
Bahía Blanca enfrenta una de sus peores crisis climáticas tras el fuerte temporal que azotó la ciudad desde la madrugada del viernes. En pocas horas, se acumularon 250 milímetros de lluvia, superando ampliamente la media mensual y desatando inundaciones que causaron la muerte de al menos 16 personas, según confirmó el intendente Federico Susbielles, quien advirtió que el número podría aumentar.
Además, hay 100 personas desaparecidas y más de 1.000 evacuadas en distintos centros de contención habilitados por el municipio. Las imágenes de la ciudad son devastadoras: calles convertidas en ríos, autos arrastrados por la corriente y viviendas anegadas. El Hospital Interzonal Dr. José Penna también se vio afectado, obligando a evacuar el sector de neonatología.
Las autoridades han suspendido todas las actividades públicas y privadas, incluyendo el transporte público, mientras que la empresa EDES realizó cortes preventivos de energía en las zonas más afectadas. La Jefatura Distrital de Educación anunció la suspensión de clases para el lunes y martes.
Bronca y reclamos en Bahía Blanca
La crisis generó indignación entre los vecinos, quienes increparon a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y al ministro de Defensa, Luis Petri, durante su visita a la ciudad. «Anoche tenían que aparecer»; «mojate como nosotros»; y «llevénselos» fueron los gritos de los vecinos que forcejearon con la custodia de los dos miembros del Gabinete, miembros de distintas fuerzas de seguridad y armadas.
Además, el intendente Susbielles estimó que la reconstrucción demandará más de $400.000 millones y decretó 72 horas de duelo por las víctimas fatales.
Tucumán bajo el agua: calles anegadas y evacuaciones
Mientras Bahía Blanca lucha contra la tragedia, la provincia de Tucumán también enfrenta una situación crítica debido a un fuerte temporal que dejó calles inundadas y obligó a evacuar a decenas de familias en San Miguel de Tucumán, Lules, Las Talitas y Banda del Río Salí.
Solo en la mañana del sábado cayeron 130 milímetros de lluvia, casi el total del promedio mensual de marzo. Como consecuencia, se registraron cortes de ruta, anegamientos severos y problemas de drenaje. En Yerba Buena, el intendente Pablo Macchiarolla aseguró que las principales arterias viales están colapsadas, mientras que en Lules y Banda del Río Salí varias familias debieron abandonar sus hogares.
La situación ha llevado a Defensa Civil a redoblar esfuerzos para asistir a los damnificados, mientras se mantiene el alerta naranja por tormentas para las próximas horas.
Una crisis climática sin precedentes
El impacto del temporal en ambas provincias pone en evidencia la fragilidad de la infraestructura ante eventos climáticos extremos. Mientras los operativos de rescate continúan, la atención se centra en la reconstrucción y en la asistencia a las miles de personas que han perdido todo.
Cáritas Argentina lanzó una colecta nacional para ayudar a los damnificados, y las autoridades provinciales y nacionales analizan medidas económicas y logísticas para mitigar los efectos de esta catástrofe.