
La Argentina que preside Javier Milei tiene una de las superficies más extensas de la Tierra y ocupa el octavo lugar a nivel mundial, el cuarto en el continente americano (luego de Canadá, Estados Unidos de América y la República Federativa de Brasil), y el segundo entre los países de América Latina.
Pero el Universo de Milei fue, hasta ahora, la Casa Rosada, la Quinta de Olivos (con esos caniles de los que ya nadie habla), los aviones, los encuentros partidarios de la ultraderecha mundial y como se ve por estas horas, los negocios privados.
No entran en su radar, ni en su agenda, las fábricas, las escuelas, las Universidades, los hospitales, los barrios o los Museos. No ha tenido siquiera un acercamiento a una institución colectiva, de gestión pública o privada, como es un cementerio.
Para Milei, los héroes son los que evaden y los únicos héroes en este lío son los que invierten en la timba loca, que corre a la velocidad del 5G. El resto, que va desde la política tradicional a los científicos, de los artistas a los empresarios, de los laburantes a los jubilados, son la casta. Tienen estatus de enemigo y según la lógica de la guerra, al enemigo se lo combate.
El disparate lleva a recordar que en las elecciones de 2023 ganó en provincias donde ni siquiera puso un pie para hacer campaña y que apenas tuvo una reunión protocolar con todos los gobernadores, a 9 días de haber asumido la presidencia.
Un presidente que se pasa horas en el celular, como un signo del aislamiento personal es una muestra de su interés en la relación con el entorno y con el país que debiera dirigir.
La estafa muestra la distancia de Javier Milei con la realidad
Nos causó estupor que Mauricio Macri haya interrumpido un partido de paddle para recibir a los familiares del submarino ARA San Juan, al tiempo que se desarrollaba todavía la búsqueda de la nave y sus tripulantes.
Entonces, qué debemos hacer cuando conectamos dos hechos que ocurrían en simultáneo hace un par de semanas. Fue el 30 de enero cuando, mientras se incendiaban decenas de miles de hectáreas en la Patagonia,”el Presidente mantuvo una reunión en Casa Rosada con Hayden Mark Davis, quien, de acuerdo a lo expresado por los representantes de KIP Protocol, proveería la infraestructura tecnológica para su proyecto”.
El textual es parte del comunicado oficial del 15 de febrero, horas después de haber detonado el escándalo de $LIBRA y Davis es quien le puso un plazo de “48 horas” al Gobierno para que le digan cómo devolver los más de 100 millones de dólares que dice tener en su poder. Un ultimátum en clave de apriete, que pone sobre la mesa una de las preguntas centrales de esta historia. ¿Para quién fue la ganancia de la estafa y con qué fin se hizo?
Según el Instituto Geográfico Nacional, “la extensión de las tierras emergidas alcanza los 3.761.274 km2 incluyendo los ámbitos terrestres, cuya soberanía es reclamada por el Estado nacional. De ellos, 2.791.810 km2 corresponden a la parte continental americana, 965.597km2 al continente antártico y 3.867 km2 a las islas australes (Georgias del Sur y Sandwich del Sur)”.
Esa enorme geografía, además de las bellezas naturales, contiene recursos naturales y estratégicos de carácter global y su ubicación en el planisferio la pone en la mira de las tensiones geoopolíticas, en un mundo que se reacomoda en nuevos bloques desde hace algunos años.
Desacoplar a Milei de ese contexto, al margen de repetir la pobre mirada del Presidente que se autopercibe como un líder global, es un error que no se puede cometer.
Es fácil caer en la trampa de hacer de todo un meme o putearse en las redes, como quien se pelea con un primo lejano, pasado de copas en una reunión social. Pero la vida no pasa solo por un celular y en la historia argentina las calles fueron y son una de las arterias principales por donde transita el debate público.
La hora exige cabeza fría y corazón caliente. Acaso el reverso exacto de la ecuación presidencial.