En medio de la fuga de presos y la crisis que atraviesan las comisarías de la Ciudad de Buenos Aires, el jefe de Gobierno porteño Jorge Macri retomó las obras del Nuevo Centro Penitenciario Federal VII Marcos Paz. Con esta construcción, se permitirá trasladar a quienes están privados de su libertad en el penal de Devoto y otras cárceles locales.
“El reinicio de la obra es una respuesta concreta para que los porteños vivan más seguros”, declaró Macri. Además, agregó: “Nos importa mucho más resolver que discutir. Y lo que tenemos que hacer es terminar la cárcel”. Cabe recordar que a fines de diciembre, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y Horacio Rodríguez Larreta tuvieron un cruce en la red social X por el freno de la construcción e intercambiaron acusaciones.
Sin embargo, Jorge Macri señaló que “la obra se había suspendido por la mala relación que había con el Gobierno de Alberto Fernández, que nos complicó la vida porque no se llevaban los detenidos en las comisarías y en las alcaidías de la Ciudad”. Respecto a la reanudación, sostuvo que, con el tiempo, se podrá sacar la cárcel de Devoto y cumplir con “un anhelo del barrio y de toda la ciudad”.
En la supervisión de la obra, también estuvo presente el ministro de Seguridad, Waldo Wolff; el ministro de Infraestructura, Pablo Bereciartua; y el de Justicia, Gabino Tapia. Asimismo, acompañó al jefe del Gobierno porteño, el secretario de Seguridad, Ezequiel Daglio.
El destino del penal de Devoto y la nueva cárcel
En este marco, Macri explicó: “Hoy nuestras comisarías y alcaidías están llenas de detenidos por delitos federales: 9 de cada 10 detenidos no deberían estar ahí, sino cumpliendo sus condenas en cárceles como ésta”.
Una vez finalizada la obra y que se autorice el traslado de los presos del penal de Devoto a Marcos Paz, la Legislatura porteña definirá el uso que se le dará a los terrenos comprendidos por las calles Pedro Lozano, Desaguadero, Nogoyá y Bermúdez, en la Comuna 11.
En tanto, la nueva cárcel se encuentra dentro de un predio de 80 hectáreas y podrá alojar 2.240 plazas. A su vez, contará con cuatro unidades con un edificio de administración, uno de programas y servicios (EPS) para el comando de seguridad interna de la unidad, un área de salud, salas de videoconferencia para internos y profesionales, áreas de visitas, un gimnasio y un sector educativo para talleres de trabajo y capacitación laboral. También habrá un espacio para el distribuidor de raciones alimentarias y un campus determinado por los módulos de alojamiento dividido en cinco sectores independientes con canchas de fútbol y espacios para huertas.