En una conferencia de prensa brindada por Abuelas de Plaza de Mayo, atravesada por la emoción, se anunció la recuperación del nieto 138. La presentación se hizo en la Casa por la Identidad del Espacio Memoria y Derechos Humanos.
Con Estela de Carlotto al frente de la conferencia y acompañada por integrantes de la organización, se conocieron algunos detalles del nieto 138, que nació en cautiverio en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Se trata de un hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, militantes de Montoneros que fueron secuestrados el 10 de diciembre de 1976 en la Ciudad de Buenos Aires.
Al momento del secuestro, María Enriqueta estaba embarazada de 8 meses y medio. Ella, quién nació el 5 de mayo de 1946 en la localidad bonaerense de Azul, había tenido un hijo anterior con otra pareja, en 1972, medio hermano del nieto recuperado. En tanto, Juan Carlos, nacido el 28 de abril de 1955, era oriundo de la Ciudad de Buenos Aires.
Según relató Estela de Carlotto, ambos “fueron vistos en el centro clandestino de detención ESMA, donde probablemente se haya producido el nacimiento del nieto 138. Pensaban llamar Soledad o Manuel al bebé que esperaban”. Según los cálculos que lleva Abuelas, se han contabilizado más de 30 nacimientos en este centro clandestino.
Entre otras palabras, Estela celebró que “la verdad siempre sale a la luz”, y aseguró que esta nueva restitución es, una vez más, “la muestra de las consecuencias del terrorismo de Estado en el presente y la centralidad de las políticas de Derechos Humanos”.
En este sentido, destacó el rol de la Comisión Directiva de Abuelas y Secretario Ejecutivo de Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI), el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y de la secretaría de Derechos Humanos, con una nueva denuncia contra el gobierno nacional.
En la etapa final de la conferencia, tomó la palabra un integrante de la CoNaDI, Manuel Gonçalves Granada, quién relató que el nieto recuperado está “conmovido” y que se reencontrará proximamente con su familia.
De hecho, fue el propio Manuel Gonçalves quien estuvo presente al momento de darle la noticia al nieto 138: “Aún en la situación de conmoción, empezó a pensar en la familia y en qué va a pasar con ellos ahora que lo encontraron”.
“Haberlo encontrado fue la mejor respuesta a la lucha de esa familia. Se van a conocer y armar ese vínculo”, afirmó Gonçalves Granada, quién detalló que el nieto recuperado es abogado, al igual que su medio hermano, Diego Antonio, quien le envió un mensaje desde España a Abuelas para su hermano.
“Estoy embargado por la emoción, sos muy bienvenido” manifestó Gonçalves Granada, quién cerró conmovido: “Gracias Abuelas, son el orgullo nacional, las adoro”.
Abuelas denuncian más ajustes en políticas de Derechos Humanos
Como consecuencia de las políticas nacionales del gobierno de Javier Milei, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo señaló el plan de desmantelamiento de la secretaría de DD.HH.
“La secretaría de DD.HH. ha acompañado nuestra lucha en busca de las respuestas que los perpetradores nunca nos han querido dar”, expresó Carlotto. Al mismo tiempo, aseguró que la secretaría enfrenta “uno de los ajustes más brutales”, por la administración libertaria.
“El pueblo argentino ya ha repudiado estos crímenes horrendos y llamamos a que lo siga haciendo”, añadió. Y pidió por la vigencia de la secretaría: “Pedimos que se sostenga el trabajo de la secretaría, una herramienta imprescindible para la defensa de estos derechos fundamentales”.
Los mecanismos para recuperar a los nietos
Con el anuncio de hoy por parte de Abuelas de Plaza de Mayo, son 138 los nietos recuperados por la asociación, siendo el primero de ellos en 1978, en tiempos donde se utilizaban distintas técnicas.
Creada en 1977, se trata de una organización no gubernamental con el objetivo de “localizar y restituir su identidad a los más de 500 niños y niñas desaparecidos por la última dictadura argentina”, explican en su sitio oficial.
En los primeros años, y gracias a la idea de las propias Abuelas de Plaza de Mayo, se creó un índice de abuelidad, donde se analizaba la sangre y no los genes. Ante la desaparición de padre y madre de niños, las abuelas tuvieron que actuar.
Más adelante, en 1987, se creó el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), donde se conservan muestras de sangre de familiares de niños desaparecidos. En tanto, empezó a ganar terreno las pruebas de ADN para la identificación de los nietos.
De este modo, para obtener éxito en la búsqueda, se debe comparar y acertar el ADN de los nietos con el de sus familiares. El ADN se compara también con el de otros organismos, como el del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
En recuperación de nietos desaparecidos, además del BNDG juega la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDi). En un informe presentado por Abuelas, denuncian el cierre de la Unidad Especial de Investigación de la CoNaDi, a causa de las políticas de ajuste por parte del gobierno nacional de Javier Milei.