogía.
¿Cómo se adaptó la galaxia a la destrucción del Imperio y qué provocó que la malvada Primera Orden surgiera en su lugar? Los momentos más interesantes de la serie tocan esas preguntas, presentando un mundo inquieto y sin ley que sufre de un evidente vacío de poder.
The Mandalorian: un western espacial
The Mandalorian narra las hazañas de un cazarrecompensas llamado Din Djarin, interpretado por Pedro Pascal, uno de los miembros restantes de un grupo étnico famoso en toda la galaxia por su destreza guerrera. Su viaje difiere del de otros de su clan cuando se encuentra con una criatura de origen desconocido al que llama ‘El Niño’, un pequeñe sensible a la Fuerza que era buscado por las fuerzas imperiales, y decide protegerlo.
Los mandalorianos no son nuevos en Star Wars, ya que su aparición en la franquicia se remonta al debut animado de Boba Fett en el especial navideño de 1978. El personaje regresó en The Empire Strikes Back (Irvin Kershner, 1980) y Return of the Jedi, donde pareció sufrir un final decepcionante. Luego apareció otro mandaloriano en Attack of the Clones (George Lucas, 2002), Jango Fett (Temuera Morrison), cuyo ADN ayudó a crear el ejército de soldados clonados del Imperio.
Todo eso es más bien material de ciencia ficción, pero The Mandalorian regresa al amor de George Lucas por las historias clásicas del bien y el mal en la frontera. Las aventuras de Mando, como lo apoda Greef Karga (Carl Weathers), dejan atrás las metrópolis tecnotópicas y la política que se exhiben en la trilogía precuela. Este es el viejo oeste, más allá de la ley y el orden.
La temporada 1 estableció la historia de Din Djarin y creó un pequeño elenco de personajes secundarios que serían vitales para el éxito del programa. La temporada 2 lo vinculó con el canon más amplio de Star Wars, desarrollando nuevas aventuras para personajes familiares. Mando tenía la tarea de llevar al expósito Grogu de regreso a los Jedi mientras buscaba a otros mandalorianos.
Esto lo puso en contacto con Boba Fett, Bo-Katan y la Guardia de la Muerte, Ahsoka Tano y, en última instancia, Luke Skywalker. Si bien cameos fueron recibidos con gran entusiasmo entre los fanáticos de Star Wars, distrajeron en gran medida de la narrativa más de lo que agregaron.
Pedro Pascal, el padre más querido de la cultura pop
Pedro Pascal es muy bueno interpretando figuras paternas. El reciente éxito de la serie The Last of Us, en la que representa a un padre sustituto de la protagonista de la historia, lo convirtió en un tema muy presente en la conversación cultural las últimas semanas.
Su primera interpretación como un padre adoptivo se dio en The Mandalorian, lo que convirtió a Din Djarin en un personaje icónico de Star Wars. A la audiencia le encantó la historia de Din cuidando a Grogu y el vínculo que formaron juntos. El propio Pascal comparó las dos series, y en ambas presenta actuaciones poderosas como padre suplente.
Por lo general, los padres ficticios se representan como complicados, malvados, muertos o una combinación de los tres. Pero los padres de la carrera de Pedro Pascal, biológicos o no, son personas que están dando lo mejor de sí.
Aparte de los programas de televisión, sus otros créditos paternales incluyen interpretar al papá superhéroe Marcus Moreno en We Can Be Heroes (Robert Rodríguez, 2020) y al antagonista Maxwell Lord en Wonder Woman 1984 (Patty Jenkins, 2020). Cada vez que asume un papel paternal, lo hace muy bien.