Recientemente, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, anunció una inversión de más de $145.000 millones en obras para escuelas del distrito, incluyendo la construcción de dos nuevos establecimientos en el sur de la Ciudad, más precisamente en Barracas y Parque Patricios.
Sin embargo, estas promesas contrastan con denuncias previas sobre la subejecución del presupuesto en infraestructura escolar y la falta crónica de vacantes. Una realidad que lleva años ignorándose.
Suspensión de obras y falta de vacantes
La incesante demanda de nuevos establecimientos debido al reclamo de muchas familias que no encuentran cupo en la Ciudad parece ser desoida por las autoridades de turno. En 2020, por ejemplo, el Gobierno porteño suspendió la construcción de una escuela primaria en la Estación Buenos Aires, una obra que demandaría un monto de $214.070.647.
Además, en 2021, el Ministerio de Educación de la Ciudad frenó ocho obras de infraestructura en jardines y escuelas, afectando la realización de trabajos esenciales como instalaciones eléctricas y extensiones de redes de agua y cloacas.
Estas decisiones resultan aún más preocupantes si se considera que, cada año, al menos 20.000 niños, niñas y adolescentes se quedan sin lugar en las aulas públicas de la Ciudad, una problemática que afecta mayoritariamente a los sectores populares que no pueden costear la educación privada.
Funcionarios del PRO han afirmado en diversas ocasiones la construcción de numerosas escuelas. Por ejemplo, la ex ministra de Educación, Soledad Acuña, declaró en 2019 que en los últimos 10 años de gobierno (primero bajo la órbita de Mauricio Macri y luego con Horacio Rodríguez Larreta) se habían construido 54 escuelas.
Sin embargo, informes de organizaciones como la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) indican que, desde que el macrismo gobierna la Ciudad, solo se han construido 13 escuelas nuevas.
Aunque las autoridades porteñas mantienen sus anuncios de inversiones significativas en infraestructura educativa, la realidad muestra una brecha entre las promesas y la ejecución efectiva de obras. La suspensión de proyectos y la persistente falta de vacantes evidencian una gestión deficiente que afecta directamente a miles de estudiantes y sus familias en la Ciudad de Buenos Aires.