La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció que se darán de baja las inscripciones en el Registro del Programa Nacional de Cannabis Medicinal (Reprocann), afectando a miles de pacientes que dependen del cultivo controlado de cannabis con fines medicinales.
De acuerdo a la ministra, la decisión se debe a que existen desvíos al mercado ilegal. Sin embargo, especialistas y organizaciones advierten que el verdadero impacto será dejar a personas sin acceso a un tratamiento seguro y regulado.
Reprocann: qué es y por qué es clave para el acceso a la salud
El Registro Nacional de Personas Autorizadas al Cultivo Controlado con Fines Medicinales y Terapéuticos fue creado en 2021 durante el gobierno de Alberto Fernández, mediante la Resolución 800/2021 del Ministerio de Salud. Su objetivo principal es garantizar que los pacientes con indicación médica basada en evidencia científica puedan acceder al cannabis medicinal de manera segura y regulada.
Este programa permite que quienes necesiten cannabis para uso medicinal puedan obtenerlo a través de tres vías:
- Especialidades medicinales (productos aprobados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica).
- Formulación magistral (preparaciones en farmacias con cannabis autorizado).
- Cultivo controlado por el propio paciente, por terceros o por redes de ONG habilitadas.
En la actualidad, más de 300.000 personas están registradas en el sistema y pueden acceder a tratamientos para diversas patologías, incluyendo epilepsia refractaria, dolor crónico, fibromialgia y esclerosis múltiple.
La excusa del Gobierno: seguridad vs. derecho a la salud
Patricia Bullrich justificó la eliminación del Reprocann afirmando que existe un “desvío de marihuana hacia el mercado ilegal”. Sin embargo, hasta el momento, no se presentaron pruebas concretas que respalden esta acusación.
La ministra mencionó el caso de un hombre en la provincia de Santa Fe con un permiso para 18 plantas que terminó con 18.000, pero las organizaciones advierten que esto es un caso aislado que no refleja la realidad del programa. La decisión de “dar de baja todo y empezar de cero” deja sin tratamiento a miles de pacientes que usan el cannabis medicinal de manera regulada.
Además, Bullrich comparó el cannabis argentino con la producción de soja transgénica, argumentando que los niveles de tetrahidrocannabinol (THC) en el país son más altos que en Uruguay. Sin embargo, los productos medicinales autorizados en el Reprocann no están vinculados con el consumo recreativo, ya que son indicados por médicos y utilizados bajo supervisión profesional.
El futuro de los pacientes y organizaciones
La eliminación del Reprocann no solo afectará a los pacientes, sino también a las asociaciones civiles y ONG que garantizan el acceso seguro al cannabis medicinal. En agosto de 2024, el Ministerio de Salud ya había endurecido los requisitos para la inscripción de profesionales, exigiendo diplomaturas o maestrías especializadas en cannabis, lo que limitó aún más el acceso.
Dejar sin efecto el registro implica que:
- Pacientes en tratamiento pierdan su acceso legal al cannabis medicinal.
- Se criminalizará a quienes cultiven para uso terapéutico, empujándolos a la clandestinidad.
- Aumentará la dependencia de importaciones costosas y de difícil acceso.
En lugar de mejorar los controles y fortalecer la regulación, el gobierno decide desmantelar un sistema que permitió que miles de personas mejoren su calidad de vida sin recurrir al mercado negro.
Cannabis medicinal: un derecho en riesgo
La decisión política de eliminar el Reprocann representa un retroceso en términos de acceso a la salud y derechos humanos. La demonización del cannabis medicinal, bajo el pretexto de la seguridad, no solo es desinformada, sino que afecta directamente a quienes más lo necesitan.
Mientras en el mundo avanzan las políticas de regulación y acceso seguro, Argentina da un paso atrás, dejando a miles de pacientes sin alternativa.