La reforma que eleva la edad jubilatoria pasó de forma automática al Senado sin ser debatida en la Cámara baja de Francia. Mientras tanto, los sindicatos convocan nuevas huelgas para mostrar disconformidad y resistir su implementación.
El pasado viernes, tras casi 15 días de debate, la presidenta de la Asamblea Nacional (Cámara baja) francesa, Yael Braun-Pivet, puso fin al análisis del texto. De esta manera, dicha Cámara no pudo llegar a un voto en lo que respecta a la modificación impulsada por el presidente Emmanuel Macron.
A partir del 2 de marzo, el pleno del Senado debatirá la propuesta de retrasar la edad jubilatoria para 2030 en Francia. Es por ello que los sindicatos buscan aumentar la presión a partir del 7 de marzo, a través de huelgas prorrogables.
Si para el 26 de marzo las dos cámaras del Parlamento no logran pronunciarse sobre el texto, el Gobierno de Macron podría aplicar de todas formas la reforma. Debido a ello, el descontento social también aumentaría.
Bajo presión del Gobierno
En un contexto de tiempo limitado, ya que el procedimiento escogido por el Gobierno busca aplicar la reforma lo más rápido posible, la primera lectura del texto concluyó sin que pudieran evaluar gran parte del contenido. Cabe destacar que la formación de izquierda La Francia Insumisa (LFI) había presentado varias enmiendas, las cuales no fueron atendidas.
Al respecto, el diputado Paul Vannier de la LFI culpó al Ejecutivo de “la responsabilidad de esta falta de tiempo” al “limitar el plazo del debate a 12 días”.
En relación a ello, dentro de las enmiendas que no se pudieron abordar, se encuentra el artículo 7. Este punto establece el aumento de la edad mínima de jubilación de 62 a los 64 años. Debido a esta modificación se realizaron hasta ahora cinco manifestaciones en todo el territorio francés.
Por su parte, el diputado del bloque oficialista Renacimiento, Mathieu Lefevre, sostuvo: “Hay indignación, obstrucción e invectivas. Y desde este punto de vista, el debate no ha prosperado”, según la cadena pública RFI.
Si bien el Gobierno argumenta que subir una de las edades de jubilación más bajas de Europa es una manera de evitar un déficit en la caja de las pensiones, la oposición considera que se trata de un proyecto que perjudicaría a las clases populares.
Las protestas continuaron
El pasado jueves, miles de franceses protestaron en las principales ciudades del país europeo para rechazar la reforma. En la jornada se registró una menor convocatoria que en las cuatro movilizaciones anteriores, el objetivo fue aumentar la presión sobre les legisladores, que debían pronunciarse sobre el proyecto.
Según el canal de televisión FranceInfo, los cortes y las demoras en los medios de transporte fueron menores ya que por la mañana circulaba un 80% de los trenes de larga distancia, y en el metro de París apenas se notaba la movilización.
Sin embargo, el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martinez, sostuvo que lo importante era “mantener la movilización” antes de “elevar el tono” en marzo.