José «Pepe» Mujica, expresidente de Uruguay y referente político de la región, reveló este jueves que su lucha contra el cáncer ha llegado a su fin. En una entrevista con el semanario uruguayo Búsqueda, Mujica explicó que el tumor en su esófago, diagnosticado en abril de 2024, ha colonizado su hígado. “El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. Estoy condenado, hermano. Hasta acá llegué”, declaró con serenidad.
Con 89 años, el exmandatario confirmó que no se someterá a más tratamientos médicos y que esta será su última aparición pública. “Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo”, sentenció.
Un diagnóstico que cambió su vida
El camino de Mujica con esta enfermedad comenzó en abril de 2024, cuando, tras experimentar molestias digestivas, se le diagnosticó un tumor maligno en el esófago inferior. Debido a su edad avanzada y su historial de enfermedades crónicas —como una vasculitis inmunológica y una insuficiencia renal—, los médicos descartaron opciones invasivas como la quimioterapia o la cirugía, optando por la radioterapia.
En agosto de ese mismo año, su médica personal, Raquel Pannone, anunció que habían logrado eliminar el tumor inicial. Sin embargo, las secuelas del tratamiento afectaron seriamente su calidad de vida, dejando problemas renales y dificultad para ingerir alimentos. En diciembre, nuevas complicaciones llevaron al descubrimiento de la expansión del cáncer hacia el hígado.
Un líder que elige despedirse en paz
En su última entrevista, Mujica aprovechó para despedirse de sus compatriotas y compañeros, solicitando que se respete su privacidad en esta etapa. “Me quiero despedir de mis compañeros y de mis compatriotas. Lo que pido es que me dejen tranquilo, que no me acosen con entrevistas al pedo. Se terminó mi ciclo hace rato”, declaró.
El expresidente también mencionó que está dejando todo preparado para su despedida definitiva en el terreno donde ha vivido por décadas junto a su esposa, Lucía Topolansky. “Siempre me ha gustado la tierra. Estoy acomodando las cosas para los que van a quedar”, expresó con nostalgia.
Su legado político y humano
José Mujica, quien lideró Uruguay entre 2010 y 2015, se destacó por su estilo de vida austero y por un gobierno progresista que introdujo reformas pioneras, como la legalización de la marihuana, el matrimonio igualitario y el aborto. Su figura traspasó fronteras, convirtiéndolo en un símbolo de la izquierda latinoamericana.
En diciembre de 2024, pese a su delicado estado de salud, Mujica recibió en su hogar a los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Gustavo Petro, de Colombia, quienes lo condecoraron por su legado en democracia y derechos humanos. “Adíos hermano Pepe y hasta la victoria siempre”, escribió Petro en sus redes sociales, homenajeando al líder uruguayo.
Un mensaje final de resiliencia
Fiel a su estilo, Mujica enfrenta su situación con una mezcla de realismo y valentía. “El guerrero tiene derecho a su descanso”, afirmó, dejando un mensaje de aceptación y de gratitud por la vida. Su partida marcará el cierre de un capítulo en la historia política de Uruguay, pero su influencia continuará resonando en América Latina y el mundo.