El fútbol argentino está inmerso en el mercado de pases y la pretemporada, dos aspectos que le darán frutos a la competencia local a fines del mes de enero. No obstante, una de las principales polémicas dentro de la ventana de transferencias se asocia con las ostentosas contrataciones de clubes cuyo capital deportivo no podría solventar. En ese sentido, San Miguel estuvo en boca de todos por varias inversiones de nombres importantes del ámbito local.
Pese a que en la Liga Profesional los cañones apuntan a Estudiantes con el grupo Foster Gillett o Talleres con el Grupo Pachuca, en el ascenso también se instaló el debate. Las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) fueron el foco central de varios cuestionamientos en el último tiempo dentro del fútbol nacional. El accionar del club de la segunda división puso la duda en escena sobre su financiamiento pero la verdad es que no es el primero en aplicar esa estrategia.
En busca del ascenso
El paso del tiempo puso en claro que la pelea por el ascenso a la elite argentina cada vez se tornó más complicada y pareja. Ese ejemplo se vivió en el 2024 cuando San Martín de Tucumán finalizó 1° en la Zona A pero luego perdió la final ante Aldosivi y quedó eliminado en semifinales del reducido. En tanto, San Miguel concluyó 8° en la misma tabla y fue el último en ingresar a la disputa por el segundo ascenso; aunque, no pasó de los octavos por la ventaja deportiva.
Para cambiar la cara de lo que fue su última presentación del año pasado, un 0-0 frente a Deportivo Madryn, el Trueno Verde va por el sueño en este 2025. Con el calendario establecido, la primera fecha ya tiene día y horario y será como local de Tristán Suárez el sábado 8 de febrero. La gran noticia inicial del verano para el club fue la contratación de Sebastián Battaglia como nuevo entrenador, quien asumió el pasado mes de diciembre por una temporada.
El flamante DT tiene bastante roce en el cargo con la Primera División y un importante legado con Boca Juniors como jugador. El ex mediocampista ganó todo con el Xeneize y en 2018 se calzó el buzo de técnico por primera vez con Almagro. En tanto, entre 2020 y 2021 pasó a la reserva del cuadro de la Ribera. Mientras que, arribó al primer equipo a la siguiente campaña, en la que obtuvo la Copa de la Liga y la Copa Argentina, sus únicos títulos en ese puesto.
Asimismo, tuvo un breve paso por Huracán en 2023 que solo duró 10 encuentros tras quedar eliminado de la Copa Sudamericana. Por el lado de los futbolistas, tras la asunción de Battaglia, se sumaron nombres de peso que tuvieron su paso por la elite. El primero de ellos fue Cristian Erbes que arraiga un fuerte pasado en Boca con 7 años y más de 150 partidos en la institución. Además, contrató a Brahian Aleman y Gino Peruzzi, dos futbolistas con mucha experiencia en la máxima categoría.
Por su parte, San Miguel también trajo a Agustín Lavezzi, de Tristán Suárez, y Bruno Nasta, de Racing de Córdoba, los dos últimos goleadores de la Primera Nacional. Incluso, Daniel Sappa, con pasado en Estudiantes, Ezequiel Parnsari, proveniente de Chile, Lautaro Parisi de Quilmes y Emanuel Dening de Patronato también llegaron este año. La lista se completa, hasta ahora, con jugadores del ascenso como Nicolás Ihitz, Gustavo Turraca, Claudio Salto y Claudio Mosca.
No es lo que parece
La conformación de un Dream Team para la temporada 2025 generó muchas especulaciones sobre el financiamiento para semejante plantel. Con la discusión por las SAD instaurado a cada momento, fue Federico Almada, presidente de la institución, quien explicó todos los pormenores del asunto. El joven dirigente de 34 años dio detalles del origen de los fondos al mencionar que es dueño de la empresa Jano’s, principal sponsor del club.
Bajo la perspectiva de una sociedad benéfica por ambas partes, Almada señaló su manera de invertir en el fútbol. “Pongámoslo así: vos trabajas y tenés un sueldo, por ahí vivís y te queda un margen para ir al cine, comprarte un auto, una bicicleta, lo que sea”, indicó. “Vos decidís que haces con esa plata que te sobra. Bueno, a mí me gusta mucho, en vez de comprarme algo, invertirla en el club”, agregó.
“La plata está ganada en buena ley. De hecho, los que dicen que lavamos plata son verdaderos ignorantes de la economía, porque esto es todo lo contrario”, enfatizó. Bajo la misma línea, el presidente mostró su disgusto con aquellos que apodaron al club como ‘SAD Manuel’ por el abanico de incorporaciones de jerarquía que concretaron. “Todos los ingresos que ingresan al club tienen que estar registrados”, remarcó Almada.
“Yo tengo supervisión doble con todo lo que estamos haciendo: la AFIP en mi empresa y Personería Jurídica en el club”, justificó. “Todas las actas y todos los contratos están súper auditados. Entonces, es totalmente lo contrario”, continuó. Por último, detalló cómo se maneja todo al mantener una comparación con lo que sucede con un equipo de la Liga Profesional. “Nosotros tenemos que tener la plata que estamos poniendo en el club justificada”, remarcó.
En ese contexto señaló que River Plate tiene un contrato de patrocinio con Chango Más, cuyo dueño dicen que es hincha de la institución de Núñez. “Bueno, yo soy dueño de Jano’s, soy fanático de San Miguel y encima, soy el presidente. O sea, qué mejor lugar para invertir mi plata que en mi club”, culminó. La empresa de Almada comprende la organización de eventos de las más exitosas del país con más de 70 salones y experiencia en diferentes tipos de celebraciones.
No es el primero
El modelo de SAD en Argentina se quiere implementar por parte del Gobierno de Javier Milei pero Asociación del Fútbol Argentino (AFA) dejó en claro su postura de rechazo en todo momento. No obstante, en el ámbito local ya hubo ciertos esquemas maniobrados por inversiones de terceros en diferentes clubes. “Hay algunos clubes que informalmente funcionan como Sociedades Anónimas”, indicó el pasado mes de septiembre Federico Sturzenegger.
Más allá de las declaraciones del Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, es también el responsable del proyecto nacional que permite a los socios elegir o no la privatización de sus clubes. La cuestión pasa por un gerenciamiento o financiamiento en el manejo del fútbol mediante la tercerización. De este modo, la administración de ese capital privado queda controlada por la empresa a cambio de un porcentaje de cada utilidad generada.
La inserción de ingresos externos en el fútbol argentino despegó en la década de los ’80 con el club Loma Negra de Olavarría. La institución recibió una ayuda económica que pasó a ser una fuerte apuesta al crecimiento deportivo. Amalia Lacroze de Fortabat, dueña de Loma Negra, la mayor cementera del país, posibilitó que el club llegue a Primera División, dónde estuvo 2 años sin pasar inadvertido bajo el ojo público.
Lo sucedido con el Celeste hace poco más de 4 décadas abrió la puerta para que otros clubes intenten usar el mismo modelo. De hecho, en 2000 Racing fue gerenciado por la empresa Blanquiceleste SA y Quilmes por Exxel Group; mientras que, Talleres por Ateleirs en 2004 y Belgrano por Córdoba Celeste durante 10 años. En tanto, San Lorenzo tuvo un intento fallido con la empresa suiza ISL pero una movilización de los hinchas truncó toda posibilidad.
Por su parte, en 1989 Defensa y Justicia fue conocido como el primer emprendimiento privado gracias a la empresa Excellens SA. Para 1993 fue el turno de Deportivo Mandiyú pero no tuvo éxito de la mano de Roberto Cruz. Otras instituciones que se sumergieron en esa modalidad fueron Ferro, Almagro, Sportivo Barracas, Sacachispas, Fénix y Sarmiento. En la actualidad se maneja un sistema conocido como “modelo gris” que no altera el curso dirigencial.
Un póker de primera
Esta estructura permite que los dirigentes mantengan la decisión sobre el futuro de cada institución. El caso más famoso en tiempos modernos es el de Deportivo Riestra tras un meteórico ascenso desde la categoría más baja a la elite en un período de 10 años. En esa década mantuvo a Speed como su mayor sponsor, empresa relacionada con el abogado Víctor Stinfale, quien es asociado como el verdadero titiritero del club bajo la sombras.
En la entidad de Bajo Flores niegan que la marca maneje todo; aunque, sí aseguraron que tiene cierto peso al momento de algunas decisiones. Otro caso que refleja semejanza con el Malevo, es el de Barracas Central, club de la familia de Claudio Tapia, presidente de la AFA. En el mismo lapso de una década, Defensa y Justicia creció de manera exponencial con títulos de por medio. En 2014 ascendió a la máxima categoría y el nombre clave en su reconstrucción fue el de Cristian Bragarnik, reconocido representante de jugadores y entrenadores.
El importante empresario, quien además es dueño del Elche de España, es el responsable de la inyección económica en el Halcón con varios contratos de los jugadores que corrían por su cuenta. Bajo un rol de “asesor deportivo” ostenta más de 100 futbolistas y una decena de técnicos. Asimismo, en más de una ocasión fue cuestionado por variadas triangulaciones entre sus actores y las instituciones en que las tiene mayor injerencia.
En tanto, hace 10 años comenzó la movida en Talleres con su presidente Andrés Fassi y el Grupo Pachuca. En aquel entonces el club volvió a las manos de los socios tras una década y una delicada situación financiera. El dirigente llegó a Córdoba desde México tras ser vicepresidente de la compañía en cuestión. La misma se hizo con el club homónimo en 1995 y lo transformó en una gran empresa, panorama que Fassi busca implementar en su club. Incluso, en más de una ocasión Fassi aseguró que la T se maneja como una SAD.
Entre 2014 y 2016 se invirtió dinero en Talleres por parte del grupo dueño del León de México, Real Oviedo de España y Everton de Chile. Por último, Estudiantes es la última gran polémica con el grupo Foster Gillet, la cual permitió las contrataciones de Cristian Medina y Lucas Alario. Además, buscó apellidos importantes con motivaciones monetarias como el de Sebastián Driussi. Lo más preocupante de todo es que esta sintonía aumentó en el ascenso desde 2017 cuando el Chiqui asumió en la AFA al conocer muy bien las categorías inferiores.