Este martes, alrededor de 60 países acordaron en la Cumbre de París una posición común en favor de una Inteligencia Artificial (IA) abierta, inclusiva y ética. El acuerdo, que tuvo como excepción a Estados Unidos y el Reino Unido, también contó con la adhesión de entidades supranacionales como la Unión Europea (UE).
A través de una declaración final divulgada por el gobierno de Francia se informó que “se estableció un enfoque inclusivo, abierto y de múltiples partes interesadas que permitirá que la IA sea ética, segura, confiable y basada en los derechos humanos”.
Además, el documento resaltó que la cumbre “destacó la necesidad y la urgencia de reducir las desigualdades y apoyar a los países en desarrollo para desarrollar sus capacidades de inteligencia artificial”.
Entre los 58 países adherentes a la declaración -más la Unión Europea y la Unión Africana- figuran cuatro de Latinoamérica: Brasil, Chile, México y Uruguay.
En el documento, las naciones se comprometen a promover la accesibilidad de la IA para reducir la brecha digital, y garantizar que sea “inclusiva, transparente, ética, segura y confiable, de conformidad con los marcos internacionales”. Otro de los acuerdos contemplados es “permitir la innovación en el campo de la IA, creando las condiciones propicias para su desarrollo y evitando la concentración del mercado, apoyando así la recuperación y el desarrollo industrial”, como así también “fomentar el despliegue de una IA que tenga un impacto positivo en el futuro del trabajo y los mercados laborales y que abra perspectivas de crecimiento sostenible”.
Por otro lado, en la mencionada declaración se mencionó que los miembros fundadores “han lanzado una gran plataforma e incubadora para la IA de interés general, para apoyar, amplificar y reducir la fragmentación entre las iniciativas públicas y privadas sobre IA de interés general y cerrar la brecha digital”.
Sobre esta última cuestión se pronunció la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien anunció que la Unión Europea pretende movilizar 200.000 millones de euros en inteligencia artificial, en “la mayor asociación público-privada del mundo para el desarrollo de una IA fiable”.
Junto con alentar el debate y fomentar inversiones en sistemas de IA sostenibles, la cumbre acordó crear un observatorio sobre los efectos energéticos de la IA en el marco de la Agencia Internacional de Energía (AIE). “Se construirán miles de centros de datos, y no hay IA sin energía. El reto para los gobiernos es encontrar electricidad de forma limpia, sostenible y asequible”, comentó Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE.
A la cumbre de París acudieron también representantes de empresas, del mundo académico y de investigación. Se acordó que la próxima cumbre sobre inteligencia artificial se realizará en India.
Declaraciones de los adherentes
Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron celebró la adopción del documento porque “estamos sentando aquí las bases, junto con la innovación y la aceleración, de lo que permitirá que la IA surja y se mantenga, es decir, las claves de la confianza”.
En ese sentido expresó que se debe avanzar en la gobernanza internacional de la IA. Según afirmó, eso permitirá consolidar los elementos de confianza en dicha herramienta y sentar las reglas para que la inteligencia artificial avance.
Por otro lado, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, hizo un llamamiento a los países a que utilicen juntos la tecnología de IA “para reducir la brecha entre los países desarrollados y los países en desarrollo, no para ampliarla”. En esa línea, sostuvo que el poder de la herramienta está en manos de unos pocos, por lo que es urgente acordar e implementar “barandillas globales” y compartir las mejores prácticas, “en aras de la solidaridad, las políticas equitativas y los negocios justos”.
La postura de Estados Unidos y el Reino Unido
El desacuerdo de EE.UU fue marcado por su vicepresidente, James D. Vance, quien al rehusarse a firmar la declaración advirtió sobre las asociaciones “con regímenes autoritarios” y “una regulación excesiva” de la IA que “podría matar una industria en plena expansión”.
Vance aseveró que el país tiene intenciones de asociarse al acuerdo, “pero necesitamos marcos regulatorios internacionales que fomenten la creación de tecnologías de IA en lugar de sofocarlas”. “Haremos todo lo posible para promover políticas procrecimiento en materia de inteligencia artificial”, agregó.
En tanto, el Reino Unido señaló que no firmó la declaración de París por “razones de interés nacional”.