La Asociación Civil Aralma presentó dos proyectos de Ley para la erradicación de la violencia sexual en Argentina, sobre todo contra los infantes. Se trata de la creación de la Comisión Investigadora independiente de la Verdad y la Reparación, y la Imprescriptibilidad: ambas iniciativas buscan avanzar en materia legal para la defensa de los derechos de bebés, niñes y adolescentes.
Nota al Pie se puso en contacto con la presidenta de Aralma, Sonia Almada, para consultarle sobre la problemática. “Argentina tiene una deuda enorme en relación a la temática de la violencia sexual. Tanto con las víctimas infantiles como con los sobrevivientes adultos que pueden contar después de muchos años que han sido víctimas”, dijo.
En este sentido, remarcó la falta de campañas de prevención de la violencia sexual y la falta de una policía calificada para atender específicamente estos casos. También agregó que “no existe una mesa nacional trabajando para dar respuesta a una problemática de salud pública enorme”.
¿Por qué es importante empezar a hablar de violencia sexual? La licenciada en Psicología explicó que uno de los proyectos de ley presentados también apunta a cambiar el término “abuso sexual” por “violencia sexual.
“Abuso significa el mal uso o uso indebido de un objeto. Entonces, nosotros estamos proponiendo cambiarlo por el concepto de violencia sexual contra bebés, niños, niñas y adolescentes”, subrayó y agregó: “Nombro bebés por fuera, digamos, de lo de de la convención de los derechos eso es el niño porque una población de la más invisibilizada que padece violencia sexual”.
La importancia de que los delitos no prescriban
Los delitos de violencia sexual suelen ser perpetrados por personas conocidas o insulso del círculo familiar de las víctimas enmarcadas en relaciones desiguales de poder. Además se garantiza el silencio de las víctimas con amenazas y manipulación.
Teniendo en cuenta esto, muchas veces los sobrevivientes que llegan al momento de hablar y denunciar, se encuentran con la los delitos no pueden ser investigados en todo momento. Por ley, hay un plazo en el cual la acción penal prescribe.
“Necesitamos una ley en que estos crímenes no prescriban jamás justamente por eso, porque el dolor no prescribe, porque los tiempos de la de la de las víctimas son otros a los de cualquier otro crimen”, sostuvo Almada quién además es sobreviviente.
En la actualidad, en Argentina está vigente a partir de 2015 la Ley de “respeto al tiempo de las víctimas”. Donde el plazo de prescripción empieza a correr cuando la víctima llega a la mayoría de edad y efectúa la denuncia (los dos requisitos). Entonces si la víctima decide denunciar a los 30 años en ese instante empezará a correr el plazo de la prescripción.
Sin embargo, ninguna de las leyes de abuso sexual creó nuevos delitos ni aumentó penas, pero la Corte Suprema argentina en 1973 sostuvo que los cambios en los plazos de la prescripción están abarcados por el principio de legalidad y por lo tanto las leyes que prolongan estos plazos no se pueden aplicar retroactivamente porque son más gravosos.
Mientras tanto, las cifras de Break The Record arrojan que solo en los últimos 12 meses, 82 millones de niñas y 69 millones de niños han sufrido algún tipo de violencia sexual en el mundo lo que equivale a aproximadamente tres niñas y dos niños por segundo.
La “imprescriptibilidad busca justicia y reparación inmediata para que al momento en que la persona tenga la posibilidad de denunciar, puedan hacerlo”, sostuvo Almada y resaltó: “También es un límite a los pederastas, quienes juegan mucho con los tiempos de la justicia que no coinciden con los tiempos de las víctimas”.
En cuanto a la creación de una Comisión Investigadora, las impulsoras resaltan la importancia de relevar datos sobre la cantidad de casos de violencia sexual que ocurren en el país.
“Se recolectaría una cantidad de información que serviría no sólo para hacer políticas públicas, por supuesto, porque tendrías los datos reales de de este crimen totalmente invisibilizado y también sería un espacio de escucha a los sobrevivientes”, concluyó la fundadora de la asociación.