Nuevamente la provincia de Corrientes es víctima de los incendios forestales. En distintos puntos del territorio se desataron focos importantes que se traducen en la pérdida sustancial de la biodiversidad. Entre abril y noviembre del año pasado se quemaron más de 52 mil hectáreas, y durante el mes de enero de este año se registraron más de 600 focos de calor.
El año pasado, la magnitud del fuego arrasó con el 12% de la provincia, provocando la eliminación de la flora y fauna característico de la zona. En la actualidad también se registraron algunos focos cuyos factores de origen tienen que ver con el tipo de producción sumado a la crisis ambiental, la sequía y las altas temperaturas.
Ante esta situación, Nota al Pie se comunicó con Cristian Piriz, integrante de la Asamblea Basta de Quemas, quien aseguró que “al menos el 90% de los incendios son provocados. Se avanza sobre los espacios que hoy están con una carga de agua muy baja, o nula, y después de una amplia sequía se modifican los ecosistemas para el uso de la producción convencional”.
En este aspecto, las plantaciones de pino, eucalipto, la ampliación de pastizales para el uso de la ganadería, la producción de arroz, entre otros, están en la mira, ya que responden a sistemas de producción invasivas.
“Más allá de eso, la sequía terrible que hay hace que la situación se descontrole y –en ocasiones– hacen que el fuego se acerque a poblaciones locales”, dijo Piriz.
Además, aseguró que la suma de todos estos factores hace que la situación se agrave a tal punto que “en ocasiones el humo y las cenizas lleguen y se sientan nuevamente en la capital”.
Medidas insuficientes
Actualmente el portal Carambola, del Iberá, es uno de los más afectados con más de 50 días con un foco activo. Piriz dijo que “la situación es similar en toda la macro región del iberá; porque a la vez confluyen con pastizales y con otros ecosistemas muy similares que tienen una alta carga vegetal y en donde el accionar humano es muy complejo”.
Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) dieron a conocer que durante el mes de enero de este año se detectaron 641 focos de calor y en lo que va de febrero más de 200. El referente de la asamblea también sostuvo que las medidas implementadas por el Estado provincial fueron insuficientes para la magnitud de los daños ocasionados.
“Hay que estar a la altura, hay que estar en el territorio, y eso no se ha visto (de parte del gobierno provincial). De hecho se están generando focos muy grandes, y eso es como que se te escape la tortuga porque a estas alturas tuviste un año para prepararte y evitar que la situación se repita”, dijo.
En este sentido, desde la Asamblea Basta de Quemas se realizaron distintos pedidos e intervenciones en reclamo de acciones concretas. Además se están planificando intervenciones culturales que permitan la participación ciudadana y de esta manera mantener en agenda las problemáticas ambientales.
Visibilizar la problemática y las responsabilidades
La Asamblea Basta de Quemas nació durante los incendios ocasionados a fines del 2021 y principios del 2022. Se trata de un espacio creado por organizaciones socio-ambientales y por ciudadanes comprometides con el medio ambiente. En ese periodo se formularon distintas estrategias para ayudar a sofocar los incendios y, desde entonces, se decidió mantener activo el espacio para continuar con los trabajos de concientización.
“Nosotros como parte de la asamblea planteamos la visibilización de la problemática que se daba principalmente en el interior; y a partir de ahí colaboramos también con lo que fue la logística, el apoyo a los comandos, la colecta para los cuarteles de bomberos”, dijo Piriz.
Después de un año, la situación se vuelve a repetir, y nuevamente el panorama es complejo. Una de las cuestiones más remarcadas por la ciudadanía tiene que ver con las acciones que se realizaron para paliar y evitar que la situación se repita.
En este aspecto hay cuestiones que demandan una relectura y actualización de normativas vigentes, sobre todo para el sector productivo que hace uso de los recursos naturales. Por ejemplo, hace algunas semanas se produjo la sequía de una laguna a partir de la extracción de agua por parte de una arrocera.
“Para esto hay que señalar a los principales responsables, como por ejemplo a la Dirección de Recursos Forestales, porque es quien tiene la autoridad y el poder para generar un control”, dijo el ambientalista. Agregó que la situación es grave “porque el año pasado ya se estaban quemando y ni siquiera alcanzaron a recuperarse, y ya se están quemando nuevamente”.
Compromiso ciudadano
La asamblea tiene la finalidad de dar a conocer las problemáticas ambientales, las consecuencias de no cuidar el ambiente y de brindar información de pequeñas acciones que contribuyan a su cuidado. En la actualidad, se nuclea a través de reuniones presenciales en Corrientes capital, pero cuentan con una red de contactos que se extiende hasta distintos puntos de la provincia.
Las responsabilidades son compartidas y hay intenciones de articular acciones con otros organismos como los que se encuentran en Chaco, para la unificación de fuerzas y mantener un vínculo sobre las temáticas que afectan a la región.
“El correntino en general se sensibiliza con lo sucedido; ver animales y plantas que se destruyen con tanta facilidad hace que, cuando se hable de fortalecer estrategias para que no sucedan, se muestren bastante abiertos”, dijo el joven.
Así mismo, aseguró que todavía queda mucho camino por recorrer, pero “por ejemplo hace cinco años ni siquiera se hablaba de la Ley de Humedales en Corrientes y, hoy por hoy, todos tienen al menos una vaga idea sobre el tema”. Para finalizar remarcó en la necesidad del compromiso ciudadano para con las cuestiones ambientales; ya que “el trabajo que tiene la asamblea es un aporte minúsculo respecto a todo lo que se hizo en este tiempo”.