Tras un mes y medio de finalizadas las elecciones generales, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) escrutó el 100% de las actas y determinó el triunfo de Pedro Castillo Terrones como presidente de Perú.
Por otro lado, Keiko Fujimori, candidata del partido “Fuerza Popular” debe aceptar su derrota con 49,87% de los votos. Hasta el momento la representante de la formación política de derecha, a través de las redes sociales planteaban la idea de fraude y buscó retrasar lo máximo posible la asunción.
El Jurado Nacional de Elecciones, el máximo órgano electoral en el Perú, informó en su pronunciamiento que “el nuevo mandatario debe asumir el 28 de julio, día en que expira el mandato del presidente interino Francisco Sagasti y en el que Perú conmemora el bicentenario de su independencia”.
En relación con lo anterior, también resaltó: “Es la primera vez en las últimas décadas que la proclamación tendrá lugar a pocos días del cambio de mando”. Esto se debe a las diferentes maniobras puestas en marcha por la oposición para impedir la asunción de Castillo.
Una vez finalizadas las elecciones, Keiko Fujimori denunció fraude y pidió observar alrededor de 2800 urnas. La estrategia consistía en judicializar el resultado electoral y debilitar el triunfo de su oponente. Sin embargo, la justicia demostró que la victoria del partido de izquierda “Perú libre” es legítima.
Pedro Castillo y su asunción
El nuevo presidente, quien gobernará durante el período 2021 – 2026 el país, es un docente y rondero peruano proveniente de la región Cajamarca. Debido a las maniobras llevadas a cabo por la oposición, el dirigente se encuentra en la actualidad en una situación difícil.
En primer lugar, el demorar la proclamación del nuevo presidente generó que Castillo no conociera la situación verdadera del país. Actualmente su equipo de trabajo y su futuro Gabinete Ministerial se encuentran trabajando arduamente. El objetivo es llegar el próximo 28 de julio con el mayor conocimiento y planificación de políticas públicas viables para Perú.
En segundo lugar, el nuevo presidente electo deberá ver cómo manejará la división que presenta el país entre Lima y la costa norte, frente al sur andino y la amazonía. Asimismo deberá ver cómo afronta la situación sanitaria y la campaña de vacunación contra el Covid 19, ya que será un gran desafío. Según los datos brindados en LR Data, Perú presenta un total de 10.955.545 dosis aplicadas, mientras que su población actual ronda los 32.971.846 de habitantes.
En tercer lugar, otra cuestión que deberá enfrentar el gobierno entrante es la delicada situación económica y la falta de empleo. Se ha de recordar que según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) para mayo de este año el 30% del pueblo peruano se encontraba en situación de pobreza, mientras que sólo en Lima Metropolitana hubo un alza de la tasa de desempleo del 88%.
Finalmente, en el plano político, se deberá hacer frente a la corrupción presente en diferentes instituciones peruanas; así como el aclamado cambio de la Constitución de 1993, heredada del fujimorismo.