El día de mañana miércoles 2 de abril, se cumplen 43 años del inicio de la guerra en las Islas Malvinas y desde Casa Rosada realizarán un acto para conmemorar el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas pero sin la inclusión de la vicepresidenta Victoria Villarruel.
El acto oficial se desarrollará en el cenotafio de Plaza San Martín en la Ciudad de Buenos Aires, tal como ocurrió el año pasado, donde el presidente Javier Milei, funcionarios, autoridades militares y ex combatientes estarán presentes.
Por su parte, y ante la no invitación al acto oficial, Villarruel participará de otro acto realizado en Ushuaia, organizado por el gobernador Gustavo Melella. De este modo, la ya conocida enemistad entre el binomio presidencial escala a niveles que ni lo protocolar ante una fecha de fuerte relevancia los puede juntar.
Lo paradójico y hasta contradictorio, es que el acto conmemorativo sea encabezado por Javier Milei, admirador de Margaret Thatcher, la responsable de ordenar el hundimiento del Crucero Argentino General Belgrano que provocó la muerte de 323 argentinos.
Dicho acto, al igual que el año pasado pero sin la vicepresidenta, tendrá lugar en el cenotafio, un monumento emblemático que cuenta con 25 placas de granito negro con los nombres grabados de los 649 soldados caídos durante la guerra.
Por su parte, Victoria Villarruel decidió aceptar la invitación para formar parte de otro tradicional acto pero en Tierra del Fuego, tras la no invitación de Casa Rosada al acto oficial del gobierno.
Se espera que el arribo de la vicepresidenta sea para el evento central a las 11 por lo que no sería parte de la vigilia que se hace cada año. Además, regresará hacia Buenos Aires el mismo día, debido a que el jueves el Senado tiene una sesión por los pliegos de Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo para la Corte Suprema.
Por otro lado, Villarruel programó actividades por la semana de Malvinas en el Senado, donde el viernes liderará el acto central bajo el título de “Malvinas, epopeya nacional”, en el salón Azul del Palacio legislativo.
Javier Milei, el confeso admirador de Thatcher
En un día de conmemoración y unidad nacional por la causa Malvinas como es el 2 de abril, vale recordar la postura del Presidente Javier Milei ante la guerra, la soberanía y su valoración sobre Margaret Thatcher.
El reclamo por la soberanía de Malvinas es algo que se sostuvo en el tiempo, con mayor o menor intensidad, aunque nunca había ocupado la presidencia un admirador abiertamente confeso de la primera ministra del Reino Unido durante la guerra, Margaret Thatcher.
Desde antes que Javier Milei llegara a la presidencia, se mostraba orgullosamente admirador de Thatcher, la misma que ordenó el hundimiento del Crucero General Belgrano, fuera de la zona de exclusión de 200 millas alrededor de Malvinas que se cobró la vida de 323 argentinos.
En este sentido, antes de las elecciones, supo resaltar la figura política de la Dama de Hierro pero no únicamente por sus políticas económicas: “Cuando tuvo que ir a pelear una guerra, decidió hacerlo y la ganó”, destacó.
Ya como presidente, no cambió su postura y el año pasado en una entrevista a la BBC, defendió a Thatcher: “Criticar a alguien por su nacionalidad o raza es muy precario intelectualmente. Escuché muchos discursos de Margaret Thatcher. Ella fue brillante. Entonces, ¿cuál es el problema?”, sostuvo.
Por otra parte, se había referido a la soberanía sobre las Malvinas, y si bien declaró que “nosotros no vamos a resignar nuestra soberanía”, continuó: “pero si no es el momento para discutirlo hoy, bueno, se discutirá en otro momento”.
Con poco énfasis en sus palabras por la soberanía, en contraste con su ferviente defensa de Thatcher, se espera que mañana pueda hacer una mención protocolar por la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, aunque en lo formal no avance en discusiones con el Reino Unido.