El desafío de las mujeres en la industria de la construcción

Nota al Pie dialogó con Carolina Villanueva, directora de Grow género y trabajo, sobre la inserción de las mujeres en el mercado laboral.
mujeres constructoras
Grow – Género y Trabajo es una organización dedicada a analizar y producir datos con perspectiva de género en ámbitos laborales desde hace más de 14 años. Crédito: fmalba.com.ar

En Argentina, apenas el 1% de las personas que trabajan en obra son mujeres. El dato surge del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC). Al respecto, Grow- Género y Trabajo y  Zoomadoras, realizaron un informe en el que analizan el impacto de las capacitaciones en la construcción para mujeres.

En un rubro históricamente masculinizado, los estereotipos de género, las barreras económicas y simbólicas, y la falta de políticas públicas efectivas generan obstáculos que dificultan su ingreso y permanencia.

En diálogo con Nota al Pie, Carolina Villanueva, cofundadora y directora de Grow- género y trabajo, relacionó la falta de mujeres en la construcción con la brecha salarial. “Gran parte de la brecha salarial de género se explica porque las mujeres se concentran en los sectores menos dinámicos de la economía, y los sectores donde hay mejores remuneraciones están altamente masculinizados, como minería, petróleo, construcción”, reflexionó.

Carolina Villanueva grow mujeres construccion
Carolina Villanueva Tejeda es directora y Co-fundadora de Grow- género y trabajo. Crédito: Grow- género y trabajo

Mujeres en todos los espacios

“Desde Grow- Género y trabajo queremos que las mujeres estén en todos lados”, sostuvo Villanueva. Del mismo modo, explicó que “los sectores altamente masculinizados presentan las barreras más altas de ingreso para las mujeres”.

Carolina afirmó que la incorporación de mujeres en espacios masculinizados suele ser más que positiva. “Lo que está comprobado es que sumar mujeres a estos espacios les enriquece un montón”, dijo y agregó: “mejoran el trato, mejoran la seguridad, se reducen un montón los niveles de violencia y de maltrato”.

En relación a ello, Villanueva también mencionó también el sesgo de paternalismo protector. “Es la idea de que  si entran mujeres, yo las tengo que ayudar; es eso de `no cargues esto, lo hago yo´”, explicó. Y agregó: “entonces tienen la idea de que las están ayudando, pero no y, además, de forma inconsciente les queda la idea de que tenés que hacer más laburo porque hay una mujer en su equipo”.

Respecto al rubro de la construcción, la directora de Grow- género y trabajo aseguró que “es de interés estratégico empezar a colocar a mujeres en estas industrias, porque son las primeras modelos de que pueden hacer ese trabajo”. En paralelo argumentó: “tenemos que lograr romper esa barrera inicial, que en otras industrias ya no existe”.

mujeres construccion
Desde 2021, la Fundación Vamos a Zoomar, impulsada por Techo y Familia Bercomat, tiene como propósito ampliar el acceso de las mujeres al sector de la construcción. Crédito: blogs.iadb.org

Los datos del informe

El informe analizó el impacto de las capacitaciones brindadas por Zoomadoras. De allí se desprende que  más del 70% usó los conocimientos adquiridos para arreglos en sus hogares o ayudando a otras personas.

A la hora de la inserción laboral, solo el 14,3% consiguió trabajo en el rubro. Del mismo modo, el 21,4% de las encuestadas buscó empleo en construcción pero no lo logró y el 31,2% logró ingresos extra gracias a la capacitación.

Dentro de las principales barreras para acceder a un empleo en el sector, se ubican: 41,6% con falta de ofertas laborales; 16,9% por falta de experiencia; y 11,4% debido a discriminación por género y edad.

En relación con los beneficios, las encuestadas mencionaron aumento de la confianza personal, descubrimiento de nuevas habilidades y cambio de percepción sobre el rol de las mujeres en la construcción. “Ahora me animo a agarrar herramientas y arreglar cosas en mi casa”, dijo una participante y otra agregó: “No hay trabajo con género”.

Más mujeres a la construcción

Según el informe y a partir del trabajo que vienen realizando estas organizaciones, se puede saber que las mujeres no tienen problemas para adquirir cargos de poder dentro de la construcción, sino que ni siquiera obtienen los puestos más bajos. “No tenés un problema de techo de cristal, tenés un problema porque no están en ninguno de los trabajos más básicos operativos de esas industrias”, mencionó Carolina.

Consultada sobre los desafíos o prejuicios a los que se enfrentan las mujeres que buscan ser contratadas, la directora de Grow-Género y trabajo, mencionó la fuerza física, la falta de experiencia y el mito acerca de que el contratar mujeres suele ser para problemas

En los espacios masculinizados, “muchas veces no piensan que se pueden relacionar con las mujeres en un plano de igualdad y de pares, y sobre todo, de respeto”. Al respecto, agregó: “Esto de, si ingresa una mujer tenemos que cambiar nuestra forma de comportarnos”.

Para Villanueva, esto puede relacionarse con que “la industria de la construcción, a diferencia de otros sectores, es mucho más informal. Vos vas a una obra y no está la persona de Recursos Humanos”. En ese sentido, remarcó que “es difícil desde ese lugar cambiar culturalmente formas de trabajar y grupos que vienen generando su propia dinámica hace mucho”.

En relación con sumar mujeres, Carolina también se refirió a la deuda en infraestructura en el rubro. “Muy pocos espacios en el mundo de la construcción están preparados para las mujeres”, sostuvo y detalló: “desde los uniformes, la medida de la ropa, desde el baño; en general, hay una deuda en infraestructura en casi todos los procesos productivos del país”. 

De cara al futuro, Villanueva destacó la necesidad de tejer alianzas para incorporar mujeres al sector. “Las empresas pueden hacer mil cosas porque todo el tiempo están, incluso sin tener empresas en la construcción, construyendo o arreglando, remodelando”, explicó.

Para la directora de Grow- género y trabajo, otro puntapié es la alianza entre lo público y lo privado. “Hoy justo el Estado argentino es un Estado que no está invirtiendo mucho en obra pública, pero se pueden tomar ciertas iniciativas para que todos tengan que tener trabajadoras mujeres”, concluyó. 

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