La agencia Sputnik informó que:
▪️ El bloque conservador CDU/CSU gana con el 29% de los votos, según las encuestas a boca de urna.
▪️ La derechista «Alternativa para Alemania» logra un récord del 19,5%.
▪️ Los socialdemócratas de Scholz sufren una derrota y quedan terceros con el 16%.
▪️ El partido de Sarah Wagenknecht obtiene el 4,7% en su primera elección, pero no logra entrar al Bundestag, Parlamento alemán.
¿Qué se vota en las elecciones en Alemania?
En estas elecciones se define la composición del Bundestag y, por ende, el próximo canciller del país. Las elecciones se adelantaron debido al colapso de la coalición gubernamental en noviembre de 2024, y se celebraron en un contexto de gran polarización política y desafíos económicos, aunque Merz recientemente había coqueteado con la ultraderecha.
El crecimiento de Alternativa para Alemania (AfD) genera alarma en el sector empresarial, mientras que el bloque conservador busca formar gobierno rápidamente.
Un nuevo escenario político en Alemania
Las elecciones generales en Alemania dejaron un panorama incierto con el triunfo del bloque conservador liderado por Friedrich Merz y el preocupante ascenso de Alternativa para Alemania (AfD), el partido de ultraderecha apoyado por Elon Musk. El oficialismo, encabezado por el actual canciller Olaf Scholz, sufrió una fuerte derrota, ubicándose en tercer lugar.
Los primeros sondeos indicaron que la CDU/CSU obtuvo el 28% de los votos, seguido de AfD con el 20% y el Partido Socialdemócrata (SPD) con apenas el 16%. Ante esta situación, Merz llamó a conformar un nuevo gobierno lo antes posible, advirtiendo que «el mundo no espera».
La reacción del oficialismo
Tras conocerse los resultados, Olaf Scholz admitió la derrota del SPD y felicitó al bloque conservador. «Es un resultado amargo», expresó en una conferencia de prensa. Sin embargo, puso especial énfasis en el crecimiento de la extrema derecha, al considerarlo «inaceptable».
«Que un partido de extrema derecha reciba un resultado así, debe ser algo que no debemos aceptar. Yo nunca voy a aceptar algo así», sentenció el canciller saliente, quien aún deberá gobernar hasta que se conforme una nueva coalición.
Empresas rompen su neutralidad ante el avance de AfD
El ascenso de AfD no solo preocupa a los sectores políticos y sociales, sino también al ámbito empresarial. Grandes compañías alemanas, tradicionalmente alejadas del debate político, han manifestado públicamente su rechazo a la extrema derecha.
«Xenofobia, odio, antisemitismo y cualquier forma de extremismo contradicen claramente los valores de Mercedes-Benz«, declaró Eckart von Klaeden, director de asuntos externos de la automotriz, en una entrevista con DW.
Un estudio del Instituto Económico Alemán (IW) reveló que el 50% de las empresas en Alemania Occidental y el 25% en el Este han tomado una posición clara en contra de AfD. Se trata de un fenómeno inédito en el país, donde las empresas históricamente han evitado intervenir en la política.
Temor por la estabilidad económica
Desde el Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW), el profesor Alexander Kritikos explicó que la preocupación empresarial se debe, en gran medida, a las consecuencias económicas que podría traer el ascenso de AfD.
«Las empresas temen un descenso de la inversión. La incertidumbre política puede desmotivar la llegada de capital extranjero y afectar la imagen de Alemania en los mercados globales», advirtió el experto.
El informe del Instituto Económico Alemán también reveló que el 77% de los líderes empresariales considera que el fortalecimiento de AfD representa un riesgo para la estabilidad de la Unión Europea y la economía del país.
¿Qué pasará con el gobierno?
Friedrich Merz tiene como objetivo presentar un nuevo gobierno antes de Semana Santa. Para ello, busca conformar una coalición con otras fuerzas democráticas, aunque aún no está definido con qué partidos podría sellar un acuerdo.
«Estamos en el tercer año de una recesión, y tenemos que salir de allí», expresó Merz, quien prometió medidas concretas para reactivar la economía alemana.
Si bien AfD obtuvo un resultado histórico, su aislamiento político le impide formar parte de un gobierno. Ningún partido ha manifestado intenciones de negociar con la ultraderecha, lo que refuerza la necesidad de una alianza entre la CDU/CSU y otras fuerzas tradicionales.
Un récord de participación
A pesar del clima de incertidumbre, las elecciones alemanas registraron una participación del 83%, la más alta desde la reunificación del país en 1990. Este dato refleja el alto interés de la ciudadanía en los comicios y la relevancia del momento político que atraviesa Alemania.
El futuro del país dependerá de las negociaciones que comiencen en los próximos días. Mientras tanto, el sector empresarial ha dejado en claro su postura y advierte sobre las posibles consecuencias económicas si la ultraderecha sigue ganando terreno.