El Informe Mundial 2025 publicado por Human Rights Watch (HRW), reconocida organización internacional no gubernamental dedicada a la defensa y promoción de los Derechos Humanos en todo el mundo, destaca que el 2024 fue un año marcado por elecciones, resistencia y conflictos que pusieron a prueba la integridad de las instituciones democráticas y los principios del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos.
HRW señala en este documento que, en respuesta al aumento de la represión en países como Rusia, India y Venezuela, así como a conflictos armados catastróficos en Gaza, Sudán y Ucrania, los gobiernos fueron interpelados para demostrar su compromiso con los derechos humanos, la democracia y la acción humanitaria. Sin embargo, muchos no superaron esta prueba.
Elecciones y populismo: una amenaza para los derechos humanos
El informe subraya que, aunque más de 70 países celebraron elecciones nacionales en 2024, el impacto real en los derechos humanos dependerá de las acciones posteriores. HRW advierte sobre el aumento del racismo, el odio y la discriminación que impulsaron muchas elecciones durante el año.
En Estados Unidos, la reelección de Donald Trump generó preocupaciones sobre la repetición y posible intensificación de las violaciones de derechos ocurridas en su primer mandato (2017-2021).
De manera similar, en las elecciones al Parlamento Europeo de 2024, los partidos de extrema derecha lograron avances significativos, explotando sentimientos antiinmigrantes y retórica nacionalista que amenazan a las comunidades minoritarias y socavan las normas democráticas.
Resistencia popular y autoritarismo: luces y sombras
A pesar de las tendencias preocupantes, HRW destaca ejemplos de resiliencia democrática, donde los votantes rechazaron agendas populistas y exigieron responsabilidad a sus líderes. En India, el primer ministro Narendra Modi no logró la mayoría electoral deseada, evidenciando que, incluso ante desafíos sistémicos, la democracia puede limitar el poder.
No obstante, líderes autoritarios consolidaron su control en países como Rusia, El Salvador y las naciones del Sahel, incluyendo Mali, Burkina Faso y Níger, utilizando el miedo y la desinformación para reprimir la disidencia.
Este nuevo informe de la organización es un llamado a los gobiernos para que respeten y defiendan los derechos humanos universales con mayor rigor y urgencia que nunca, y a la sociedad civil para que continúe exigiendo rendición de cuentas.