Se inició una campaña en Mar del Plata para evitar ruidos que afecten a personas con autismo. La iniciativa es impulsada por el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), el Sindicato de Cadetes, Motoristas y Mensajeros (SICAMM) y organismos en defensa de personas que padecen Trastorno por Déficit de Atención (TDA).
Este impacto ambiental afecta principalmente a pacientes con hipersensibilidad auditiva o sensorial e irrumpe en su bienestar biopsicosocial. Algunas de las consecuencias en personas en el espectro autista son: taparse los oídos, ansiedad, miedo y huida.
El daño acústico se debe fundamentalmente a estruendos que provienen de los caños de escape vehiculares. Desde la Secretaría de Acción Social de SMATA se precisó que el propósito de este conjunto de acciones es apoyar una propuesta para eliminar los escapes ilegales. Se pone especial énfasis en el sistema de corte que genera contra explosiones y en consecuencia ocasionan un daño equivalente al de la pirotecnia.
Nota al Pie consultó al titular de la Secretaría de Acción Social de SMATA, Marcelo Capelli, para conocer más en profundidad la situación causada por estos ruidos del tránsito.
Consecuencias de las explosiones en la salud
En este sentido, el dirigente gremial detalló que las motos salen de fábrica con un escape que está aprobado bajo exigencias con ciertos niveles de ruido. Este elemento de la moto es imprescindible para superar las periódicas verificaciones técnicas.
“Cuando una persona cambia el escape, generalmente, se queda con el original porque después, si querés hacerle la verificación técnica a la moto tenés que llevar el escape original porque si no, no la pasa. Y si algún control de tránsito te para, te multan y te secuestran la moto porque no vas con el original”, señaló.
Los estruendos de los escapes pueden tomar desprevenidas a las personas con TEA y provocar graves daños o consecuencias. Los casos de jóvenes que se golpean contra las paredes, o incluso auto flagelamiento, fueron motivo de esta campaña.
Por lo cual, se inició una distribución de folletería en las que solicitaban a les comerciantes que, previo a dar trabajo, “verifiquen que clase de escape tienen los repartidores que van a distribuir sus productos”. Además, se difundió información en las casas de repuesto de moto para revertir o minimizar el ruido de las explosiones.
Cuando los ruidos no se pueden prever
En este sentido, Capelli sostuvo que la tarea conjunta debe ser revertir conductas y concientizar sobre el daño que hace un escape con contra explosiones a las personas en el espectro del autismo.
“Yo tuve que asistir a una mamá, cuyo nene se cortó la lengua y salió la mamá a la calle con la criatura en un brazo un toallón lleno de sangre y la lengua en la otra mano”, relató.
La causa de la dramática secuencia fue que “se cruzaron tres repartidores, dos que iban y uno que venía en un semáforo. En ese contexto empezaron a saludarse con las contra explosiones y demás. Eso provocó que la criatura empezara a convulsionar y se cortara la lengua solo”, continuó el referente de SMATA.
En lo que respecta a la pirotecnia, la cuestión sonora está mucho más controlada ya que les padres de les niñes pueden anticiparse y tomar todo tipo de recaudos para que queden aislades de los estruendos. La problemática aparece cuando se producen ruidos eventuales y espontáneos que no permiten medidas preventivas.
Reparto de responsabilidades
Marcelo Capelli logró reunir a todas las partes actuantes que, según su criterio, son las que deben estar involucradas. “La persona que anda arriba de una moto tiene un 33% de responsabilidad, la persona que tiene un comercio y vende su producto a través de un delivery tiene otro 33%, porque tiene que mirar cuál es el vehículo que sale a repartir en función del daño”, sostuvo.
Además, el referente gremial añadió: “La tercera pata es el repuestero que está vendiendo un caño de escape y un sistema de corte que genera contra explosiones, que es ilegal”. En ese sentido, expusó que fueron los únicos que no acudieron a la reunión ya que la iniciativa que proponen atenta contra su negocio.
“Ese vendedor de repuestos de moto, que ya tiene 100 o 200 escapes estoqueados y tiene 100, 200 dispositivos de corte, los va a querer vender. Como mucho, lo sacará de venta al público y los pondrá en un lugar alejado y ante pedido”, explicó. Capelli asegura que si se logra regular la compra por medio de la concientización del daño que produce, gran parte de la batalla estaría ganada.
La reconversión de la moto no precisa ningún gasto
Por otro lado, desde la Secretaría informaron que la convocatoria no sólo contempla a personas con TEA, sino también a todes aquelles que necesitan dormir “para levantarse temprano e ir a trabajar” y ven alterado su sueño.
Capelli considera que la campaña es beneficiosa para toda la sociedad marplatense. “Cada uno desde su lugar puede aportar. Hasta nuestros afiliados en la estación de servicio, entregando un pequeño volante a cada chico que va a cargar con su moto”, agregó.
Consultado acerca de si es necesaria una inversión por parte del repartidor para adecuar el vehículo, el titular de la Secretaría de Acción Social del gremio indicó que simplemente hay que volver a colocar el escape original de fábrica. “La inversión la hacen cuando compran un escape ilegal que, por lo que me dijeron, cuesta en promedio 20 mil pesos para que la moto suene mejor”, expusó.
“A todos nos gustó andar arriba de una moto, y si la moto hacía ruido mejor, pero las contra explosiones generan un efecto terrorífico que es mucho peor que un caño de escape libre”, concluyó Marcelo Capelli, quién impulsa esta campaña contra el ruido en la ciudad de Mar del Plata.