El artista plástico argentino Fabián Pérez es oriundo de la ciudad bonaerense de Campana y triunfa en Los Ángeles. Allí tiene su atelier y su propia galería de arte en el famoso Melrose Art District, donde retrata a las celebridades más influyentes y poderosas. Además, organiza exposiciones en las mejores galerías del mundo, escribe libros de arte, gesta esculturas y dedica tiempo a causas benéficas.
Antes de emigrar, el camino de Pérez no había sido fecundo. Tras quedar huérfano, su sueño de ser futbolista se desvaneció. Sin embargo, su maestro de artes marciales, Oscar Higo, vislumbró mucho potencial y lo convenció para que se inclinase hacia las artes.
De inmediato, el autodidacta y su mentor tomaron un avión que los transportó hasta la península itálica. Ahí empezó a pintar escenas de tango, burdeles y la movida nocturna en Buenos Aires. Escenas que dieron vida al estilo que después bautizó Neo-Emocionalismo y empezaron a cautivar a los consumidores de arte.
A los 29 años, después de vivir un tiempo en Italia y Japón, llegó a Los Ángeles. Al respecto, el artista comentó: “Quizá algún día volveré a repatriarme. Cuando llegué a esta ciudad hace casi 30 años, se veía una ciudad dura y muy difícil. Tiene sus defectos como todas las grandes ciudades. Hay mucha competencia, pero es donde las cosas pasan”. “Tuve una fortuna muy grande por rodearme de gente apropiada”, admitió.
El primer gran espaldarazo se lo dio la feria de arte New York Expo, en el año 2000. Pese a tener un stand diminuto y alejado, Pérez llamó la atención de coleccionistas y galeristas, abriéndole las puertas para realizar una serie de exitosas exhibiciones en Inglaterra, que consolidaron su posición en el mercado.
Siete años más tarde se desató una recesión económica en Estados Unidos, que afectó al mercado del arte. Sin embargo, las obras de Fabián Pérez no dejaron de comercializarse.
Leyendas vivientes
Entre los sucesos relevantes que le brindaron notoriedad, se destaca “Leyendas Vivientes”, una colección de retratos que inmortaliza a celebridades contemporáneas. El más reciente lo tuvo como protagonista a Emiliano “el Dibu” Martínez.
El artista conoció al arquero de la Selección Argentina y expresó que “fue espectacular, porque lo habían nombrado por dos años consecutivos el mejor arquero del mundo”. “No solo que había visto el cuadro, sino que le había encantado. En el encuentro, aproveché para contarle sobre mi experiencia como arquero en las inferiores del club Villa Dalmine”, contó Pérez.
Entre las figuras que más disfrutó retratar, destacó a Diego Maradona, Al Pacino, Mike Tyson, Rafael Nadal, Ringo Starr, Rod Stewart, Keith Richards, Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Brian May (Queen), entre otros. “Todas estas celebridades son gente que admiro muchísimo”, subrayó.
Asimismo, enfatizó en la figura del Papa Francisco, a quien conoció en 2016. Luego de hacer entrega del cuadro, Pérez fue contactado porque el Sumo Pontífice quería volver a verlo. No lo dudé, salimos con Lucy desesperados, porque no entendíamos nada. “Al estar frente a él, dijo: ‘me encanta tu obra, me encanta el retrato y lo ubicaré en mi colección privada’. Le respondí: ‘pinté lo que usted emana desde la luz. Porque es un santo en la tierra. Me miró de reojo, como diciendo ‘dejate de joder’. Un grande, Francisco”, narró sobre el encuentro.
Claro que, como casi todos los argentinos, uno de los máximos deseos de Fabián es estar cara a cara con Lionel Messi y entregarle una obra. “Trabajé dos o tres veces en diferentes proyectos con él, con su fundación para los chicos. Espero conocerlo por mí, pero sobre todo por mis hijos que lo aman y lo idolatran”, señaló. Ellos viven solamente pensando en lo que hace Messi. Es increíble lo que mueve este ser humano. El bien que hace por el deporte y por los chicos, no solo por lo que genera en la cancha, sino como ser humano. Ojalá, mis hijos tengan un ejemplo siempre como es Leo”, sostuvo.
Además de su labor artística, Pérez tiene un alto compromiso con causas benéficas. Sobre todo, con After-School All-Stars, una fundación de Arnold Schwarzenegger que brinda programas extracurriculares a niños de bajos recursos.
Desde hace varios años, el artista argentino dona obras para las subastas que efectúa el famoso actor. “El último año pinté un retrato de Messi. Leo no pudo concurrir. Pero envié el retrato a Miami. Él lo firmó y lo mandó de vuelta. Hicimos el remate, vendiendo la obra alrededor de los 200 mil dólares”, recordó. “La recaudación sirve para ayudar a muchos chicos de bajos recursos que, al terminar el horario escolar, pueden aprender oficios que les sirva para afrontar la vida en la adultez. Desde peluquería y pintura, hasta deportes o cualquier actividad que los mantenga ocupado”, explicó.
A sus 57 años, el destacado artista siente que cumplió con casi todos sus sueños. “Me gustaría contribuir en el arte de otra manera. Actualmente, está todo muy confuso. La pintura es muy ambigua. Me gustaría colaborar en el mundo en el que me muevo. Por eso, inventé mi estilo, llamado Neo-Emocionalismo”. “Desde ahí, pongo un poco de pautas para tratar de encarrilar a la gente que no sabe para dónde arrancar. Percibo que los museos están orientándolos mal a través del arte moderno que no demuestra una habilidad única. Quiero que la gente vuelva a darse cuenta por sí sola, qué es y no es arte. Por eso, en mi libro digo que, el arte es expresión a través de una técnica extraordinaria”, concluyó.