“ Matar a Mamá ” es una comedia con un gran elenco: Inés Estévez, Florencia Raggi y María Rosa Fugazot. La dirección general está a cargo de Paula Ransenberg, con guion de Laura Oliva.
Las funciones se realizan en la Sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza (Av. Corrientes 1660, CABA) los viernes y sábados a las 20:00 y los domingos a las 19:00. La obra continuará en cartelera durante todo el mes de marzo.
Las entradas están disponibles a través de Plateanet o en la boletería del teatro.
La puesta en escena de “Matar a Mamá”, muestra tintes dramáticos y explora la comunicación familiar, los vínculos entre hermanos y cómo las personas se comportan frente a la constante opinión de los demás.
Así, Dolores (Florencia Raggi) invita a su hermana María (Inés Estévez) a su departamento para revelarle un sorprendente descubrimiento: su madre viuda, de casi 80 años, se ha convertido en una sensación del stand-up comedy a través de su propio canal de YouTube. Todo esto es posible gracias a su nieto Iván, quien la ayudó a crear su propia red social.
Desconcertadas, las hermanas comienzan a seguir semanalmente el contenido para descubrir las peripecias de la inesperada influencer de la tercera edad. A partir de esto, Matar a Mamá da lugar a una serie de situaciones cargadas de humor, diálogos profundos y numerosos cuestionamientos.
En “Matar a Mamá, Inés Estévez brilla con luz propia
Nota al Pie entrevistó a la reconocida actriz, cantante, directora teatral y docente para hablar sobre su experiencia como María en “Matar a Mamá”.
–Estrenaron la comedia el 16 de agosto del año pasado y las funciones continúan a sala llena. ¿Cómo estás viviendo esta situación?
Hacer comedia pura y dura, es algo con lo cual, no se me identificaba. Siempre generé cosas serias entre comillas. Es esa dicotomía que suele haber un poco absurda a veces en el mundo de la actuación. Se supone que si generas una franja expresiva, no vas a lograrlo, o no sos apto para hacer comedia, y a su vez es considerado como un género menor erróneamente. En el caso de “Matar a Mamá”, hay un contenido de mucha profundidad y siento placer de hacer reír a la gente en un momento en cual el país y el mundo, está en una instancia muy difícil. Es muy hermoso sentir que la gente lo disfruta y a la vez tiene una sensibilidad del contenido y se logra generar conciencia y divertir. Tener una sala llena es maravilloso.
–Tu personaje de María es una mujer poco afectiva, a la que no le gustan los abrazos. Mira asiduamente pornografía y es muy refinada. ¿Cómo te preparaste para el rol?
No tengo un método académico en el sentido de que me formé trabajando. No estudié actuación; tengo un abordaje absolutamente intuitivo y lo único que hago es situarme en lo que siente, piensa y expresa el personaje. Una vez que defino, cómo aborda el personaje, la circunstancia se me presenta con mucha naturalidad y fluidez para conducirme como hablar, vestir y me apoyo muchísimo en ese aspecto exterior para componer o manifestarle al espectador, lo interno. Además la maravillosa dirección de Paula Ransenberg, me permitió ser extrema en las manifestaciones expresivas. Me celebró la gracia, el humor, y que siempre la manifiesto con cierta timidez. Porqué no sé hasta qué punto va a ser bien recibida. Me gusta el humor en medio del drama, porque la vida contiene eso también.
Una de las escenas más conmovedoras y desopilantes es cuando María está desbordada y ante eso, el público da su devolución con infinitos aplausos.
La realidad supera la ficción y nunca hay que tener miedo de ser muy expansivo, siempre y cuando esa expansión venga de la mano de la verdad. Siempre les digo a mis alumnos cuando doy clases, si es verdad no hay nada que esté mal no, nada, nada va a ser mucho, nada, va a ser muy exagerado, porqué a la vez esa híper expresividad al menos en mi caso, está muy apoyada en muchas sutilezas y en muchos detalles.
–Sin duda uno de los detalles de la puesta en escena es que a pesar de que se muestra a una abuela influencer, no se ven imágenes audiovisuales de lo que hace en su canal de Youtube.
Estamos tan saturados del abuso de la imagen que hasta juega a favor en el sentido de que cuando el personaje de la madre aparece, hay tanta expectativa porque al no aparecer en imagen, genera expectativa. De hecho cuando ingresa María Rosa a escena, la gente aplaude mucho. No usar imágenes, terminó jugando a favor.
–“Matar a Mamá” sin duda habla de los vínculos afectivos y cómo mejorarlos
El vínculo con los demás, además el vínculo con uno mismo. ¿Cuánto me atrevo a asumir o a aceptar de mí misma? ¿Cómo creo que los demás me ven?, ¿Qué cosas de mí no quiero ver? De todo esto plantea la obra, pero además habla de algo muy vigente que es la incapacidad de claramente comunicar en la cara del otro, lo que uno siente, cree. Lo que uno no se atreve a decir en la cara, termina ventilándolo en redes sociales de un modo descarnado.
–El año pasado entrevistamos a Laura Oliva, guionista de “Matar a Mamá” y nos manifestó que no usa Redes Sociales. ¿Cómo te manejas con ese tema?
Tardé mucho en tener Instagram y tuve Twitter pero cerré la cuenta hace un par de años. Las Redes Sociales, no es algo que me interese y a la vez las uso a favor. A mí me parece que es una buena herramienta, dependiendo de si uno las usa de manera constructiva o destructiva. Las empleo para difundir mi trabajo, apoyar causas sociales, concientizar sobre la discapacidad y la adopción que son los pilares, porque mis dos niñas vinieron a mi vida a través de la adopción. Es una buena manera de manifestar y luego publicitar todo lo que uno hace. Es un arma que puede ser muy constructiva si uno la sabe usar.
–El papel de la madre y a la vez abuela influencer, denota el perfil de una mujer que comete errores
Hay una manifestación de esa abuela digamos un poco un revanchista, en relación a lo que ha sido su vida y su vínculo con sus hijas. Ella ha generado ese tipo de vínculo en donde no hay comunicación. Hay algo del mensaje bastante interesante en el sentido de que la madre no por ser madre es un ser sagrado que hace todo bien. Y está bueno eso porque somos resultado y producto de lo que hemos vivido y eso no nos obliga a ser impecables.
Y ésta abuela tiene sus grandes falencias y ha hecho cosas que no están bien. Como aliarse con un nieto, y contarle intimidades irreproducibles de su propia madre.
–¿Qué te dice el público cuando termina la obra?
En general, dicen que se divirtieron, rieron y lloraron como nunca. Se emocionan con el final sobre todo. Incluso gente que ha venido más de una vez a ver la obra y eso es genial también.
–Y después de “Matar a Mamá”, ¿Cuáles proyectos tienes?
El 27 de marzo estaré cantando en Rosario para ofrecer un show en el Teatro Lavardén. Además estoy ensayando una obra de teatro, “El Hombre Inesperado” con Germán Palacios. Estrenaremos en abril en el Teatro Maipo de Buenos Aires. Es una obra de Yasmina Reza que se hizo en el país hace muchos años y muy conocida en el mundo.