Matías Abaldo, delantero uruguayo de Gimnasia y Esgrima de La Plata, no está siendo parte de la pretemporada del equipo platense. Su representante, Edgardo Lasalvia, habló para contar que el campeón juvenil Sub 20 con la Selección de Uruguay atraviesa un mal momento en lo personal, por lo cual el club le dio una licencia indefinida.
“Está contenido por su mamá y por su familia. Creo que la distancia, aunque haya sido corta, fue larga en cuanto a que no estábamos todo el día con él”, dijo Lasalvia. “Estamos preocupados, no queremos que le pase lo del Morro García, que por alguna situación que no pueda manejar se ponga una soga al cuello. La salud mental es fundamental”, agregó el representante del joven delantero.
Por su parte, desde el club tripero emitieron un comunicado: “Matías Abaldo fue licenciado de la pretemporada que se desarrolla en Uruguay para atender cuestiones personales relacionadas con su bienestar. Estamos en contacto con su familia para brindar acompañamiento y nuestro staff profesional está trabajando para dar el apoyo necesario en este momento”.
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Aunque cada vez se habla más de esta temática, es importante que se visibilice desde el Estado y se refuercen las políticas públicas. Sin embargo, el gobierno nacional pretende cerrar el Hospital Bonaparte, el único nosocomio nacional de salud mental que depende del Estado en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Matías Abaldo y un último caso en una larga lista
El de Matías Abaldo es el último caso conocido públicamente de una lamentable larga lista de futbolistas que cruzaron por un cuadro similar en el último tiempo.
El delantero ítalo-argentino Daniel Osvaldo publicó en su Instagram un video donde reveló que se encontraba atravesando una fuerte depresión, que lo llevó a una adicción al alcohol y las drogas. «Mi vida se me está yendo de las manos», manifestó el exdelantero de Boca.
Matías Almeyda, ex mediocampista de River Plate, desarrolló una adicción al alcohol durante su carrera y por eso dejó el fútbol muy joven, en 2005 y con apenas 31 años. Se retiró al campo durante algunos años, intentó volver, pero no pudo, y comenzó con un estado de depresión. «En los momentos difíciles no había quién me levantara. No era yo y lo único que quería era estar con los ojos cerrados. Es muy difícil que te comprendan y esto que pasé no se lo deseo a nadie», detalló el Pelado. Finalmente, y con ayuda psicológica, en 2009 regresó al deporte profesional con la camiseta del Millonario.
Fermín López, mediocampista del Barcelona de España, también cruzó por un cuadro depresivo. «La verdad es que hubo una época antes de Navidad que llegué a mi límite, no aguantaba más, era mucha frustración, lloraba bastante, lo pasaba mal. Intentaba hacerlo cuando estaba solo, pero a veces la gente también lo veía».
Andrés Iniesta, aquel cerebro del Barcelona de Guardiola, no estuvo exento de la depresión. En 2009, tras la muerte de su amigo Dani Jarque y luego de un par de lesiones, el futbolista reconoció que «poco a poco vas sintiendo que no eres tú, que no disfrutas de las cosas. No tienes sentimientos, no tienes pasión».
El brasileño Richarlison, en una entrevista, reveló que necesitó la ayuda de un psicólogo tras la disputa de la Copa del Mundo de Qatar 2022. “Estaba en depresión, con ganas de rendirme. Yo, que parecía mentalmente fuerte, después del Mundial era como si todo se viniera abajo. Después del Mundial iba a entrenar y ya quería volver a casa, a mi habitación. No sé qué me pasaba por la cabeza. Incluso le dije a mi padre que iba a dejar el fútbol”.
Rodrigo De Paul también habló de la salud mental en los futbolistas. “No dejamos de ser seres humanos y al final todo tiene un proceso de recuperación y creo que también hay un punto mental que no se le da mucha importancia. Siempre digo que no somos jugadores de fútbol, sino que somos personas que juegan al fútbol. La parte mental es tan o más importante que el cuerpo”.
Cuando la ayuda no llegó a tiempo
Lamentablemente, si bien los casos mencionados sí pudieron pedir ayuda a tiempo, y luego brillar en sus carreras, muchos fueron los futbolistas que no pudieron hacerlo y terminaron con su vida de la peor manera.
Un caso recordado fue el de Robert Enke, quien supo ser arquero de Barcelona, encontró su mejor nivel en Hannover 96, que lo llevó a ganar el premio al mejor en su puesto en la Bundesliga y a la Selección de Alemania, pero nunca pudo superar la muerte de su hija de apenas dos años, y se hundió en una depresión que lo acompañó durante varios años hasta que el 10 de noviembre de 2009, al salir de un entrenamiento, tomó la decisión de quitarse la vida.
Otro caso recordado fue el de Santiago el Morro García. Al delantero uruguayo de Godoy Cruz lo encontraron sin vida, con un disparo en la cabeza y el arma de fuego a su lado en su domicilio en Mendoza, luego de que pasaran algunos días sin responder a su teléfono, el 6 de febrero de 2021, en medio de las restricciones por la pandemia de Covid-19 y tras atravesar una fuerte depresión por problemas para ver a su familia.
En abril de 2019, el cuerpo de Julio César Toresani fue encontrado en el hotel del predio de la Liga Santafesina de Fútbol. Su carrera como entrenador nunca logró despegar y, con problemas familiares y laborales, en los últimos días antes de que decidiera quitarse la vida estaba sumido en un cuadro depresivo.
Mirko Saric debutó en San Lorenzo en 1996 y rápidamente emergió como una de las grandes joyas del fútbol argentino. Tras haberse enterado que el hijo que tenía con su mujer no era suyo, se quitó la vida un 4 de abril del 2000. Su madre lo encontró sin vida en su habitación. Ella recuerda: “Tras enterarse lo de su hijo, Mirko lloraba a más no poder. Ojalá hubiera sido de él porque si ese hijo hubiera sido suyo, no se hubiera matado».
Se puede pedir ayuda
Varias son las vías para pedir ayuda, asesoramiento, apoyo si es que se está atravesando un cuadro como los vistos o si se conoce a alguien que esté pasando por un problema relacionado a la salud mental.
“Salud mental responde” es un dispositivo que brinda orientación interdisciplinaria telefónica de forma confidencial a personas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que requieran asistencia o acompañamiento en salud mental. El teléfono es el 0800-333-1665 y está disponible todos los días de la semana, las 24 horas.
Además, existe el Centro de Asistencia al Suicida Buenos Aires. Cualquier persona en crisis puede llamar confidencialmente marcando 135 (línea gratuita) o al (011) 5275-1135 las 24 horas del día. Está también el Centro de Atención al Familiar del suicida (CAFS): Tel. (011) 4758-2554.
En la Provincia de Buenos Aires, existe el área de Salud Mental y Consumos Problemáticos. Se puede llamar al 0800-222-5462, tanto quienes padecen problemas de salud mental como sus familiares, amigos y allegados que requieran orientación.