
Recientes informes señalaron que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos comenzó a utilizar drones MQ-9 Reaper para vigilar a los cárteles de la droga en México. Esta noticia surge un tiempo después de que el Departamento de Estado designara a varios narcotraficantes latinoamericanos como «organizaciones terroristas globales».
Sin embargo, una revisión histórica de las acciones de la Agencia sugiere que su relación con el narcotráfico ha sido, cuanto menos, controvertida. A lo largo de los años, la CIA fue señalada con frecuencia por facilitar, encubrir o incluso beneficiarse del tráfico de drogas en diversas regiones.
La CIA y su impulso global en la «distribución» de drogas
- En 1962, el oficial de la OSS y la CIA, Paul Helliwell, creó el Castle Bank & Trust en las Bahamas para apoyar las operaciones de la Agencia en contra de la Cuba de Fidel Castro y otras fuerzas antiestadounidenses en toda América Latina. Antes de eso, había creado Overseas Supply, una empresa fachada de la organización que contrabandeba opio birmano para financiar una guerra sucia contra China.
- Otro de los casos más emblemáticos es el escándalo Irán-Contra en 1985, donde se denunció que la Agencia permitió, a partir del aval de la Administración Reagan, la entrada de cocaína a EE.UU. para financiar a los contrarrevolucionarios nicaragüenses.
- El renombrado narcotraficante estadounidense de drogas y armas Barry Seal traficaba drogas para el Cartel de Medellín en los 80´s y, según autoridades estadounidenses, fue reclutado como agente doble. Pero el periodista de investigación Alexander Cockburn y otros alegaron que Seal era un agente de la CIA desde los conflictos en la Bahía de Cochinos y la Guerra de Vietnam, implicado por trabajar con los Contras.
En 2017, Juan Pablo Escobar, hijo del infame fundador del Cartel de Medellín, Pablo Escobar, confirmó que su padre “trabajaba para la CIA” y alegó que Seal y otros integrantes de la Agencia traficaban drogas directamente a una base militar estadounidense en Florida.
- El periodista independiente Manuel Hernandez Borbolla documentó la formación de grandes cárteles mexicanos, principalmente en la década del 90, bajo el amparo de la Dirección Federal de Seguridad, a los que el periodista calificó como “prácticamente empleados de la CIA, junto con algunos ex presidentes mexicanos”.
Hernández Borbolla recordó que el infame agente de la CIA, Félix Ismael Rodríguez, estuvo presente durante el proceso de tortura y asesinato por parte del Cartel de Guadalajara al agente de la DEA, Kiki Camarena, en 1985, luego de que este descubriera operaciones de contrabando de drogas y armas vinculadas con los Contras.
Además, recordó cuando la Agencia se vio involucrada también en el asesinato del periodista mexicano Manuel Buendía, en 1984, quién investigaba las operaciones de drogas de la organización y la participación de funcionarios corruptos del Gobierno mexicano.
- En 1996, el periodista de investigación Gary Webb llegó a la conclusión de que la epidemia de crack que sacudía los centros urbanos de Estados Unidos estaba relacionada con que los traficantes disfrutaban de la protección total de la Agencia. En 2004, el periodista apareció muerto con dos disparos en la cabeza. Sin embargo, su muerte fue considerada suicidio.
- En 2012, el periodista chileno Patricio Mery descubrió un complot de la CIA para contrabandear cocaína desde Bolivia a Chile, Europa y Estados Unidos y recaudar fondos para operaciones destinadas a desestabilizar al gobierno del presidente ecuatoriano Rafael Correa.
Otros casos polémicos incluyen la Operación Cóndor en Latinoamérica, en donde se acusó a la agencia de colaborar con regímenes militares (Augusto Pinochet, en Chile, y el Proceso de Reorganización Nacional, en Argentina, por citar algunos), que facilitaron el tráfico de drogas; y el caso de Manuel Noriega, exdictador panameño y antiguo colaborador de la CIA, quien fue arrestado por narcotráfico tras años de supuesta complicidad con la agencia.
También se destacaron nuevos vínculos entre la CIA y los cárteles colombianos reinantes en la década de 1990, particularmente con el Cartel de Cali luego de la caída del Cartel de Medellín, en un intento de influir en la geopolítica de la región.
Estos antecedentes han llevado a muchos analistas a cuestionar la legitimidad de la lucha antidrogas impulsada por EE.UU. en América Latina. A pesar de sus esfuerzos oficiales por combatir el narcotráfico, las conexiones históricas de la CIA con estas redes han sembrado dudas sobre sus verdaderos intereses en la región.
Con el uso de nueva tecnología para espiar a los cárteles, queda por ver si esta vez la agencia realmente busca desmantelar el narcotráfico o si la historia volverá a repetirse con un nuevo giro en la guerra contra las drogas.