El sector de las pequeñas y medianas empresas (pymes) vive uno de sus momentos más críticos bajo el modelo económico implementado por el gobierno de Javier Milei. Según cifras de Industriales Pymes Argentinos (IPA), cerca de 10.000 pymes cerraron sus puertas en 2024, dejando a más de 220.000 trabajadores sin empleo.
El presidente de IPA, Daniel Rosato, expuso en una entrevista radial las razones detrás de esta alarmante situación. “La apertura comercial que estamos viendo favorece las importaciones, y nuestra industria nacional no está preparada para competir”, afirmó Rosato en el programa Splendid Verano.
Factores que agravan la crisis
Rosato señaló que las empresas argentinas enfrentan múltiples desventajas frente a los productos importados debido a costos energéticos, impositivos y laborales elevados, todo agravado por la inflación en dólares.
“Los productos nacionales pierden frente a los importados porque nuestros costos son mucho más altos”, explicó. A pesar de que los salarios nominales no son elevados, al convertirlos a dólares representan una carga significativa para las pymes. “Los salarios en dólares están sobreevaluados”, añadió el dirigente.
Producción en caída y aumento de importaciones
El impacto de estas condiciones está llevando a un cambio estructural en el modelo productivo de las pymes. Según Rosato, muchas empresas han comenzado a abandonar la producción local para optar por la importación como alternativa más viable.
“Tenemos muchas pymes que están pensando en importar, y eso es preocupante”, alertó. Esta tendencia no solo afecta a la producción nacional, sino que también pone en riesgo la generación de empleo calificado.
Aunque hay una gran cantidad de trabajadores capacitados buscando empleo, la incertidumbre económica y la falta de previsibilidad en el sector desincentivan la creación de nuevos puestos de trabajo.
Reclamos al Gobierno
Desde IPA, pidieron al gobierno de Javier Milei la implementación urgente de medidas que protejan a las pymes y detengan su caída. Entre las propuestas destacan políticas que reduzcan los costos impositivos y energéticos, además de incentivos que fomenten la producción nacional frente a las importaciones.
“Es necesario un enfoque que priorice a las pequeñas y medianas empresas como motor de la economía”, concluyó Rosato.La crisis pyme refleja los desafíos estructurales del modelo económico actual, mientras los industriales exigen un cambio que permita salvaguardar la industria nacional y proteger los empleos en un sector vital para el desarrollo del país.