El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la inflación de enero se desaceleró al 2,2%, marcando el índice mensual más bajo desde 2020. La variación interanual se ubicó en 84,5%, rompiendo la barrera del 100% por primera vez desde enero de 2023. El Gobierno destacó este logro como una señal de la continuidad del proceso de desinflación.
Sectores con mayores incrementos
En enero, las divisiones que experimentaron mayores aumentos fueron:
- Restaurantes y hoteles: +5,3%, impulsado por subas estacionales en servicios de hotelería.
- Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles: +4%, debido a incrementos en alquileres y servicios relacionados.
Por otro lado, el rubro de prendas de vestir y calzado registró una deflación del 0,7%, atribuida a la apertura de importaciones y al cambio de temporada, siendo la primera baja de precios en un sector desde la pandemia.
Análisis del ISEPCI: una mirada crítica
El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) ofreció una perspectiva diferente. Según su relevamiento en barrios populares del conurbano, en enero la Canasta Básica de Alimentos (CBA) tuvo una variación de -0,17%, acumulando un incremento del 4,9% en el bimestre diciembre/enero, lo que implica una suba promedio mensual del 2,4%.
La Canasta Básica Total (CBT), que incluye además de alimentos otros productos y servicios esenciales, presentó la misma variación mensual, acumulando un aumento del 5,36% en el bimestre y un promedio mensual de 2,6%.
El director del ISEPCI, Isaac Rudnik, señaló que, a pesar de la desaceleración de la inflación, los ingresos de los sectores medios y bajos continúan deteriorándose. Criticó que, bajo el argumento de la desaceleración, el gobierno impone límites a los aumentos en jubilaciones, asignaciones sociales y salarios de empleados públicos, autorizando incrementos que, en muchos casos, están por debajo de la suba del valor de las canastas básicas.
Perspectivas y desafíos
Aunque el Gobierno celebra la desaceleración de la inflación, el ISEPCI advierte sobre la fragilidad de los equilibrios macroeconómicos alcanzados. El control de la inflación, basado en un tipo de cambio atrasado, busca mantenerse recortando los ingresos de las mayorías y restringiendo la actividad económica interna, lo que el instituto denomina «el ajuste perpetuo».
No hay perspectivas de mejoras reales en el poder de compra y aumento del consumo entre los trabajadores y clases medias mientras se mantenga esta orientación económica.