
El papa Francisco regresó al Vaticano el domingo luego de una hospitalización de cinco semanas por una neumonía doble. En el trayecto, realizó una parada en la basílica de Santa María la Mayor, donde rindió homenaje a su icono favorito de la Virgen.
Una larga hospitalización y una recuperación delicada
Francisco, de 87 años, fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma el pasado 14 de febrero tras una bronquitis agravada que derivó en neumonía bilateral. Los médicos detectaron una infección respiratoria compleja, anemia y el inicio de una insuficiencia renal. Durante su estancia, sufrió dos crisis respiratorias severas que pusieron su vida en riesgo. Sin embargo, nunca fue intubado y se mantuvo consciente en todo momento.
El doctor Sergio Alfieri, quien dirigió su atención médica, aseguró que no todos los pacientes con neumonía doble grave logran recuperarse, destacando la gravedad del estado de Francisco. «Hubo momentos críticos en los que muchos pensaron que no saldría adelante», explicó.
El emotivo saludo del papa y su regreso al Vaticano
Antes de abandonar el hospital, el papa se asomó al balcón del Gemelli para saludar a los fieles reunidos. Con voz débil y un gesto de agradecimiento, dijo: «¡Gracias a todos!». Desde la multitud se escucharon gritos de «¡Viva el papa!» y «¡Papa Francesco!».
El recorrido hacia el Vaticano incluyó una parada en la basílica de Santa María la Mayor, un sitio de gran valor simbólico para Francisco. Desde su automóvil, entregó un ramo de flores al cardenal encargado del templo para que lo colocara frente al icono de la Salus Populi Romani, a la que el pontífice profesa una profunda devoción.
Próximos pasos y cuidados en su recuperación
Ya en la residencia de Santa Marta, el papa continuará con un período de dos meses de descanso y rehabilitación. Se le ha indicado evitar reuniones multitudinarias y esfuerzos innecesarios. Aunque seguirá recibiendo oxígeno suplementario y atención médica constante, su equipo de salud confía en su recuperación progresiva.
Por el momento, el Vaticano no ha confirmado su agenda de actividades. Aún está en duda su participación en los eventos de Pascua y en una audiencia programada con el rey Carlos III. Sin embargo, los médicos esperan que Francisco pueda reanudar su rutina y, posiblemente, viajar a Turquía en mayo para un evento ecuménico.
Un alivio para la comunidad católica
El regreso de Francisco ha sido recibido con alivio tanto en el Vaticano como entre los fieles de todo el mundo. «Es la demostración de que nuestras oraciones han sido escuchadas», comentó Rossella Russomando, una de las médicas presentes en el hospital.
El papa, aunque visiblemente débil, mantiene su característico sentido del humor. «¡Sigo vivo!», exclamó en una de sus revisiones médicas, según relató el doctor Alfieri. Su fortaleza y espíritu han sido clave en esta etapa de recuperación, que continuará con atención especializada y un descanso prolongado.