En marzo de 2022 el cometa C/2022 E3, también llamado “Cometa Verde”, fue detectado por el programa Zwicky Transient Facility y desde el 1 de febrero de este año el cuerpo celeste se encuentra próximo a la Tierra. En un primer momento, se lo pudo observar en el hemisferio norte y desde el 7 de febrero en el hemisferio sur por medio de tecnologías telescópicas.
La última visita de este fenómeno tuvo lugar durante el Paleolítico Superior hace 50 mil años. En esa época, la raza de homínidos Neandertal habitaba la zona Euroasiática y fueron contemporáneos de ese suceso. El C/2022 E3 surca una larga órbita desde lo profundo del Sistema Solar, el último 12 tuvo su punto más cercano al Sol y continuó su camino hacia las cercanías de Marte.
La emisión radial El Algoritmo Escondido que se transmite por la señal de FM 89.9 Radio con Vos conversó con Mariano Ribas para conocer más sobre este objeto y las implicancias de su paso. El especialista en astronomía es coordinador del área de divulgación científica del Planetario de la Ciudad de Buenos Aires Buenos Aires.
La causa del color de los cometas
Una de las primeras aclaraciones que realizó Ribas acerca del famoso Cometa Verde es que todos estos cuerpos que circulan por el espacio son de ese color, ya que están formados por hielo, roca y polvo. Al acercarse al Sol, sus componentes congelados elevan su temperatura y liberan lo que se conoce como la cola de los cometas.
El especialista explicó que se creó una expectativa alrededor de este fenómeno ya que desde 2021 no pasaba un objeto tan brillante tan cerca de la Tierra. “Había cierta expectativa de que se podría llegar a ver a simple vista en algunos lugares”, expresó.
Además, añadió que este cometa se ha convertido en el objeto más notable de los últimos tiempos en la astronomía observacional. “A principios de este mes comenzó a asomar sobre el hemisferio sur y empezó el periodo de visibilidad para nosotros”, afirmó.
Sin embargo, comentó que no se llegó a ver a simple vista como se sospechaba, pero sí con instrumentos sencillos (como pequeños telescopios).
Por otro lado, Mariano Ribas también habló sobre la relevancia que tiene la aparición de estos cometas y sostuvo que: “Más que relevancia son regularidades del universo cercano”.
“Son cuerpos que forman parte del Sistema Solar, que se cuentan de a miles y que eventualmente cuando pasan relativamente cerca de nosotros pueden o no verse a simple vista”, explicó.
Asimismo, el coordinador del área de divulgación científica destacó que este cometa “pasó a varias decenas de millones de kilómetros de la Tierra (cientos de veces más lejos que la luna), por eso se considera un acercamiento”.
La relativa cercanía de su paso por el Sol le permitió alcanzar al objeto un brillo que hizo posible visualizarlo con elementos sencillos e incluso se registró algún reporte a simple vista.
El posterior y silencioso trabajo científico
Desde el programa radial también consultaron al referente del Planetario porteño sobre lo que sucede luego de la etapa de observación con el seguimiento científico en este tipo de fenómenos. El coordinador comentó que se inicia una etapa de trabajo silencioso y poco visible luego de que se supera el momento mediático.
“Va a seguir siendo observado porque es interesante para las ciencias astronómicas afinar un poco lo que son las trayectorias de los cuerpos en el espacio. Para eventualmente ver si los cálculos están bien hechos, como también sus órbitas”, afirmó.
Además, Ribas agregó que de esa forma se pone a prueba toda la maquinaria de la astronomía, de la física y la matemática con un caso concreto. Por otro lado, destacó que se realiza en paralelo una observación comunitaria conocida como astronomía amateur que tiene “un rol importantísimo”.