
El Jueves de Comadres, una festividad profundamente arraigada en las comunidades rurales del departamento de Tarija, ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia. La medida fue oficializada por el presidente Luis Arce, quien promulgó la Ley 1.619 con el objetivo de preservar y promover esta tradición que fortalece los lazos de amistad entre las mujeres bolivianas.
Un origen que trasciende el tiempo
El Jueves de Comadres tiene sus raíces en Tarija, al sur de Bolivia. Surgió como una celebración rural y, con el tiempo, se expandió hacia las ciudades, alcanzando en la década de 1970 la capital tarijeña. Actualmente, la festividad se celebra en distintos puntos del país, con adaptaciones que responden a los contextos urbanos.
Según la socóloga Liz Mendoza, entrevistada por Sputnik, existen registros de esta festividad desde 1690 en crónicas de monjes jesuitas. La tradición nació en un contexto de adversidad: las mujeres se aliaban para protegerse de los conflictos entre la colonia española y el pueblo guaraní, comprometiéndose a cuidar a los hijos de sus amigas en caso de que ellas desaparecieran o murieran.
Un ritual de amistad y hermandad
Cada año, en el jueves previo al carnaval, las mujeres intercambian canastas decoradas con globos, serpentinas y pétalos de flores. Estas cestas contienen productos de la temporada como duraznos, higos, uvas, choclos, pan dulce y quesillos. «Mientras más grande sea la canasta, más grande es el cariño», afirmó Angélica Palazuelos, una comadre tarijeña, en diálogo con Sputnik.
En Tarija, las comadres cumplen con un estricto código de vestimenta. Las mujeres visten la indumentaria típica chapaca: polleras largas, blusas bordadas a mano y mantas con flores. Además, utilizan un código de mensajes ocultos: una rosa en la oreja derecha indica que la mujer está casada, mientras que si la lleva en la izquierda, está soltera.
El impacto de la declaración como Patrimonio Cultural
La oficialización del Jueves de Comadres como Patrimonio Cultural Inmaterial de Bolivia no solo fortalece su reconocimiento, sino que también busca garantizar su preservación a lo largo del tiempo. En este sentido, el presidente Arce instruyó al Ministerio de Educación a gestionar la postulación de esta festividad ante la UNESCO, con la finalidad de que también sea declarada Patrimonio de la Humanidad.
La celebración en las ciudades
En las ciudades bolivianas como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, la festividad se ha transformado en una gran fiesta nocturna en salones y boliches. Sin embargo, algunas comadres, como Palazuelos, destacan las diferencias con el festejo tradicional de Tarija: «Aquí en Tarija, la fiesta es exclusiva para mujeres; en las ciudades se ha convertido en una celebración más».
A pesar de las variaciones, el Jueves de Comadres sigue creciendo en popularidad y manteniendo su esencia de hermandad. La declaración como Patrimonio Cultural refuerza su importancia dentro del acervo cultural boliviano y busca proyectarla a nivel internacional.
Publicado originalmente en Sputnik