En los últimos años, el futsal femenino creció significativamente y este año tendrá su primera Copa del Mundo avalada por la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA). La Argentina se clasificó a la cita mundialista y entre sus representantes se encuentra Jazmín Della Vedova, actual jugadora de All Boys. En diálogo con Nota al Pie, se refirió a su primera experiencia internacional con la selección mayor y a su vínculo con la disciplina.
Jazmín de Selección
Jazmin Della Vedova fue una de las protagonistas en la obtención del boleto al Mundial de futsal FIlipinas 2025 para la Selección Argentina, gracias a su desempeño en el torneo sudamericano disputado en marzo. Cabe mencionar que la Copa América de Brasil 2025 fue su primera participación y significó un momento muy especial por lo que había en juego: la clasificación a la primera Copa del Mundo de la disciplina.
Al respecto de la primera edición para la rama femenina, la jugadora de All Boys expresó: “Es una demostración de lucha que hicieron todas las jugadoras que participaron en el futsal femenino. No solo de Argentina, sino de todo el mundo”. En esa línea, señaló que la clasificación “era nuestro objetivo principal, es algo muy histórico”. “Siento que para el futsal argentino va ser un cambio rotundo, en el cual van a poder hacer varios cambios con el manejo (de la disciplina) y darle más importancia”, comentó.
En cuanto a su primera experiencia internacional, Della Vedova mencionó que es difícil mostrar lo que se quiere por los nervios. Refiriéndose a los rivales confesó: “Para mí fue muy difícil enfrentarlos porque, si bien yo jugué una Sub20, jugar una Copa América es otro ritmo. Tienen más experiencia”. Según detalló, los países más complicados fueron Colombia y Brasil, destacando sobre todo la calidad de las jugadoras brasileras por su lectura de juego dentro de la cancha.
“Cuando estás haciendo la entrada en calor, antes de que suene el himno, sentía mucha emoción, muchos nervios y ansiedad de querer hacer las cosas bien”, recordó la futbolista. En ese mix de emociones, fue inevitable llorar al recordar a su familia y querer dar lo mejor de sí por las compañeras que quedaron afuera.
El torneo relámpago de Sorocoba, Brasil, fue una especie de revancha para Jazmín. En 2023, se perdió la oportunidad de ser parte de la Copa América, que se jugó en Buenos Aires, porque se recuperaba de una lesión de ligamentos cruzados. “Sabía que no estaba capacitada para esos partidos. Entonces, decidí decirle la verdad al técnico y prepararme y pelear un puesto en la Copa del 2025”, expresó la número 10 de All Boys. A partir de ese momento, con el objetivo de defender los colores de la Albiceleste, trabajó doble turno sin descuidar lo mental.
Un vínculo irrompible
Con algunas palabras bien dichas y apenas 3 años, Jazmín ya estaba detrás de un balón. Su primer club fue Grossville, club de barrio de Munro en el que empezó la escuelita. Luego, a los 5, hizo baby y promocionales hasta los 13 años.
Sin embargo, su primer vínculo con el futsal fue a los 9 años cuando disputó las Liga Bafi con el Club Chacarita. El juego de la actual futbolista de la Selección Argentina no pasó desapercibido y al año siguiente se contactaron desde el club Kimberley, que competía en el Torneo AFA, el más relevante en el país. Jazmín tuvo tres temporadas empezando desde la 4ta categoría. Y en 2020 emigró al club de Floresta, All Boys, porque su ex equipo desintegró la disciplina.
En los 5 años que lleva vistiendo la camiseta de las Blanquinegras, cosechó títulos muy importantes desde el ascenso a la máxima categoría en el año 2022. La vitrina de las de Floresta está llena con una Copa de Oro, dos Copas Argentinas 2023 y 2024, el Torneo de la Liga 2024 y la Supercopa 2025. Esta última es tal vez la más relevante porque les permitió clasificarse a la Copa Libertadores 2025 por primera vez en su historia.
“La clave de All Boys es la comodidad de sentirlo como si fuera tu casa. Cada una de las que estamos en el equipo lo tomamos como profesional, si bien no es así porque muchas trabajan y estudian”, remarcó Della Vedova. Asimismo, destacó el mix de jugadoras que integran el plantel. “La competitividad sana también dentro del equipo es muy importante a la hora de lo individual para poder crecer. A veces las más chicas necesitamos mucho de las grandes y, a veces, es al revés”, explicó.
Todo marcha bajo la dirección técnica de la ex jugadora de futsal Barbara Abot, pieza fundamental en el proceso de crecimiento que tiene el equipo en la actualidad. La jugadora resaltó la capacidad de Abot para enseñar y plasmar su juego. “Tiene una muy buena manera de enseñarnos, que no es todo automático. Se trata de poder entender y leer el juego”, indicó.
Hoy en día, la número 6 de la Albiceleste se dedica íntegramente al 40×20. Hace un par de años estuvo dirigiendo una escuelita de su barrio, pero prefirió enfocarse 100% al futsal por las copas que disputará con su equipo y con la selección. “Sabía que no iba a tener tiempo por los viajes, porque entreno casi todo el día. Pero sí me gustaría estudiar gastronomía, hacer registro y otras cosas pendientes”, comentó sobre sus deseos a futuro. Pese a ello, y como expresó, su cable a tierra es el futsal y es lo que más disfruta. Aunque hayan días malos, el 40×20 la despeja y alegra